lunes, 1 de septiembre de 2014

CARRILLADAS

El Maravillas ha abierto y yo he vuelto a caer en el viejo vicio de la lectura del periódico para inspirarme en el relato de la realidad que recojo en la entrada del día pero, antes de analizar el estado cotidiano del sistema de mierda en el que nos toca vivir, haré un elogio de los empresarios, algo poco habitual en mis discursos.

Pues sí, algunos empresarios guisan muy bien. Ayer nos comimos el contenido de una cajita que guardábamos en el congelador para una emergencia. Después de un descongelado lento, como toca, abrimos la caja, pusimos su contenido dentro de un recipiente de cristal a prueba de altas temperaturas, ocho minutos de micro ondas, a quinientos, y voilá, la carrillada de ternera con boletus y salsa de Pedro Ximénez, o lo que fuera, comenzó a exhalar un aroma de pecado.

Al aroma se sumó una textura deliciosa, con la carrillada convertida en algo casi gelatinoso y un sabor de la salsa muy potente, pero sin pasarse de sal. Intentamos acompañarlo con unas patatas, pero no quedaban, así que mojamos un tocho de pan en la salsa. Chapeau.
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Así como la textura de la carrillada resultó de una suavidad deliciosa, en Levante de hoy leo que la cara dura de Montoro se ha vuelto ya diamantina, por su extrema dureza. Este hombre tiene la llave del grifo del dinero, del nuestro, porque, por mucho que digan que rebajan el IRPF, solo con el IVA se llevan el veintiuno por ciento de nuestras rentas, por no hablar de tasas, impuestos especiales y copagos, aparte de los robos tipo clan de los Pujol, y lo hace, manejar ese grifo, con una complacencia sádica, se le nota, propia del jercicio de un poder casi absoluto. 

Al parecer, en un gesto de magnificencia propio de los antiguos reyes absolutistas, Montoro va a dejar una limosna de algo mas de setenta millones de euros a los ayuntamientos, no se si a los nuestros o a los suyos. Al mismo tiempo, Gregorio Martín cifra en su artículo de hoy en mil millones las necesidades financieras de la Generalitat Valenciana para no entrar en un estado de shock.

A ver, mil millones parece una cantidad importante, según como lo mires. Cualquier millonario altruista, Soros, o Gates, o algún amigo de Roig, los donan cada día a una ONG para cuidar su prestigio de capitalistas/humanistas, y casi nadie se entera.

Aquí llevamos a vueltas con los mil millones desde antes de que Fabra, el delineante, lo digo por lo de las líneas rojas, estrenara su inoperante retórica que no nos ha conducido a ningún sitio en el que no estuviéramos ya. 

Digamóslo ya, el nuevo sistema de capitalismo neoconservador, impuesto desde Alemania, es una puta mierda, incluso para ellos, como se está viendo por la tendencia al estancamiento de su economía, por los problemas que empiezan a aflorar en Francia, por los cinco, o los que sean, millones de parados de aquí, y por el envilecimiento de las rentas del trabajo que cada vez suponen mas trabajo, y menos renta, para los privilegiados que acceden a eso que es cualquier cosa menos un mercado, el trabajo, porque los demandantes no tienen poder para negociar el salario con quienes los emplean.

En la página Galbraith, que algún usuario ha rescatado de su diván antiguo, se contiene una explicación razonable de lo que nos está pasando. Lo que tenemos ahora, en este momento, es un sistema mas injusto que antes, que se ha generado al dar a la economía financiera, el flujo de dinero especulativo, prioridad sobre la economía productiva, basada en el pleno empleo.

Al levantar las restricciones que controlaban la circulación del dinero, se dió rienda suelta a la codicia de financieros especuladores, que enseguida comprobaron que la tasa de retorno de sus inversiones era mucho mas veloz en el espacio financiero que en el productivo.

Eso, es lo que nos ha traído hasta aquí, y la retórica de mierda de Rajoy y Merkel, exhibida estos días en televisión, no sirve para negarlo.

Aquí, quienes se dirigen a la opinión pública desde los medios, sea Montoro, Rajoy o Merkel, hacen gala de una cara dura tremenda, negando las evidencias, intentando que nos traguemos la dureza de sus discursos, nada menos que cuarenta mil millones mas de recortes.

Siempre nos queda el recurso de la carrillada en caja, la textura de esa mejilla de ternera, tan bien aliñada por algún empresario de la alimentación, contrasta con la dureza de la cara de estos hijos de puta.

En fin. Carrilladas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 1 09 14.

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