EL FORO

Los Foros eran lugares de encuentro en las ciudades de la antigüedad clásica. Al pie de sus columnas mas soleadas tal vez se sentaban los filósofos cínicos acompañados de sus discípulos a la salida del Gymnasium, para hacerse preguntas de dudosa respuesta. Supongo que también se celebrarían allí mercadillos, pero ignoro si los magistrados frecuentaban esos lugares para que los patricios deslizaran en sus oídos el sentido de las sentencias que debían dictar.

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El PP de Heliópolis acaba de crear un foro para influir en jueces y fiscales ante la ofensiva de denuncias del PSPV que, según sus adversarios, ante su incapacidad para ganar elecciones, judicializa la vida pública.

Cuenta la noticia en la página 6 de 'Levante' que se pretende crear un lobby en el sector judicial para desacreditar las denuncias de la oposición. Un par de precisiones. La vida pública, cuando emana un aroma putrefacto, se judicializa ella sola, sin ayudas de parte. Lo judicial no es un sector, como el calzado o la hostelería, es un poder independiente, y así como los zapateros o los restauradores están en su perfecto derecho de influir en la política para defender sus legítimos intereses, montar un foro, o lo que sea, para influir en las decisiones judiciales es, antes que otra cosa, un ataque a la Constituciòn que consagra la división de poderes y la independencia judicial.

Al parecer, el PP, hace cuatro años, hizo algo parecido, montó una comisión para controlar y combatir el trabajo de la Fiscalía, aunque al final tuvo que desistir del intento.

A mi, la verdad, estos inventos no me parecen foros, lobbys, ni comisiones, se asemejan mas bien a la figura de un gremio. En estos casos se trataría de un gremio de sepultureros, que, bajo la batuta de Trillo, el sepulturero mayor, se han atribuído la misión de enterrar la basura, haciendo evidente, una vez mas, su afición por los vertederos, que tanto caracteriza a esa organización política aquí.

Si el objetivo de esta estrategia política de la derecha que gobierna, mal, Heliópolis, es desjudicializar la vida pública, pueden empezar por no dar motivos a los jueces para que intervengan en la salvaguarda de la legalidad de las actividades de contenido económico derivadas de esa vida pública.

Estricta aplicación de la legalidad en Concursos, Adjudicaciones y Contratos, transparencia en la creación y funcionamiento de empresas públicas, una política estricta de comportamientos políticos que defina que cosas se pueden aceptar, y que cosas no, de contratistas, respeto de las incompatibilidades, supresión de los amiguismos, son, entre otras cuestiones, obligaciones políticas elementales cuyo cumplimiento alejaría el fantasma de la judicialización de la política, mucho mas que el intento gremialista de influir para que las sentencias de los muchos asuntos acumulados por su falta de apego a la legalidad, sean favorables a la parte denunciada.

Daría algo por saber si los magistrados que frecuentaban los foros de las ciudades de la antigüedad clásica, lo hacían para prestar oído a los patricios que les sugerían el sentido de sus sentencias, o solo para tomar el sol.

Del mismo modo, estoy impaciente por conocer si ese foro recién creado del que la prensa da noticia hoy, tendrá finalmente alguna influencia sobre un poder, el judicial, que nuestra Constitución define como independiente y soberano, separado del poder político, lo que implica plena jurisdicción e independencia para juzgar a los políticos, cuando estos incumplen, hasta el delito, sus obligaciones mas elementales.

En unos meses o años, cuando conozcamos los desenlaces de los sumarios abiertos, lo sabremos. Hasta entonces, no estará de mas estar atentos, para observar las maniobras de ese comité de sepultureros.


LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 20-10-10.