miércoles, 30 de noviembre de 2016

LLUEVE

"LEVANTE". El Mercantil Valenciano. martes, 29 de noviembre de 2016. 1,30 euros. "Las lluvias arrasan 8.000 hectáreas de cultivos y dejan daños por 14 millones. El temporal descarga 139,7 litros en 48 horas en Valencia, casi tanto como en todo el año y obliga a rescatar a 36 personas. Más de 1200 niños se quedan sin clase por las inundaciones en sus colegios. (P7, 8, 22, 23 y 24).

"Escapa de su coche antes de hundirse. La mujer fué rescatada tras salir por la ventanilla del vehículo en el Port de Sagunt." La imágen de esta señora saliendo del coche entre las aguas, al parecer, ha batido records en las redes sociales estos días.

Son las seis de la mañana. Estoy sentado en el sillón del comedor, con la lámpara de pié encendida, mirando la primera página del periódico local de ayer cuyo contenido me mueve a titular la página de hoy del blog, así, 'llueve'.

En realidad contemplo, a través de la ventana, los últimos coletazos de este brutal episodio de lluvias que ha arrasado parte de las tierras de Levante, además de otras muchas, con la intuición de que, dentro de un par de horas habrá dejado de llover, bajaré a La Fuente, me sentaré en su terraza, y compartiré una hora con Cármen, alguien de quién ustedes no pueden saber si se trata de un personaje ficticio o una persona real, porque en la vida, y en los cuentos, no es fácil separar la realidad de la ficción.

En el periódico, una gran foto muestra la imágen del funeral dedicado en la catedral a la ex alcaldesa de Valencia, que voy a tener que dejar de llamar Heliópolis, la ciudad del sol, porque hace casi una semana que prácticamente no lo vemos, el sol.

En el primer plano de la imágen, aparece Cañizares, con su báculo, si el periódico fuera aromático, se notaría el tufo diabólico de este hombre santo, a quien nos ha mandado el papa Francisco desde el Vaticano, para tirárselo de encima.

Detrás, a la derecha, aparece un cuarteto pepero, Margallo, ex ministro de exteriores, a quien pudimos ver en las últimas imágenes difundidas de R.B. viva, cuando le requería de viva voz con un mote cariñoso, Margui, para que se acercara a saludarla, lo que el ex ministro hizo de un modo claramente incómodo y huídizo.

Al lado de Margallo, otro hombre del PP, calvo, a quién no reconozco del todo, pero me suena haberlo visto en la tele, relacionado con alguno de los muchos asuntos sucios, corrupción, dicen, que es frecuente encontrar en los medios, sobre todo durante la última legislatura del PP, que ahora, con los votos mayoritarios respecto a otras minorías, aunque sin mayoría absoluta, de los generosos y condescendientes votantes de las generales, que no dan demasiada importancia al latrocinio de lo público y tienen, al parecer, un cierto temor a lo nuevo, o a lo rojo, vaya usted a saber, a diferencia de los de aquí, que se han arriesgado permitiendo un tripartito, que osadía, quienes votaron en las últimas generales, digo, han vuelto a confiar las responsabilidades de gobierno de este raro y variopinto país a las huestes de Rajoy Brey.

El señor Rajoy no aparece en la foto del funeral, aunque vino por aquí, con mucha más gente, un desembarco partidario para dar el pésame a la familia de R.B., sin respetar la voluntad de esa familia que dijo, expresa y públicamente, que no quería políticos en el funeral. ¿No quieres caldo?, tres tazas.

El criminal de las Azores, Aznar, que nunca ha sido juzgado por aquello, ni ha pedido perdón como Blair, aparece al lado del calvo, junto a la Botella, la peor alcaldesa que ha tenido Madrid en toda su historia, a su lado, Carmena es un dechado de habilidad y eficacia política municipal. En segunda línea, detrás de los Aznar aparecen Camps, Fabra y un fantasma del pasado, Jaime Mayor Oreja, ¡que miedo, no?.

El titular que acompaña la foto dice así: El PP valenciano no rebajará su linea roja contra la corrupción. El partido echará a los imputados,(casi medio centenar) a pesar de la presión tras la muerte de la exalcaldesa. P9 y 10.

La página cierra su edición con tres cositas más. El Constitucional tumba la Ley valenciana de la Custodia Compartida, (mala suerte para los custodios, aunque no es una decisión judicial retroactiva, con lo que las custodias concedidas así seguirán vigentes). El precio de la luz sube un 14% tras la caída de las energías renovables. (No es una novedad, cada cierto tiempo, sobre todo cuando estuvo Soria de ministro, la suben, aunque a Soria hay que agradecerle, además, la indemnización millonaria que pagaremos durante más de un decenio, por la interrupción del fracking en la costa de Castellón). Feria del Automóvil Valencia. Más de 3.000 coches, 40 marcas y descuentos de hasta 6000E" ....

