lunes, 25 de octubre de 2010

EMPRESARIOS

Leo con alguna frecuencia la expresión burguesía referida al empresariado actual y me llama la atención que los mismos que declaran obsoletos --a mi también me parece que lo están-- términos como clase obrera y lucha de clases, utilicen un término que, políticamente, es marxista, y que solo conserva un sentido histórico que describe la superación del feudalismo. Cuando al término burguesía se le añade el adjetivo ilustrada, entonces es el colmo del anacronismo.

La figura del empresario en la sociedad actual es demasiado importante para despacharla con un criterio lastrado por el historicismo. Requiere una mirada nueva, actualizada y actualizante, a la altura del relativo --luego explicaré lo de relativo-- peso social que comparte con otros agentes sociales.

(...) He conocido, a lo largo de mi vida laboral y profesional distintos tipos de empresario, y he leído algunos libros que trataban de acercarse desde distintas miradas y épocas a la figura del empresario, y esas experiencias personales y saberes trasladados desde figuras eminentes que han estudiado el mundo empresarial, me parecen mas útiles para aproximarse a ese interesante y complejo mundo, que las viejas categorías históricas que algunos todavía usan.

Para entender los caracteres actuales que definen al empresario hay que observar el salto que hay desde la Gerencia de Empresas que popularizó Peter Drucker, a la Tecnoestructura que definió Galbraith, pero sobre todo hay que considerar que en la época en la que ambos autores editaron sus saberes empresariales la economía financiera estaba al servicio de la productiva, mientras que en los últimos años la economía financiera se ha separado de la productiva, y esta se ha vuelto mucho mas dependiente de la financiera. A eso me refería al hablar del relativo peso social de los empresarios.

El empresario de hoy es, en general, mas que un burgués ilustrado, un factor de desarrollo económico mas dependiente de los financieros y de los políticos, de lo que lo hayan sido cualesquiera de sus predecesores. Esa condición dependiente tiene mucho que ver con la lentitud que estamos observando en el proceso de recuperación de la actividad económica frenada por la crisis.

Creadores empresariales que controlan procesos de alto valor añadido, escapan de esa dependencia porque financian, en mayor medida que otros, una parte significativa de su crecimiento con recursos propios. Otros, cuando alcanzaron una dimensión suficiente para hacerlo, dejaron de depender del crédito bancario doméstico y obtienen sus recursos en bolsas internacionales.

La gran mayoría de los empresarios siguen anclados en los sectores tradicionales y en dimensiones que no les permiten la autonomía financiera. Cuando hablamos de empresarios, conviene precisar si nos referimos a quienes yo llamo creadores empresariales, porque han alcanzado un nivel de excelencia en lo que hacen, o a ese nutrido ejército en cuyas filas se inscriben la mayor parte de los trabajadores de este país, un quinto de los cuales ha ido a parar al desempleo, en alguna medida, porque los empresarios para los que trabajaban carecían de autonomía financiera.

No creo que ese numeroso ejército tenga parentesco alguno con la burguesía ilustrada
a la que se refiere hoy Burguera en la página 24 de 'Levante', en su artículo 'L'Émpresariat Valenciá i el Nacionalisme'. Buscar rastros de esa burguesía ilustrada en el panorama empresarial actual es un anacronismo histórico.

Lo que si hay en esa nómina empresarial son distintos niveles de excelencia, aunque lo que mas abunda, como en otros grupos sociales, es el conformismo, la falta de iniciativa y una tendencia a repetir, a transitar por caminos ya trillados y a quedarse instalados en una dimensión manejable a nivel personal.

La mayoría de los que optan por esa visión conformista de la empresa,no suelen alcanzar la autonomía financiera, dependen mas que otros del crédito bancario y son los primeros en caer cuando el crédito bancario se estrecha.

Si no hubiera empresarios habría que inventarlos. No es concebible una sociedad como la actual sin el impulso generador de riqueza de los empresarios. Pero al igual que su existencia es imprescindible, de la calidad de ese empresariado depende en buena
medida el bienestar de muchas personas.

El empresario ideal, para mi, sería un compuesto de saberes casi renacentista. Digamos un 20% de psicología, para reconocer a los buenos colaboradores sin que se lo digan otros, un 30% de creatividad --los empresarios mas importantes de los últimos veinte años son aquellos que han sabido inventarse su propio negocio-- 20% una salud a prueba de bomba, 20% un conocimiento profundo del mundo que lo rodea, lo que implica una capacidad de observación y síntesis por encima de lo común. 10% de sentido de la responsabilidad social inherente a su función de empresario. Si, además, tiene afición por la lectura de los autores de la época de la Ilustración, bien, pero no es imprescindible.

En fin. Empresarios.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 25-10-10.

1 comentario:

  1. Estuve surfeando en tu pagina y la que me gusto mas es esta que has titulado "EMPRESARIOS" .
    Felicidades.
    Also visit my site :: Bancanetempresarial

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