FASTOS Y BANDERAS

He bajado al Maravillas después de tomar alguna precaución, como ponerme camiseta interior y calcetines, porque ayer cogí un trancazo en la playa de la Malvarrosa, esperando a unos amigos durante una hora, mientras un inclemente viento del norte se filtraba en mis carnes, añadiendo a los restos de mi episodio de vértigo, la novedad de un nuevo achaque. Son cosas de la edad. No. Es que aún no he hecho la toma de jalea real para protegerme del otoño, y me ha pillado en bragas.

No pensaba prestar atención al periódico, primero, porque es lunes y lleva fútbol, segundo, porque estoy un poco saturado de los relatos periodísticos de la realidad que no son, exactamente, la realidad. Tony me ha hecho ver que Levante está organizado en dos cuadernillos perfectamente diferenciados, uno lleva solo fútbol, el otro lo demás.

Cuando ha separado el cuadernillo del fútbol ha aparecido ante mis ojos la foto de primera. Homenaje a la Guardia Civil en Valencia. He visto a Rita Barberá besando la bandera. Hay quien se ha quejado de que esa bandera ha costado 15.000 euros, dos millones y medio de las antiguas pelas, yo me fijo mas en que la saliva y el aliento de Rita sobre ese caro trapo, lo habrán dejado a punto de lavadora, con lo que perderá el apresto que justifica su precio.
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Vamos a ver, no estoy en contra de homenajes a la Guardia Civil, es solo que si yo fuera ministro del interior, cosas mas raras se ven, como que lo sea Fernández Díaz, un tipo feo, católico, poco sentimental, un producto del nacional catolicismo mas rancio, que trata de sacar adelante leyes que limiten las libertades ciudadanas, hace una política de control de la inmigración francamente patibularia y encima no paga bien a los guardias civiles. Si yo fuera ministro, decía, organizaría ese homenaje de otra manera.

Daría una paga extra a todos los guardias, se lo merecen, porque solo la agrupación de Tráfico factura un millón de euros al día por las sanciones a los infractores de las leyes que regulan ese tráfico. Luego daría una comida, pero en un recinto privado, cuartelario, nada de desfiles ni actos públicos. 

Allí, los discursos, las exhibiciones de banderas, quedarían en el ámbito profesional que les corresponde y nos librariamos del oprobio de ver en público al director general de la guardia civil, que debería haber sido obligado a dimitir por su ministro, por sus metidas de pata.

De las banderas...que quieren que les diga...ahora tenemos un follón de tres pares de cojones con las jodidas banderas, que si la estelada, que si la otra...todo esto me recuerda una canción italiana...'La riva bianca.....la riva nera.... tra-la-la-la-la-la...la bandiera...etc'. 

En tiempo de paz, las banderas no molestan demasiado, pero la historia de Europa está jalonada por decenas de millones de muertos, a los que cuando estaban vivos, se les jaleaba para que se mataran por las banderas.

Esto no es ninguna tontería, y conviene no olvidarlo cuando dejamos las babas sobre una bandera para homenajear a quienes han de defenderla. Yo no sabía que la guardia civil está mal pagada, hasta que la otra mañana, cuando volvíamos de la concejalía de bienestar social, de interesarnos por los viajes que, al parecer, subvenciona Rus, y gestiona el Ayuntamiento, nos cruzamos en la acera con un oficial de ese cuerpo.

El oficial llevaba el tricornio en la mano, de tal modo, que parecía un mendigo con el cuenco de la limosna listo para estimular la dádiva. Juro por Guillermo Puertas (Bill Gates), que mi primer impulso fue dejar caer un euro en el tricornio, pero mi mujer me lo impidió, sujetándome la muñeca. 
--Que haces?, dijo, ese euro nos hará falta para el recibo del gas, ahora cuando nos repercutan lo del tracking... 

Fastos y banderas, aunque no quieras, siempre recuerdan los hábitos de otra época, una época de palios y desfiles, de muy ingrato recuerdo para los que ya tenemos una edad. Por favor, redúzcanlo al ámbito profesional.

No molesten a la ciudadanía con la imagen de la alcaldesa morreando la bandera y la presencia de un director de la guardia civil que debería haber sido cesado hace tiempo.

En fin. Fastos y banderas. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 6 10 14.