sábado, 14 de mayo de 2011

BAJAR LOS SALARIOS

He bajado al Maravillas, como no había periódico he ido yo mismo a comprarlo por cuenta del bar. De lo leído, me ha llamado la atención un titular que se refiere a la actitud de los empresarios de Heliópolis que expresan su opinión sobre cuales deben ser las relaciones laborales en la actual situación de inflación y estancamiento económico. Afirman su determinación de no vincular la negociación salarial de los convenios con el incremento de los precios.

Leído así, uno no sabe si lo que quieren es pagar salarios por encima de la inflación para estimular la demanda de bienes de consumo duradero y no duradero, con el mayor poder de compra de los asalariados (medida Keynesiana), o por el contrario, se trata de bajar aún mas los salarios por el procedimiento de no actualizarlos con índices automáticos vinculados al aumento de los precios (Guarrerías Tatcherianas).

(...)
Igual hay de todo entre los empresarios, gente inteligente en favor de la salida de la crisis por la vía de fortalecer la demanda, y otros que prefieren dejar su patrimonio a salvo, y que sigamos hundidos con el argumento de que hemos de ser 'mas competitivos', sospecho que prevalecen los últimos.

Esa horrenda palabra 'competitividad', suena fatal y no es nada literaria. Tiene la virtud de descubrir toda una filosofía de empresa basada en confiar la productividad a un solo factor, los salarios bajos, prescindiendo de la productividad como concepto comprensivo de todos los factores de producción y competencia, que son muchos y variados, además de los salarios, y que fiar la capacidad de competir solo al factor mano de obra es propio de economías atrasadas, no desarrolladas, que no incorporan a los bienes y servicios ofrecidos, ciencia, investigación, tecnología, innovación, en cantidad y calidad suficientes para competir en los mercados de economías avanzadas.

Una Economía, la nuestra, la de Heliópolis, que ha estado volcada sobre todo en la construcción especulativa y en los servicios, es una economía atrasada, pero, sobre todo, desequilibrada, por falta de peso tecnológico en el conjunto de sus sectores.

Hacer casas, siempre me ha parecido una noble actividad, su producto final da cobijo a la gente. Hasta que la locura de la especulación transforma la atención a la demanda de necesidades humanas en una espiral destructora, en la que el número de unidades construidas excede con mucho de las demandadas, convirtiendo una actividad racional en un fin en si mismo y generando una espiral de precios como la de otros bienes en oleadas especulativas semejantes.

Ahora, nos dicen que la solución a este despropósito es bajar los salarios. Ustedes han especulado, nosotros debemos aceptar una baja salarial. Hagan el favor, vayánse a la puta mierda.

Sospecho que aquellos de nuestros empresarios que no comprenden bien los mecanismos de la oferta y la demanda, son los mismos que discrepan de las políticas anti cíclicas, una herramienta no suficientemente utilizada para enderezar la maltrecha economía que han dejado.

Estaría bien que esos empresarios que demandan bajar los salarios como una panacea inversa contra el estancamiento, llamen a Lolo Sainz, ex seleccionador nacional de basket, que ahora se dedica a la formación de empresarios, para que imparta un curso acelerado que los ponga al día de los requerimientos de su condición de empresarios en situaciones difíciles.

No obstante, me permito aclarar un matiz. Lolo Sainz habla de la 'gestión de personas'. Las personas no se gestionan, no son stocks, ni las reglas de la logística se les aplican. Con las personas se convive, se interacciona y es en esa interacción en la que la sabiduría de Sainz puede intervenir para que los talentos y los esfuerzos individuales se conjuguen y tomen forma en torno a unos objetivos comunes.

No creo que busquen esa asistencia, es mas cómodo bajar los salarios, que tratar de elevar el nivel de los empleadores.

En fin. Bajar los salarios.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 14-05-11.

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