lunes, 8 de junio de 2015

EL DIAGNÓSTICO

Hoy tenía visita médica, para conocer la opinión del médico sobre los resultados de la última prueba analítica, de modo que, antes de acudir al café donde estoy citado con tres compañeras de Medios, he acudido al consultorio, con la duda de si llegaría a la cita con las chicas, porque el médico me dió cita a las diez, y las chicas a las diez y media.

Por suerte, solo había un par de pacientes delante de mí, el médico me ha recibido enseguida y, mirando a la pantalla del ordenador, ha comenzado a anticipar su opinión. El azúcar está bien, --lo ha dicho con una pizca de incredulidad-- el riñón, el hígado, la próstata, la sangre --no hay anemia-- todos sus parámetros analíticos son perfectos.....excepto el colesterol.

 ¿El colesterol?...

.--Bueno, son solo cinco centésimas, se pasa usted cinco centésimas del límite máximo recomendable....nada que requiera tratamiento farmacológico, solo un poco de cuidado en la dieta con las grasas.

Yo escuchaba al médico y pensaba para mí, hace unos años alguien cambió los parámetros de medición del colesterol, redujo loa límites aceptables y como consecuencia de esa modificación, los laboratorios se hincharon a vender fármacos anti colesterol que antes no vendían. Hay que ver como es esto de la salud pública, no?

.......

El médico parecía satisfecho con el diagnóstico, parecía complacerle tener un paciente mayor a quien no debía recetar nada. Yo le recordé mis episodios de temblor esencial, cómo aumentaban de intesidad últimamente, esperando que me recomendara alguna solución, pero el, muy prudente, me dijo, los beta bloqueantes que podría recetarle no están indicados por su incompatibilidad con el litio y el trileptal que usted toma. 

¿Entonces? 

--Pruebe usted a tomar una copa de vino tinto en ayunas, el Etanol que contiene, le aliviará esa tendencia al temblor involuntario. 

La consulta con el médico terminó con tiempo sobrado para que yo pudiera llegar puntual a la cita con las chicas de Medios. 

Mientras tomábamos café, --yo, agua Perrier-- nos hemos planteado qué hacer con estas citas, ahora que el curso termina, y la decisión ha sido unánime, haremos un posgrado, de café, se entiende, después de que el Aula de Medios haya cerrado, porque nos hemos acostumbrado a esta hora juntos y yo, en particular, la echaría mucho de menos si no veo a L, al menos una vez por semana. 

Mientras tomamos nuestras consumiciones bajo el intenso perfume de los árboles que hay plantados aquí, miro a L, el collar de ámbar que lleva puesto, sus hermosas piernas hoy ligeramente visibles por encima de las rodillas, el vestido de suave textura que la envuelve, y celebro que el médico no haya encontrado en los análisis de mis visceras, de mi sangre, nada que impida tener expectativas de seguir viviendo, y la mañana perfumada y luminosa me invita a decir a L, cuando me despido de ella, a la puerta de su casa. --El ámbar tiene propiedades mágicas, acércate a mi a ver si me alcanzan esos poderes...te puedo dar un beso?.... 

 Ahora estoy aquí, escribiendo estas impresiones, y estoy encantado con las expectativas de seguir viendo a L, aunque el curso termina el próximo miércoles. 

 En fin. El Diagnóstico. 

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 8 06 15.

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