JURIS PRUDENCIA

Esto de la etimología es un poco como la cirugía, metes el bisturí a una palabra que ha resultado compuesta por el uso, jurisprudencia, y te salen dos palabras simples, juris (iuris) y prudencia, cono si hubieras separado con el bisturí dos vísceras pegadas por un proceso patológico.

¿Porqué estas dos palabras nacieron separadas y luego se juntaron?. No sé. Tal vez porque, en un principio, algunas sentencias judiciales no eran prudentes, sino osadas o distorsionadas por intereses ajenos a la equidad del iure.

¿Significa esto que amontonar dos términos en uno garantiza la prudencia en el juzgador?, la respuesta como siempre, es opinable, pero si observamos algunas manifestaciones actuales de la prudencia y algunos personajes públicos, podemos añadir información para formular una opinión.

Escucho las declaraciones de Carmena y son un modelo de prudencia, educación, sensatez y respeto al dirigirse a sus oponentes. Pienso en el señor de la Rosa, tan obeso, y me cuesta creer que las sentencias del tribunal que habita sean prudentes, siendo el juzgador tan imprudente con sus excesos gástricos, ya se que imprudente es otra cosa compuesta, pero en este caso el im, significa que no es prudente, y de una persona que no es prudente con su salud, es difícil creer que siente una jurisprudencia coherente.

Hay personas prudentes y otras que no lo son, con independencia de que ejerzan, o no, en el ámbito de la justicia. Si se diera un premio mensual a la imprudencia verbal, el de mayo habría corespondido, por aclamación, a Esperanza Aguirre, pero eso a ella le debe gustar, que hablen de una aunque sea mal, para que hablen bien ya está Telemadrid.

Hecha esta breve introducción, paso a hablar de jurisprudencia en otros términos porque ayer se celebró en el Aula de Teatro la función de fín de curso, y uno de los entremeses que se escenificaron fue el diálogo entre dos personajes, una alcaldesa y una jueza, alrededor, precisamente, del concepto de jurisprudencia, entre otras actuaciones que también comentaré.
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En ese Aula, yo actué con el grupo de las siete, pero la cosa empezó con los grupos de otros horarios que, en mi opinión, fueron demasiado ambiciosos al plantear su actuación, una obra con mucho texto y ocho personajes en el escenario que, con tanto texto, y tantos actores, dió como resultado que se perdieran continuamente, incapaces de dar continuidad y fluidez a un texto tan complejo, pero como la cosa iba de divertirse y saltó a la vista que ellos se divirtieron ya al elegir y lucir sus difraces estrafalarios, pues, oye, nada que objetar. 

Nosotros, el grupo de las siete, fuimos mas prudentes, escogimos textos mas cortos, con pocos personajes, y la cosa salió mucho mejor, si dejamos a un lado lo delirante de algunos textos, como el que me tocó compartir con una india, haciendo yo de sheriff marica, en un supuesto escenario del Far West, donde la paella se usa como cosmético y abrillantador de metales. 

Nuestra actuación fue la primera de la segunda serie y finalizó con una canción a dúo, una ranchera que a mi compañera la india le salió muy bien, pero yo tuve algunas dificultades por el tabaquismo. Esta mañana, en el Maravillas, Tony me ha dado a probar un cigarrillo Lucky con esencia de limón y he notado que me refrescaba los pulmones cantidad, igual me paso al Lucky de sabores. Que imprudencia, ¿no?. 

Luego intervinieron dos compañeras, una hacía de torero, Perico, que vuelve a casa después de haber toreado en distintas plazas, su mujer le dice que está embarazada, discuten que nombre ponerle al niño, si hacerlo torero o ministro, al final deciden que las dos cosas y la cosa termina con una invitación, diferida, al bautizo del niño. 

Después, un compañero y una compañera, volvieron a escenificar un diálogo entre el sheriff y la india, con distinto texto y, naturalmente, con distintos recursos escénicos, porque cada alumno es hijo de sus circunstancias, y en ellos se notó, para mejor, porque hay que ver la india que voz y presencia tan seductoras exhibió. 

Por último, lo mejor de la tarde, dos compañeras dijeron el diálogo entre alcaldesa y jueza, con la peculiaridad de que la chica que hizo de jueza sufrió un accidente a una edad temprana, que le tocó el sistema nervioso y, cuando está en escena, queda sujeta a movimientos imprevisibles, involuntarios, que a veces dan con ella en el suelo. 

Nada de eso sucedió, la actuación de las dos fué perfecta, la alcaldesa demandando a la jueza soluciones jurídicas para una acción municipal, traer el agua al término, con procedimientos de dudosa legalidad, que propicia un discurso de la jueza sobre jurisprudencia, antes de concluir con una borrachera compartida entre las dos, a base de barrechats largos de coñác. 

Como se vé, una tarde completita, que concluyó en un local del Cármen donde se presentaba el evento Intramurs, una acción de arte callejero que se prolongará a partir de octubre, y en cuyo acto nos convidaron a barra libre de cerveza. Que más se puede pedir?.

En fin. Juris prudencia

 LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 5 06 15.