jueves, 13 de diciembre de 2012

DEL DOLOR Y DEL AMOR

Hace unos mil años, cuando estuve inmerso en una seria crisis personal, mamado con media botella de whisky, escribí en un hostal apartado un papel que afortunadamente he perdido que titulé así,'Del dolor y del amor'.

El paso del tiempo me había hecho olvidar tal cosa, hasta que el ministro Gallardón ha empleado, en el ejercicio de sus funciones justicieras, una terrible expresión que me lo ha recordado. Gallardón, como si estuviera interpretando un Auto Sacramental ha dicho, nada menos, que gobernar en una situación difícil es 'repartir dolor'. Algo así.

Tremendo, no?. Un ministro de justicia, en cualquier situación, debería emplearse a fondo para que se imparta justicia, sin tener conciencia de que reparte dolor, sobre todo porque, al parecer, 'El poder judicial cuestiona que el Código Penal de Gallardón sea constitucional'. ('Levante', 29).

(...)
La conciencia dramática, mas que jurídica, de Gallardón, es un evidente peligro para el país, no solo porque propone endurecer penas que ya son duras, sino porque mientras trata de imponer reformas ampliamente contestadas, en el país suceden cosas como que la CEOE declara que evitará nuevos casos como el de Díaz Ferrán('Levante',32) lo que tiene toda la pinta de un imposible metafísico, pues es del dominio público que Arturo Fernández, jefe de la patronal madrileña, obtuvo créditos de Caja Madrid y, visto lo visto, ahora que los jueces ya están investigando los concedidos por el Sr. Blesa a Díaz Ferrán, es razonable suponer la existencia de presunta prevaricación en los favores a Fernández, que solo es cuestión de tiempo que salgan a la luz,con lo que el propósito declarado por Rosell, deviene imposible.

Pero lo declarado por Gallardón es mas propio del melodrama, de aquel teatro de Pemán, tan antiguo, de los seriales que funcionaban en la radio de los cincuenta, que de la política, por lo que no parece apropiado juzgar con criterios políticos, lo que es una manifestación artística. 

Y en este sentido, el de su interpretación, hay que admirar que ajustara tan bien el gesto a la palabra cuando dijo que gobernar es repartir dolor, como si estuviera interpretando una obra de Calderón, muy bien, si, señor ministro, si no fuera por el detalle de que su función es tratar de que se imparta justicia, no imprimir un dramatismo teatral a sus declaraciones. 

Para eso ya están las compañías de aficionados, entre las que me cuento. El ejercicio teatral, aficionado o profesional, es un buen cauce para expresar emociones básicas. Mediante esa expresión se libra uno de los traumas, usted, seguramente, de su excesivo apego al dolor ajeno que, sin excluir un componente masoquista, parece una tendencia sádica

La próxima vez que sienta la necesidad de teatralizar sus declaraciones, le sugiero que olvide el dolor ajeno, esa tendencia sádica oculta,y exprese su compasión a través del amor, dimitiendo, acompañado de todo su gobierno, el Sr.Rajoy incluido.

Gracias, Sr. Gallardón, por su interpretación tan sentida. Ahora solo le falta ampliar el repertorio.

En fin. Del Dolor y del Amor.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 13-12-12.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios