He bajado al Maravillas y está cerrado, por defunción de un familiar, según dice el cartel pegado en la puerta metálica. Después he cruzado la avenida, bajo una lluvia blanda los árboles del seto lucían en sus hojas un brillo especial, después de la oportuna limpieza del agua de la lluvia. Me gusta la lluvia, si, cuando no va acompañada de viento que hace mas desapacible el ambiente. En el bar de los locos he tomado un café cortado y, después de comprar la prensa en el quiosco anexo, le he dado un vistazo rápido.
Hay emergencia nuclear en Japón. Las autoridades de allí han decretado la evacuación de mas de veinte mil personas por los riesgos que supone el aumento de temperatura en un reactor de la central de Fukushima, a consecuencia de los daños del tsunami, que ha dejado sin energía eléctrica,y sin medios alternativos, los sistemas que tienen la función de refrigerar el reactor. ¿Da miedo, no?.
En las páginas de Economía, un titular afirma que Zapatero acepta la imposición alemana de vincular los salarios a la productividad. Para quienes no estén acostumbrados al lenguaje oscuro, conviene aclarar que esto significa, en realidad, desvincular los salarios de su actualización ligada a los incrementos en la inflación. ¿Da miedo, no?
Luego he vuelto a casa y mi mujer me ha dicho que ha oído por la radio que se ha producido una explosión en una nuclear, no se en cual de ellas.
Un poco acojonado, la verdad,por el tono apocalíptico de los medios de comunicación, he hecho un par de consultas en Internet para tener una visión´mas amplia de lo que sucede y me he enterado de que Greenpeace ha hecho llegar sus condolencias a las autoridades japonesas por las víctimas del tsunami y que informa de las medidas
tomadas en función de los riesgos calculados, y las comparte. Luego he bajado a la calle para ver lo que pasaba y, al ver que no pasaba nada, he ido a comprar a Mercadona.
No hay nada como acercarse a la realidad sin intermediarios para obtener una versión mas exacta de los hechos.
(...)
Al entrar en Mercadona he encontrado al mecánico frigorista, cliente del Maravillas, quien ha precisado que la persona fallecida que ha motivado el cierre del bar es la hermana de la dueña, que residía en Mallorca. Una información mas amplia y de fiar que un mero cartel pegado en una puerta.
Del mismo modo, Greenpeace me parece una fuente de información mas fiable que el ex miembro del Consejo de Seguridad Nuclear que, ante el incidente de Japón, se explaya en un artículo en la 39 de Levante haciendo afirmaciones mas que dudosas sobre las garantías de seguridad de nuestras centrales nucleares. Eso, se lo cuentas a otro, capullo.
Las consecuencias previsibles del críptico mensaje de Zapatero sobre la vinculación de los salarios a la productividad, (en lugar de a la inflación) pueden ser observadas de primera mano repasando el ticket de la compra. El mío, el de la compra de hoy, incluye una treintena de artículos. Un tercio de esos artículos tienen un precio inferior a un euro. Los otros dos tercios cuestan mas de un euro, algunos alcanzan, rebasan o se aproximan a los tres euros.
Hace poco tiempo, ¿un par de años, tres? casi ninguno de esos artículos alcanzaba el euro. Estamos hablando de artículos necesarios, de consumo habitual. En las personas, o familias de rentas mas bajas, el peso de ese gasto en su consumo total suele ser mas elevado que en las de rentas mas altas. Esas familias son las que se van a ver mas afectadas por la decisión de Zapatero de desvincular los salarios de la inflación.
Si esa medida se confirma, el descenso en la renta real de los trabajadores en un par de años puede alcanzar tasas de dos dígitos. Los movimientos de protesta, las huelgas, nunca han estado tan justificadas como la necesidad de oponerse a una medida que, si se pone en práctica, provocará el empobrecimiento masivo de millones de trabajadores, a menos que se acompañe de una nueva política fiscal para que los beneficios de los ricos tributen mas y esos recursos se dediquen a compensar, con otras medidas, el deterioro de las rentas mas bajas de algún modo.
No es de recibo que Juan Roig haya cerrado el ejercicio en Mercadona con unos beneficios de mas de 60.000 millones de las antiguas pelas, a base de subir los precios al mismo tiempo que va diciendo que los rebaja, y que el sistema fiscal no rebañe de esa cifra algún millón mas, por medio de un impuesto extraordinario, para contribuir a las necesidades públicas generadas por la crisis.
Los banqueros, los capitalistas y los políticos de este país hacen gala de una poca vergüenza que roza lo inaguantable. Dado que el voto se muestra insuficiente para corregir esas conductas, a la gente de a pie nos queda la protesta, la huelga, y el boicoteo.
En lo que a mi concierne, lo tengo claro, no volveré a poner los pies en Mercadona, hasta que no baje los precios. Hay otros sitios donde comprar. Que le den a Juan Roig. Si el ejemplo cundiera, se acabarían, al menos temporalmente, los abusos.
Tampoco pienso meter un papel en una urna hasta que la política no se regenere.En cuanto a los bancos, los pocos ahorros que tengo estoy pensando en retirarlos y guardarlos bajo el colchón.
Un poco apocalíptico me ha salido. Me he dejado influir, seguramente, por el tono apocalíptico de los titulares de prensa. Ha dejado de llover. Un sol tímido asoma por la ventana. Seguramente iré a la mascletá, Antes, quiero mostrar mis condolencias al pueblo japonés por las víctimas del tsunami. Eso si que es una tragedia. Pero no es el apocalípsis. El mundo no se acaba, aún.
En fin. La Cesta de la Compra.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 12-03-11.
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