domingo, 21 de septiembre de 2014

LA NADA

Confieso que cuando leí 'La Náusea' de Jean Paul Sartre no me enteré de nada, no tengo recuerdo alguno de aquel texto, en cambio recuerdo unas cuantas frases atribuidas a Groucho Marx, alguna falsa,que permanecen en mi memoria, algunas tan certeras que aún siguen vigentes, aunque ha transcurrido casi un siglo desde su incorporación a los tópicos de la cultura popular.

 'La parte contratante de la primera parte... Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros...Y, además, dos huevos duros... o esa que se dice que está grabada en su sepultura, Perdonen que no me levante...que quienes han visitado el cementerio donde está enterrado Groucho, aseguran que es pura leyenda, pero la que mas me gusta de todas, por su hondo contenido filosófico, es la que dice, He llegado de la nada a la mas absoluta miseria.
 .....
Si añadimos una palabra a esta última frase, vean lo que pasa, 'He llegado de la nada a la mas absoluta miseria moral...', se convierte en una sentencia de aplicación a lo mas rabioso de la actualidad, por ejemplo a Sonia Castedo, Enrique Ortíz, Cotino, tres sujetos sin principios ni moral que se quejan del linchamiento público, al haber trascendido su catadura expresada en conversaciones privadas, que ahora son del dominio público.

Sin embargo, como no se puede entender el texto sin considerar el contexto, hay que decir en favor de estos tres pájaros que si hubieran nacido en Dinamarca serían tres ciudadanos ejemplares, que no se habrían atrevido siquiera a cruzar un semáforo en rojo, pues me cuenta mi hijo que acaba de regresar de allí que la presión social sobre los presuntos infractores de las leyes es tan brutal que a nadie se le ocurre transgredirlas.

En cambio, aquí, en el país de los Ortíz, Castedo, Cotino, hemos inventado una frase genial, que define nuestra calificación moral, y que podría haber firmado Groucho, Hecha la ley, hecha la trampa. 

Una frase así, tan contundente, tan definitiva, no es fruto de la improvisación, sino de siglos de literatura basada en la pìcaresca. El Buscón, Lazarillo, Celestina, Guzmán de Alfarache, en una sociedad bipolar habitada por nobles y miserables y, mas tarde, en la sucesión de gobiernos absolutistas que promulgaban leyes injustas que incitaban a su no cumplimiento, creando así el sustrato cultural de un pueblo de infractores.

Pero yo quería hablar de la nada, ¿como se puede hablar de algo que no es?. Consulto en Wikipedia la conclusión de Sartre en 'El Ser y la Nada', y me armo un lío de tres pares de cojones,  con ser, conciencia y mundo. Concluyo, con una visión nihilista, que el mundo no existe, que solo existe el yo, y con esa premisa, comprendo mejor las actitudes y las prácticas de Ortíz, Castedo, Cotino. Si el mundo es una abstracción, ajena a su conciencia, como se atreven los que viven en ese lugar ajeno a pedirles cuentas de su conducta.

Esperemos que los jueces, que tendrán algo que decir sobre el particular, no utilicen en sus razonamientos conceptos filosóficos, sino jurídicos, porque el mundo podrá ser una abstracción desde el punto de vista filosófico, pero la pasta que, presuntamente, se han llevado estos, la hemos puesto entre todos.

 En fin. La Nada. 

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 21 09 14.

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