miércoles, 14 de noviembre de 2012

HUELGA SI, HUELGA NO.

He vuelto del dentista. Me han quitado una astilla de un hueso molar que me ha estado jodiendo toda la semana. Quizás por eso he escrito un par de páginas, 'La plaga' y 'El Aval', que daban muestra de ese cabreo.

Aliviado de ese sufrimiento bucal que me dificultaba comer y me ha hecho perder algo de peso, me siento mas dispuesto para abordar la entrada de hoy, que se inspira en dos artículos de opinión publicados hoy en la 29 de 'Levante', uno de Rafa Ventura Meliá, a favor de la huelga, otro, una estupidez de alguien que parece un profesor universitario, Eduardo Jordá, quien niega la utilidad de esa forma de protesta.
(...)
Hablando de astillas, antes de entrar en materia recordaré que, en otros tiempos, a la Plaza de Castilla de Madrid, donde están los juzgados, los abogados le llamaban la Plaza de la Astilla. Se referían a los fragmentos del tronco de los sobornos que debían repartir por doquier para agilizar los pleitos, cuyo desenlace ya entonces se dilataba tanto en el tiempo, que había que engrasar a mucha gente para que siguieran su curso.

Han pasado muchas décadas y un régimen dictatorial fue sustituido en su día por las formas democráticas, y todavía andamos a vueltas con la justicia, sus lentitudes, sus carencias. Ahora, el animal de Gallardón trata de imponer desde su ministerio unas tasas para acceder a la justicia, tan descabelladas, que ese intento por si solo justificaría la huelga convocada para hoy, de no haber otros mil motivos que no voy a repetir, porque Ventura, en su artículo, los enumera con precisión. 

Es cierto que la naturaleza de la huelga ha cambiado con el paso del tiempo. En sus orígenes, las huelgas solían ser indefinidas, no demostraciones puntuales de un día, como suelen ser ahora. Solo la voluntad de perseverar en la protesta puede alcanzar la consecución de los objetivos, como puede ser el caso de los farmacéuticos en la Comunidad Valenciana, o los resultados conseguidos por el movimiento de protesta contra los desahucios. 

Solo extendiendo el conflicto a toda la sociedad y prolongándolo en el tiempo cobran sentido las movilizaciones contra los actos injustos perpetrados desde el poder. Dicho esto, no encuentro ningún motivo para negar, no solo el derecho, sino la utilidad de las protestas colectivas, mas allá de que un acto concreto, una huelga de un día, pueda parecer un brindis al sol. 

Los argumentos que he escuchado a la patronal para condenar la huelga son tan infantiles, tan ridículos, demuestran tanta ignorancia de las realidades sociales, que te partes de la risa al oírlos. Aludir a la productividad, con cifras falsas de costes de oportunidad por la producción perdida, como ha hecho el imbécil y corrupto Arturo Fernández, o decir que una huelga es inoportuna, son tonterías de tipos de despacho que no tienen ni idea de como funcionan estas cosas.

En doscientos años, aún esta por ver que se convoque una huelga pensando en la productividad, o que alguno de quienes la convocan se plantee si al amo le parecerá o no oportuna. Las huelgas no se hacen para contentar al amo, sino, para llamar su atención sobre lo que no es justo, o, en su caso, para acojonarlo, si. 

Son tantos los argumentos en favor de la huelga, tantos los colectivos perjudicados por la política del gobierno desde el día que comenzó a tomar sus medidas, que no solo son anti sociales, sino que desde el punto de vista técnico económico son errores aberrantes, que sorprende que no estemos en huelga indefinida todos esos colectivos, desde hace ya meses. 

No se si ha quedado claro, estoy mas del lado de Ventura, en favor de la huelga, que de Jordá, pero con un matiz. La huelga debe ser indefinida, hasta conseguir la caída del gobierno que perpetra una política, además de injusta, errónea.

Ahora bien, hasta que los movimientos de protesta maduren y se atrevan a hacer esa convocatoria en serio, nada se debe oponer a una huelga de un día. Lo peor que nos puede pasar es bajar la cabeza y someternos a la injusticia, a la ausencia de huelgas, aunque sean de un día.

Es una opinión.

En fin. Huelga si, huelga no.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 14-11-12.

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