lunes, 19 de noviembre de 2012

LIDERAZGO

"Abres tu el vino?. Mientras, yo caliento en el micro ondas las judías con jamón, el embutido y las croquetas de ave, hacemos la tortilla de calabacín, y cuando acabes con el vino, preparas la ensalada de tomate con atún, ¿vale?"

La cosa es que anoche, vinieron dos amigos a cenar, antes jugamos dos partidas al Continental, las perdí las dos y comenté, con rencor de perdedor, --Ya veo que has aprendido a jugar al Continental, aunque te ha costado seis o siete años..

Luego, en la sobremesa, surgió el tema del liderazgo, que es el objeto de la entrada de hoy.
 (...)
Mi amigo aludió a la falta de liderazgo de algunos movimientos de protesta que se oponen a las políticas actuales, tanto a nivel nacional, como europeo, y atribuyó a la ausencia de líderes en esos movimientos su, según el, escasa influencia en la vida política y económica de la que casi todos nos quejamos. 

¿Liderazgo? Mira a lo que nos han conducido los liderazgos. El liderazgo, tiene que ser una cosa compartida, no personal, para que funcione en beneficio del común de la gente. Las tecnologías disponibles permiten ese liderazgo compartido, con la consulta permanente a los interesados, pero la política no está evolucionando al ritmo de la tecnología. 

Siguen como en el siglo diecinueve, como si no hubiera ordenadores y ciudadanos internautas prestos a contribuir a las necesarias reformas de los sistemas sociales. Mi amigo no compartió mi visión del liderazgo, para nada. Murmuró, tu tienes una visión libertaria, ya lo hemos discutido otras veces. Después de eso, pasamos a echarles a los bancos la culpa de todo, hasta la hora de tomar un chupito de whiskey, yo no, no tengo costumbre.  Luego le di a mi amigo el ejemplar de 'Le monde diplomatique' que compré el viernes.

Nuestra distinta visión del liderazgo, me ha estimulado a profundizar un poco mas en el concepto, desde mi personal punto de vista. Para que exista liderazgo, ha de haber, primero, un proyecto bien desarrollado, tiene que existir además la voluntad de llevarlo a cabo y, lo mas importante, en la medida en la que la ejecución de ese proyecto afecta a la vida de las personas, una parte significativa de esas personas debe participar en el proyecto, con sus experiencias y opiniones, y aportar una función crítica para que quienes lo lideran no se desvíen, en lo fundamental, del proyecto común.

Hay experiencias libertarias históricas en las que se ha practicado un liderazgo colectivo, con resultados eficientes en la toma de decisiones. Es el caso de muchas empresas que fueron abandonadas por sus dueños durante la guerra civil en Valencia y que, gracias a la colectivización de su gestión, presentaron un patrimonio mayor y una mayor modernización en sus equipos, cuando sus dueños retomaron su propiedad, terminada la contienda. 

También es cierto que hubo otras experiencias mas negativas. Un familiar mio que ejerció de gobernador en Cuenca en aquellos días, se encontró al ocupar ese puesto que algunos funcionarios se habían llevado las máquinas de escribir a sus casas. 

Digo esto porque, erróneamente, se suele atribuir la condición del liderazgo a una sola persona, cuando el desarrollo de cualquier proyecto exige la participación, casi siempre, de un equipo numeroso, y conocer la opinión de las numerosas personas a quienes va orientado el proyecto. 

Son las propias empresas las que recurren de modo cotidiano, mediante encuestas y otros estudios de opinión, al conocimiento de las preferencias del público para adecuar sus decisiones a esos deseos. ¿Como es posible que el capitalismo, actualmente, esté tomando decisiones cotidianas, que no solo no responden a los deseos de los ciudadanos,sino que les perjudican de manera generalizada?.

En mi opinión, esto sucede, entre otras razones, porque el concepto de liderazgo que se maneja en los asuntos políticos y sociales, está desfasado. No tiene en cuenta los avances tecnológicos que permiten incorporar a la toma de decisiones públicas, las preferencias, las necesidades, las opiniones, el conocimiento de una gran parte de la población, perfectamente capacitada para participar en esas decisiones, aportando un equilibrio por medio de su participación que falta en estos momentos, desde que al comenzar el siglo el liderazgo se convirtió, casi exclusivamente, en liderazgo financiero. 

Tengo la intuición de que, mientras se siga aplicando en el siglo XXI un modelo de liderazgo mas propio del siglo XIX, los conflictos sociales solo aumentarán, con consecuencias que no son fáciles de predecir.

Una buena vía para reconducir esos conflictos sería incorporar las capacidades de los ciudadanos a la toma de decisiones. Eso no tendría porque repercutir en una reducción sustancial de los márgenes empresariales que también van a depender, en el futuro, de un mejor nivel de equilibrio en las relaciones sociales, pero las clases dominantes, tan proclives al ordeno y mando, son incapaces de entender las bondades del liderazgo colectivo, de la participación para obtener la eficiencia. 

Y mira que hay libros de gestión empresarial que insisten en el asunto, desde otro punto de vista. Se ve que los banqueros y los grandes empresarios no leen lo suficiente, ni siquiera a los suyos. 

En fin. Liderazgo. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN9) 19-11-12.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios