lunes, 20 de octubre de 2014

DISTANCIA

He bajado al Maravillas, dando un rodeo hacia la farmacia, que está a cierta distancia del bar, para comprar una caja de ampollas de jalea real vitaminada. Ya en el Maravillas, he pedido medio vaso de agua y he tomado la primera ampolla de jalea, convencido, por mi fé en este producto, de que perseverando en esa toma durante cuarenta días, estaré en condiciones de hacer frente al resto del otoño, el otoño gripal, el político, pero, sobre todo, el mediático.

Después, he asistido a clase en el Aula de Medios de Comunicación aunque hoy, por su contenido, me ha parecido mas bien una clase de teatro. Mis compañeros de aula asistieron a la representación de El Deshaucio de Bernarda Alba, una obra teatral que comenzó siendo un breve texto de micro teatro y se ha convertido en un espectáculo de una hora, con un enorme éxito de público.

Hoy hemos dedicado hora y media a comentar y debatir esa obra, que yo no he visto. Por lo escuchado en el debate, me ha parecido entender que se trata de una obra compleja, que bebe de tres fuentes, el texto de Lorca, la técnica teatral de Pirandello (Seis personajes en busca de autor), pues se usa del desdoblamiento entre personajes y actores, de modo que a veces hablan los personajes de Lorca, otras los del adaptador, otras los propios actores, aunque en escena siempre son los mismos, y la tercera fuente es la denuncia de la demolición del teatro por el poder, pues toda la obra se desarrolla en un camerino, mientras las máquinas de demolición se acercan, inexorables, a los personajes de texturas teatrales múltiples que soportan la obra, uno de ellos, un hombre, vestido de negro, con un bastón, Bernarda Alba, otro, una de sus hijas, que se ahorca al final de la obra.

Como se vé, dramatismo y complejidad, todo ello alejado de elementos anecdóticos, en la línea, también, de Brecht.

.....
Bertol Brecht, en los años treinta, buscaba con su teatro, si hemos de creer a Wikipedia, hacer pensar al espectador, procurando distanciarlo del elemento anecdótico, para ello se fijó en los incipientes medios de comunicación de masas que la recién estrenada Sociología empezaba a utilizar con fines políticos.

Es curioso que esta mañana pensaba escribir sobre el distanciamiento del receptor de los contenidos de los medios, y el debate teatral al que he asistido, al final, me ha llevado al mismo concepto porque, nunca ha sido tan necesario como ahora, al menos en lo que a mi concierne, tomar una cierta distancia de lo visto y oído en los medios, cada día. 

Cuando uno es bombardeado de modo cotidiano con la historia de las tarjetas de Caja Madrid, llega un momento en que siente el impulso de insultar a los tipos que salen en pantalla. Solo un cierto distanciamento de la noticia impide que lo hagas y te pongas a su mismo nivel. 

En lugar de insultarlos, puedes pasar de lo anecdótico y pensar, ¿que puedo hacer yo para influir en un cambio en las relaciones de poder que impida en el futuro que los impuestos que pagamos en cada compra se usen de esa manera? 

La respuesta racional, es relativamente sencilla, no votar a ninguno de los partidos involucrados en ese y otros escándalos, votar a candidatos de movimientos emergentes, no contaminados por esas lacras, cuando toque. 

Tomada esa decisión, sientes que todo lo demás es anecdótico y las sucesivas imágenes que te sigan presentando, te molestarán menos. 

También puedes distanciarte de un modo mas jocoso. Cuando los medios hacen campañas continuadas de quince días con el mismo tema, pregúntate, no por lo que oyes, sino por lo que han dejado de decirte. Daré un ejemplo. ¿Donde está Jordi?, puede ser una pregunta jocosa. 

Del mismo modo que nos están machacando con el Ébola, y con las tarjetas de Caja Madrid, no hace tanto lo hacían con el escándalo de Jordi Pujol. De repente, Jordi ha desaparecido de las noticias, si te apetece jugar a lo anecdótico, con permiso de Brecht, ¿porqué no?, puedes imaginar, por ejemplo, que Jordi Pujol, a través de terceros, puede haber contribuído a destapar el último escándalo, para tapar el suyo. Después de todo, todos lo vimos amenazar en su comparecencia en el congreso con tirar de la manta y salpicar a todos, se acuerdan? Puede que si, puede que no, pero especular con cosas anecdóticas no cuesta nada, y es algo jocoso. 

De todos estos asuntos, políticos, mediáticos, o la demolición de la cultura teatral, por medio del IVA que impusieron quienes nos gobiernan, que también gobiernan el teatro, hay que tomar una cierta distancia, prescindir de lo anecdótico y recordar lo esencial.

Cuando llegue el momento, ninguno de los partidos involucrados en estos escándalos, merece nuestro voto. Teniendo esto claro, ya te pueden marear todos los días con trucos sociológicos para pescarte de nuevo, la distancia te salvará de caer en sus redes. Lo dijo Brech, también está en los textos del Deshaucio de Bernarda Alba, y, supongo que está en la conciencia de una mayoría ciudadana que no se queda en lo anecdótico. 

En fin. Distancia.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 20 10 14.

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