sábado, 10 de noviembre de 2012

HISTORIA CÍCLICA

¿Es la historia circular, se repite? En repetidas ocasiones he argumentado en el blog que mas bien sigue una trayectoria en espiral. Es decir, dado que el transcurrir de los hechos históricos sucede en tiempos y espacios diferentes, aunque esos hechos parezcan repetirse, no podemos hablar de circularidad, porque las distintas circunstancias temporales y espaciales hacen que esas semejanzas no puedan considerarse meras repeticiones.

Sin embargo, hay una constante que parece dar esa impresión, el comportamiento humano que, sin duda, suele reforzar la apariencia de repetición. El otro día le dije a una compañera de clase lo que ahora me parece una ocurrencia, 'la experiencia solo es un cúmulo de errores, de los que no aprendemos'. Creo que estaba equivocado, parece mas cierto que unos aprenden y otros no.

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Si nos referimos a la historia económica, en particular, ésta parece adoptar un modelo, mas que circular o espiral, cíclico. Desde la época de los faraones, por lo menos, aparece la evidencia de la existencia de ciclos, lo de los siete años de vacas gordas y siete de vacas flacas, aunque esa expresión tuvo su origen en las crecidas del Nilo que condicionaban la economía agraria de aquella civilización.

Si hablamos de las economías del siglo XX, Kondratief fue quien mas estudió el problema de los ciclos, estableció, en base a las estadísticas, ciclos cortos y ciclos largos, pero ¿quienes son los hacedores de esos ciclos en las economías occidentales, en ausencia de fenómenos fluviales como el del Nilo? Supongo que nuestros faraones, los especuladores.

El punto mas emblemático de la crisis de 1.929 fue el de la crisis de bolsa del Martes Negro, sucedida el 29 de octubre de aquel año que, según Wikipedia fue un síntoma, no la causa de la Gran Depresión. Yo mismo he descrito en el blog, alguna vez, la imagen de los brokers de N. York lanzándose por las ventanas de Wall Street, pero consultados los artículos publicados en Internet sobre aquel hecho histórico, puntualizan que solo fueron 4 los suicidios registrados atribuibles a esa causa. Aunque a continuación precisan que esa cuenta solo incluye los sucedidos hasta el fin de ese año, además de añadir que hubo otros dos suicidios, uno con arma de fuego, el otro por inhalación de gas. Seis suicidios en dos meses. No nos explican lo que pasó después de esos dos meses.

Esa crisis devino después en depresión mundial, pero es curioso que la bolsa de Nueva York perdiera un 50% de su valor, mientras que en la crisis actual, el Ibex35 aquí perdiera 10.000 puntos, una caída de mas del cincuenta por ciento, de la que no se ha recuperado, y no sepamos de ningún especulador o banquero que haya decidido poner fin a su actividad profesional por la vía dramática del suicidio.

Este es uno de los elementos diferenciales de la crisis de ahora mismo, sus consecuencias parecen afectar mas a los hipotecados, que a los banqueros. Se diría que, en contra de la idea de que la experiencia es un cúmulo de errores de los que no se aprende, los banqueros si han aprendido. 

Han aprendido a trasladar a los Estados las consecuencias del final de un ciclo especulativo, mientras que los deudores no hemos aprendido a no endeudarnos mas de la cuenta en ciclos de prosperidad inducida por los especuladores.

El dramatismo de la situación de los endeudados que están perdiendo su casa, o incluso su vida, ante la mirada impasible de los poderosos, por mucho que los políticos, avergonzados, den muestras de 'sensibilidad' y hagan vagas promesas de solución de los casos mas dramáticos --los mas extremos, los de los hipotecados que se han suicidado ya no tienen solución-- es muy semejante al de los granjeros que perdieron sus tierras y sus casas en la crisis de 1.929, como contó John Ford magistralmente en 'Las uvas de la ira'.

Este paralelismo entre dos momentos de la historia económica, confirma su carácter cíclico, están sucediendo cosas similares en tiempos y espacios diferentes, pero aunque la naturaleza humana parece ser una constante, lo cierto es que los banqueros parecen haber aprendido a sacudirse los problemas echándoselos a otros,  y los deudores no tanto. Es posible que, en la próxima crisis cíclica, ya lo hayan hecho.

 En fin. Historia cíclica.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 10-11-12.

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