DIMISIONES

Desde que comenzó diciembre llevo exigiendo la dimisión de Rajoy y su gobierno, por la putada de las pensiones, mayormente, con la fundada esperanza de que tal cosa sucedería mas pronto que tarde. Fundaba esa esperanza en el cosquilleo que percibía mi séptimo sentido. Todos tenemos mas de cinco sentidos, yo tengo siete, si.

He aquí que ese cosquilleo perturbador anunciaba con certeza despidos y dimisiones, cambios y remodelaciones, --que horrible palabra, no?-- pero no han resultado ser de Rajoy y su gobierno, sino del gobierno de aquí. Es lo que pasa con las intuiciones, presentimientos, premoniciones y esas cosas, percibes que algo va a pasar, pero no estás seguro de que es exactamente lo que va a suceder.

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Y  lo que ha sucedido es que 'Levante' presentó ayer una primera página llena de fotos, nombres y flechitas de distinto sentido que indican, unas los que se quedan, otras los que se van, otras los que llegan nuevos al gobierno de la Generalitat Valenciana, que ha sufrido su primera crisis desde que lo preside Fabra. Me ocuparé, solo, de los que se van, a los que llegan, hay que darles cien días de cortesía, no?, y a los que repiten, ya los conocemos.

Entre los que se van está Luís Rosado, probablemente el Conseller de Sanidad mas odiado por el personal sanitario, sin distinción de categorías, desde que la Sanidad pasó a ser una competencia autonómica. Ventajas de las remodelaciones, pierdes de vista a los mas incompetentes, aunque ignores todavía el grado de competencia de los nuevos.

No recuerdo haber leído muchos elogios tampoco en favor de Maritina Hernández, de la que nada puedo decir porque no conozco los resultados de su gestión. Pregunten a los agricultores. En cuanto a Lola Jhonson, no se porqué, me recuerda a una locutora de televisión, nada mas. 

Del Sr. Cabré, a quien ahora echan de Bienestar Social, supongo que los dependientes y quienes cuidan de ellos en las Residencias tendrán algún criterio para juzgar su labor, si es que su atención fue parte de sus competencias.

Total, que el cosquilleo que me anticipó los cambios en los sillones de la política, no indicó que serían meramente autonómicos, y el gobierno central sigue, como si tal cosa, firmando decretos todos los días que reducen y perjudican las condiciones de vida de los ciudadanos, sin que haya ningún signo de que Rajoy, y su gobierno, vayan a dimitir.

Pues bien, a pesar de eso, de mi evidente falta de acierto en mis intuiciones, vuelvo a pedirle al Sr. Rajoy que dimita, junto con su gobierno, y deje paso a otro equipo, me da igual que sea del mismo partido, de la oposición, o fruto de un gobierno de concentración, para que alguien, por fin, intente un cambio de dirección en la política económica y financiera del país que trate de evitar el descalabro al que nos conduce el rumbo de su política actual.

Sr. Rajoy: Dimita. 

Gracias.

En fin. Dimisiones.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 9-12-12.