INCERTIDUMBRE

Anoche me miré en el espejo de la tele y vi mi rostro reflejado en la pantalla con una sonrisa tranquila. Linde, gobernador del Banco de España, declaraba que, después de la visita de los hombres de negro ha quedado en evidencia que nuestros Bancos están bien. Un segundo después, mi rostro reflejaba una mueca de terror. El propio Linde declaraba a continuación que si bien nuestro sistema financiero está bien, no se pueden hacer predicciones de futuro. Me sonó a incertidumbre. Después de escrita esta página, he oído la noticia de que  la azotea del Banco de España  está en llamas. Joder, que fuerte, ¿no?.

En ausencia de incertidumbre, los hombres vinculados a los sistemas financieros no suelen privarse de hacer pronósticos, mas o menos prudentes, lo que indica que, efectivamente, hay incertidumbre sobre lo que puede suceder en el futuro. En situación de incertidumbre, no hay inversión, ni por tanto empleo.
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Cuando dejé de ver la tele, intenté un análisis mas sereno. Los gobernadores del Banco de España, se han caracterizado por hacer la vista gruesa cuando, en tiempo de vacas gordas, el sistema financiero se lanzaba a operaciones heterodoxas que podían poner en peligro la estabilidad de todo el sisema y, cuando esa inestabilidad era manifiesta, se han dirigido al gobierno para que ponga nuestro dinero para devolver los bancos en crisis a una situación de equilibrio, cosa que han hecho muy bien, a juzgar por el visto bueno de los hombres de negro. Entonces, que credibilidad hemos de dar al señor Linde en lo que dice, pero, sobre todo, en lo que no dice, no sé.

En este asunto de los hombres de negro y la salud de nuestro sistema financiero hay otra cosa que conviene valorar. Al parecer hay mas de dos decenas de bancos en Europa que no solo no están bien, sino que están muy mal. Estas cosas se contagian, ¿saben?. 

Me sorprende que las autoridades españolas hayan conseguido, por fin, unos protocolos de actuación sanitaria capaces de cortar de raíz la crisis del Ébola, y hace unos años, cuando apareció el virus de la crisis financiera, no fueran capaces de elaborar los instrumentos indicados para su control, de modo que cuando pasó por el país acabamos con mas de 6 millones de parados. 

El señor Rajoy está contento porque tenemos algún ciento y medio de miles de parados menos, pero resulta que el  número de desempleados que tenemos ahora es el mismo que cuando comenzó su legislatura, la población activa se ha estrechado de manera alarmante por la fuga de extranjeros que han vuelto a sus países y el empleo precario crea bolsas de pobreza entre los trabajadores, desconocidas antes. 

5,5 millones de desempleados actualmente no es algo para tirar cohetes, pero claro, si hace unos trimestres estábamos aún peor, entiendo que el señor Rajoy hable de recuperación, solo que a este ritmo de creación de empleo, harán falta diez o quince años para recuperar el pleno empleo, ¿porqué? 

Lo ha dicho Linde, con su silencio, Incertidumbre. Yo percibo además, en el ambiente, desconfianza. Tangentópolis, una expresión referida a la gran crisis de corrupción en Italia hace años, que ahora comienza a aparecer en nuestros periódicos.

Aquella crisis se saldó con la desaparición de los partidos tradicionales y la emergencia de Berlusconi, el rey de los corruptos, que paradoja, aliado con la extrema derecha , en el panorama político de Italia.

Aquí no puede suceder lo mismo, porque la extrema derecha está dentro del Partido Popular y, si este cae, caerá con el. Nuestro dilema, ante la incertidumbre, es otro. Seguir apoyando a los partidos tradicionales, confiando en su regeneración, o buscar un cambio generacional en la política española con gente no marcada por la corrupción, pero inexperta en tareas de gobierno. 

Yo creo que lo tengo claro, prefiero confiar en los inexpertos. En política, se aprende muy deprisa, la experiencia se adquiere con mas rapidez que en cualquier otro campo de la actividad humana.

En fin. Incertidumbre.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 27 10 14.