lunes, 11 de octubre de 2010

UNA AFECCIÓN DE GARGANTA

Mi garganta está inflamada, tal vez sea algo relacionado con la fiebre que padecí el sábado por la noche. Lo noto porque me cuesta tragar, parece que esa inflamación ha estrechado mis tragaderas. He bajado a la farmacia, en busca de una caja de ampollas de jalea real vitaminada, Ibuprofeno no, porque tengo en casa, pero estoy considerando no tomarme nada, porque ese estrechamiento de la glotis, ¿Se llama así? parece tener unos benéficos efectos colaterales.

Ya no puedo tragar, como antes, los sofismas mendaces, las mentiras revestidas de falsos aleluyas, las falacias cosméticas destinadas a la ocultación con que nos lacera cada día la inagotable capacidad manipuladora de los cernicalos que gobiernan Heliópolis.

Excluyo de esta generalización a la portavoz del gobierno autonómico, Paula Sánchez de León, porque, a mi parecer, hace un uso mas moderado, objetivo y ponderado del lenguaje político, con mas precisión jurídica y mayor elegancia que la mayoría de quienes le han confiado esa portavocía.

Si Paula abandonara la nave de los locos en la que va embarcada y fundara un partido nuevo, se llevaría de calle los votos centristas del electorado, en el supuesto de que existan.

(...) Nuestras gargantas, inflamadas o no,pueden tragar sin sentir náuseas una sola mentira durante mucho tiempo, tienen capacidad para deglutir un gran número de sofismas, mendacidades y exageraciones, siempre que sea durante un tiempo limitado, pero ninguna garganta, sana o enferma, es capaz de asimilar, de manera permanente, un flujo contínuo de información manipulada, declaraciones tendenciosas y mendacidad extendida, que no es exclusivo del partido que malgobierna Heliópolis, pero está siempre presente en su discurso político para la galería.

Esa limitación fisiólogica, tal vez explica dos tendencias que se perciben, de un modo preocupante, a mi juício, entre la ciudadanía, no solo de aquí. La polarización y la indiferencia. La polarización está presente en todas partes, no solo en Heliópolis, donde ha reducido hasta límites de ahogamiento los espacios centristas, sino en USA, donde los bloques demócratas y republicanos ocupan ahora espacios tan irreconciliables como el que se percibe en las manifestaciones callejeras de sus partidarios.

La polarización crece y excede los límites de la política, entrando en tromba hasta
en los equilibrios monetarios mundiales. El Yuan y el Dólar son ahora sujetos monetarios absolutamente polarizados, empujados por las necesidades políticas de los respectivos gobiernos de sus países emisores. Los chinos, se niegan a revaluar su moneda, porque es el instrumento para su crecimiento acelerado. Obama está preocupado por la relación de cambio entre su moneda y la china, porque necesita exportar mas y con ese cambio no puede competir en los mercados. Su astronómica deuda está denominada en dólares, supongo.

Tengo dudas de cual de las dos tendencias, la polarización o la indiferencia, pueden ser mas lesivas para recuperar un ambiente de buen gobierno en el mundo político. Si bien la polarización encubre, creo yo, una cierta tendencia al sectarismo, un modo de pensamiento mas anclado en el prejuício y la bandería que en la sosegada valoración de la gestión política de unos y de otros, permitiendo en ocasiones una cierta petrificación de los malos gobiernos, cuando los ejercen 'los nuestros', la indiferencia es, me parece a mi, un verdadero obstáculo para que se produzca la necesaria regeneración del tejido político, pues la expresión de esa indiferencia, es una especie de afasia que impide la necesaria participación ciudadana en todo sistema democrático medianamente sano.

Tengo la sensación de que la mayoría de la gente de a pie es menos estúpida de lo que algunos políticos que lanzan sus soflamas demagógicas y populistas piensan.
Distinguen con claridad entre la realidad auténtica, cotidiana, y su representación
que, cuando está tan alejada en los discursos de los actores políticos de las necesidades e intereses de la población, empuja a sus destinatarios al escepticismo,
la indiferencia, y la ausencia de participación.

Esta tendencia se expresa en la cada vez menor afluencia a las urnas, porque la indiferencia y el escepticismo se traducen en el descreimiento de que la alternancia, la sustitución de unos actores políticos por otros, pueda tener algún efecto en la calidad de vida de los indiferentes.

Este descreimiento en la eficacia de la alternancia, también está presente, en mi opinión, entre quienes acuden a las urnas, y explicaría la falta de interés de la población, que reflejan las encuestas, en cambiar el sentido de su voto. Está de sobra el triunfalismo de los beneficiarios provisionales de esas encuestas, que se apuntan esos sondeos a la bondad del ejercicio de su gobierno.

Esa indiferencia, esa acomodación inmovilista que reflejan las encuestas entre el electorado potencial de Heliópolis, podría ser el reflejo del hartazgo de la política, de la imposibilidad de tragar por mas tiempo los sofismas, mentiras y falacias que nos colocan cada día, y que conducen, inexorablemente, al descreimiento
sobre las virtudes regeneradoras de la alternancia.

Al igual que el sistema inmunológico de cada persona puede reaccionar de un modo singular a la presencia de una infección, el electorado de cada comunidad política
lo hace en diversas formas en situaciones especiales.

Algunos prefieren la alternancia, porque aún creen en ella, otros la indiferencia, el descreimiento, otros se sienten bien con la polarización, si tienen tendencia al sectarismo, pero,cada vez mas, el desprestigio generalizado de la credibilidad política, fabrica un mayor número de personas que se exilian voluntariamente de la participación política para quedarse en el limbo de la abstención.

Los propios políticos tienen la llave para reconducir la situación. Bastaría que se abstuvieran de intentar hacernos tragar, de modo permanente, las mentiras, falacias y sofismas cosméticos que nos colocan cada día, y devolvieran al lenguaje político
la claridad, sencillez y honestidad que se espera de sus conductas.

Es solo un punto de vista. ¿Cual es el suyo?. Puede expresarlo vía comentarios.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 11-10-10.

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