viernes, 26 de septiembre de 2014

TEATRO

El martes pasado, en la sesión de apertura del curso en el Aula de Teatro, el profesor, a quien le gusta empezar por el principio, después de las presentaciones y saludos protocolarios, nos sugirió que buscáramos información sobre la palabra troglodita y su relación con el Teatro.

Si hemos de creer a Wikipedia, Herodoto, el historiador griego anterior a la movida cristiana, mencionó esa expresión en sus escritos y describió a los trogloditas como un pueblo 'legendario' que vivió en algún lugar de Africa, habitaba en cavernas y no sabía hablar.

Si consideramos que se han encontrado los restos de Lucy, y tras las oportunas pruebas, se ha determinado que tienen una antigüedad de tres millones de años, podemos entender mejor la palabra 'legendario' que se atribuye a Herodoto pues, este jovencito, que vivió apenas unos centenares de años antes de la eclosión de la llamada era cristiana, parece difícil que tuviera trato directo con los trogloditas.

Troglodita, se puede traducir por cavernícola, y es esta expresión la que yo encuentro mas vinculada con las artes escénicas. Ya el cine cómico usó de los cavernícolas en sus imágenes para producir la risa del público. El otro día, la cadena de televisión pública, que emite muchos refritos porque no tiene un duro, hasta el punto de que ha dimitido su responsable, nos mostró a los cómicos de la Trinca, que luego se hicieron millonarios con la producción televisiva, haciendo de cavernícolas,  luego están las series televisivas, como Los Picapiedra, y  el cine actual ha explotado ese filón en pelis como En busca del fuego, o El Planeta de los Simios, aunque con un enfoque mas sofisticado.
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Ayer asistí a clase de teatro, con esta información en la cabeza, aunque había olvidado la agenda con las notas que tomé en casa. Me disponía a proponer una escena corta de teatro, con unos alumnos vestidos con pieles, otros vestidos de Guzzi, unos hablando, otros usando solo lenguaje gestual, y plantear una situación de conflicto, con un desenlace que mostrara que por mucho que pasan los milenios, la naturaleza humana no cambia en lo esencial, pero la clase de ayer no fue, en absoluto, teórica, sino física, y resultó mucho mejor.

Comenzamos con ejercicios de estiramientos, luego seguimos con danza, cuatro o cinco piezas musicales rítmicas contemporáneas, luego la expresión corporal, se trataba de imitar los movimientos y desplazamientos de un animal elegido por cada uno de nosotros, sin emitir ningún sonido, primero en solitario, luego en grupo, intentando alguna forma de comunicación con los demás. 

Repetimos varias veces ese ejercicio y al final, el conjunto de la clase debía pronunciarse sobre la clase de animal que había representado cada uno. Abundaron las aves, águilas, golondrinas, gaviotas o simplemente pájaros. También hubo jirafas, conejos y hasta una leona. 

He de puntualizar que el único varón, en un grupo de dieciocho alumnos, era yo. Opté por parecer un simio. Con las piernas flexionadas y las manos en los sobacos deambulé por el aula, y cuando se trató de comunicarse en grupo, opté por el olfato, olisqueando a las compañeras, eso sí, procurando no acercar mis narices a sus partes nobles. 

Llegado el momento de desvelar el animal representado por cada uno, todas dijeron de mi, un mono. Yo precisé, un Bonobo. Una compañera, sentada a mi lado, dijo, --un Bonobo, ¿esos no son muy crueles?, --Que va, contesté yo, son muy pacíficos, se pasan el día follando.... 

Terminada la sesión animalista, vino la de canto, y luego la de relajación, que fue la leche...el profesor preguntó como se sentía cada uno después de la relajación, y yo contesté, sin vacilar, --como si acabara de salir de misa...

Al finalizar la clase, el profesor sugirió que buscáramos información sobre Arte Prehistórico, concretamente, sobre arte mueble y arte parietal. Yo acabo de hacerlo, antes de iniciar la página y resulta que el mueble, se refiere a piezas artísticas que, por su tamaño, son fácilmente trasladables, y el parietal, también conocido como rupestre, se refiere a pinturas realizadas sobre grandes superficies de piedra. Curioso, ¿no?. 

Al salir del Aula, me quedé un momento pegando la hebra con el profe en el umbral del local. Surgió lo del cierre de Canal 9. ¿Como es posible que un medio de comunicación al servicio, principalmente, de los intereses de un grupo político determinado sea cerrado por ese mismo grupo? Yo aventuré, tiene que ser que había tanta basura allí dentro, que intentan enterrarla, como las mafias sicilianas enterraban sigilosamente el material radioactivo en los vertederos de Palermo. Mira por donde, en Levante de hoy va una noticia que parece confirmar esa intuición. 

Y eso fue todo, que no es poco, no? 

En fin. Teatro.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 26 09 14.

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