sábado, 4 de octubre de 2014

SIGÜENZA

Parece que nos vamos a Sigüenza el próximo puente de Octubre. Lola ha llamado, la reserva está confirmada, no han pedido pelas, dicen que ya pagaremos allí, y Lola está dispuesta a llevarnos a todos, los cuatro, en su Chevrolet de importación color naranja, así que todo está arreglado.

He mirado el tiempo en Sigüenza y parece que no va a llover ningún día de los que estemos allí. En esto del tiempo, yo me fío de Maldonado, el metereólogo que da la cara en las páginas 'El tiempo en....' tanto o mas que de los showman que presentan ahora los espacios del tiempo en la tele como si fuera un programa de variedades, sobre todo después de haber leído a Montón, con el que casi siempre discrepo, en la columna del meteo de Levante, que precisa que una cosa es el clima y otra los meteoros, por eso hay dos disciplinas distintas, la climatología y la meteorología, que tratan de esas cosas.
......
No conozco aún Sigüenza, por eso la página de hoy no va en 'Crónicas de viajes y lugares', aunque hemos dado tantas vueltas por Internet hasta encontrar alojamiento, que la imágen de su urbanismo monumental ya me resulta familiar. Es lo malo de Internet, si lo usas, reduce considerablemente el efecto sorpresa del viaje. 

En las imágenes que ofrece Internet de Sigüenza se ve un importante patrimonio de edificios religiosos y mi escasa memoria televidente recuerda, de las series históricas, la presencia del Obispo de Sigüenza en las tramas de poder. 

Las familias mas o menos nobles de entonces, buscaban tener entre sus miembros algún eclesiástico con mando porque la espada sin la cruz, entonces, era como tener ahora algunos ayuntamientos y ningún diputado en las cortes. 

Aquí hubo unos personajes históricos, los Borja, conocidos en Roma como Borgia, que practicaron como nadie el juego de tronos, al menos el pontificio, y uno de ellos, conocido como Alejandro VI, debió granjearse muchos enemigos en ese juego pues lo que mas ha quedado de su memoria histórica que han escrito otros, es el lado disoluto y dispendioso de su biografía. 

En esto, es una opinión, el paso del tiempo nos ha mejorado mucho, aunque sostengo a menudo que el paso del tiempo no cambia, en lo esencial, a los hombres, porque, en aquellos tiempos, solo Alejandro Sexto se podía permitir aquel nivel de vida, mientras que ahora, cualquier sindicalista, por el simple hecho de ser consejero de Caja Madrid, ha tenido barra libre, por medio de las tarjetas opacas, para vivir como un príncipe de la iglesia, como en juego de tronos, o como un obispo de Sigüenza de la época. 

Pero Sigúenza es algo mas que un magnífico espacio monumental, si atendemos a la información consultada. Está el Parque natural de Río Dulce, sus grandes espacios arbolados, en fin, una naturaleza potente que no se puede dejar de visitar y que plantea un problema logístico, ¿que ropa me llevo?. Evidentemente, hay que duplicar la maleta, una con ropa urbana, otra con ropa y calzado adecuados para andar por selvas y quebradas. 

Luego está la gastronomía, en esta época, hay que llevar un manual de micología, por la abundancia de hongos que seguro que están allí, esperando unas manos expertas, que no son las nuestras. Y el cacho de cordero que he visto fotografiado en Internet, que les voy a contar, no soy muy carnicero, pero es ver la foto y se te hace la boca agua. 

No vayan a pensar que el Ayuntamiento de Sigüenza me ha pagado por escribir este artículo, en negro, aunque si lo hubiera hecho, yo no me habría negado. Después de la barra libre de los listos de Caja Madrid, ya hemos pasado cualquier límite y nadie pensará que es incorrecto cobrar de cualquiera, de cualquier modo. 

Nos vamos el próximo día 9, y el blog estará sin nuevas aportaciones hasta el 12. Como siempre, recomiendo visitar las entradas antiguas. En particular hay una, 'Augures' que recomiendo que no se la pierdan.

Doy este aviso, por si mis trastornos de vértigo me impiden hacerlo en su momento. 

En fin. Sigüenza. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 4 10 14.

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