La lectura de las palabras lluvia y coches, me mueve a relatar una experiencia que tuve ayer, cuando volvía de El Saler, después de llevar a mi mujer para atender a mis dos nietos, una obligación de canguros derivada de la orfandad en que sus padres, trabajadores docentes, dejan a sus hijos, obligados a dedicar más horas a las evaluaciones, reuniones con padres y otras historias, que no son, para nada, compatibles con eso que se llama, en términos de ficción, conciliación familiar.

La ida al Saler, con mi Skoda Octavia de diecisiete años, --todo un chaval, no?-- fue fácil, pero el regreso, ay... a las seis de la tarde, parecía noche cerrada, por la coincidencia de la hora con una masa nubosa, negra como el carbón, que invadía la carretera, CV500 le llaman, con el añadido de que, durante varios kilómetros, la vía se estrecha por obras y discurre por un estrecho pasillo entre vallas.

Todo normal, de no ser porque mi mujer, que venía de copiloto, entró en pánico, al ver lo sinuoso de mi trayectoria, demasiado cerca de la valla, mi indecisión antes de tomar las curvas, porque no veía un pijo, me operan de cataratas enseguida, en cuanto llamen del Peset, además dejé olvidadas mis gafas de ver en algún lugar entre Santa Cruz de Moya y Casas Bajas, total, que la expresión que he escrito en alguna página del blog, 'quiero que mi viejo coche me sirva de sudario' estuvo a punto de cumplirse en el regreso, ayer por la tarde, de casa de mis nietos, ese riesgo evidente le produjo a Encarna un episodio de sudoración y cuando llegamos a casa, tuvo que cambiarse, porque el canguelo de acompañar a un conductor como yo, en un coche como el mío, a una hora y con unas circunstancias meteorológicas como las de ayer, fué superior a la gran capacidad de autocontrol de la que goza normalmente.

Y ahora viene el núcleo del asunto, ¿cómo pueden saber ustedes si el relato de ese regreso por la CV500 es cierto, o es producto de mi imaginación calenturienta? No pueden. Este blog, que pronto cumplirá diez años y, según las estadísticas de hoy ha recibido más de 4000 visitas en el último mes, y mas de 97.000 en términos acumulados, ¿qué es, en realidad, como definirlo? ¿Una autobiografía novelada, una bitácora como se dice en términos marineros? O es otra cosa. Y yo que sé. Solo sé que me pongo a escribir y sale lo que sale.

Para concluir, daré algún dato biográfico, nací un mes de octubre de 1943, pero la fecha exacta de mi nacimiento, está sujeta a controversia. No sé si fué el 30 o el 31 de octubre, porque aunque estoy registrado el 31, en aquel tiempo los papás no se daban la prisa que se dan ahora para hacer coincidir la fecha del registro civil con la realidad.

Además, en mi tarjeta SIP del sistema sanitario público,se afirma que nací el 21 de Octubre. Yo, cuando pido cita médica por Internet, pongo esa fecha falsa en la pantalla, porque de lo contrario, no puedo solicitar la visita. Me pregunto en cuantos ficheros más, de El Corte Inglés, de Mercadona, de los Servicios de Inteligencia de medio mundo, habrá datos falsos míos. No sé.

La lluvia, no sé porqué, es algo poético, quizás melancólico. Lo percibí así cuando leí un libro, cuyo título y autor no recuerdo, en el que su autor escribió: 'Te atravesó la lluvia y supe que eras recuerdo'. Esas nueve palabras expresan, de modo magistral, el mundo emocional del personaje, un padre que pierde a su hija y, durante años, sigue viendo su imágen como si aún lo acompañara de modo cotidiano, hasta que un día la lluvia, al atravesar la imágen virtual, imaginaria, hace que acepte aquella pérdida, concluyendo así el largo duelo que le hacía recrear su imágen cada día.

La lluvia estuvo muy presente en los otoños húmedos de mi infancia, cuando llovía de verdad, como lo ha hecho la última semana por aquí. En alguna página del blog, cuyo título he olvidado, escribí una evocación de aquella memoria infantil:

 "En el espacio sin tiempo de nuestra infancia, vivíamos ajenos a todo aquello que no formaba parte del escenario lúdico de nuestros juegos, hasta que una tarde lluviosa de noviembre, un caballero con polvo en la levita nos leyó en el barro de las calles los avatares de nuestras futuras vidas adultas, y la fecha exacta de su término..."

Pues eso. Llueve. Aunque ahora mismo comienza a salir el sol.

En fin. Llueve.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 30 11 16.

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