ORGANIZADOS

Ayer estuve una hora entre los acampados que ocupan la plaza del Ayuntamiento de Heliópolis, y debo decir que no me sorprendió nada el alto grado de organización cívica visible en el comportamiento de los integrantes de este llamado movimiento 15-M, en realidad un conglomerado que agrupa diferentes plataformas ciudadanas con voz en la Red, en su mayoría jóvenes con formación universitaria en situación de desempleo.

Yo también fui universitario y conozco que el método, la disciplina, y la dedicación
son hábitos que se adquieren estudiando, sin los cuales no se suelen alcanzar los objetivos personales a través del conocimiento, por tanto, eso es lo que me ha parecido reconocer en los integrantes de ese movimiento.

La organización del espacio de la plaza, incluyendo biblioteca, ludoteca para los niños, almacén de provisiones, espacios para las asambleas, la logística que se encarga de proveer de lo necesario a los acampados, los carteles que indican el uso de las diferentes zonas, el cuidado en la limpieza, el almacenamiento ordenado de las basuras, el aprovechamiento de los vivacs de cartón, empapelados con mensajes que explican los propósitos y objetivos de los concentrados, la recogida de firmas, y la agilidad para volver a montar el campamento cada vez que los camiones de riego de la alcaldesa requieren desmontarlo para regar la plaza pública, todos estos signos indican que se trata, a mi juicio, de una acción altamente organizada, como corresponde a la formación, la edad, y los objetivos de los participantes.
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Esto, en lo que se refiere al lado, digamos, material, de la movida, pero lo verdaderamente interesante del asunto es el mensaje, los objetivos que nos transmiten y los métodos elegidos para definirlos y trasladarlos a la opinión y a los políticos.

Después de asistir a la acampada tuve el privilegio de escuchar en la Sexta a Fabio Gándara, portavoz de la plataforma 'Democracia real ya' que explicó con mucha claridad los objetivos que persiguen. Desde mi mirada, estamos ante unos grupos informales que utilizan métodos libertarios, anarquizantes, pacifistas, pues eso es la democracia directa, asamblearia y abierta que vi practicar con mis propios ojos.

Ahora bien, si esos métodos se pueden calificar de libertarios, no ocurre lo mismo con los objetivos. El anarquismo histórico niega que la democracia directa sea compatible con la parlamentaria, mientras que Gándara dejó bien claro en su intervención que ellos no son contrarios al parlamentarismo, sino que buscan un cambio en las actitudes de los políticos, digamos, profesionales, de modo que gobiernen de acuerdo con los deseos de los ciudadanos, expresados por la vía asamblearia.

En cuanto al contenido de sus propuestas, algunas parecen bastante modestas, alcanzables y compartidas por algunos grupos políticos, como la reforma de la Ley Electoral hacia un modelo mas participativo.

Sin embargo, el contenido de otras de sus propuestas es altamente explosivo, cuando niegan la legitimidad de los parlamentarios para imponer políticas diseñadas desde el poder financiero, en ocasiones, como estamos viendo en España, impuestas desde otros países y órganos internacionales.

La figura del político parlamentario que demandan estos jóvenes, es la de un sujeto obediente a los criterios de la ciudadanía, establecidos libremente en asamblea, porque tienen muy clara la noción de que, quien vota y paga, manda, y no al revés. Tengo serias dudas de que los políticos de este país, acostumbrados a mandar ellos en nombre de una abstracción, la soberanía del pueblo, estén dispuestos a someterse, mas allá del voto periódico, a la soberanía permanente del pueblo.

Este me parece que es el centro de un posible conflicto que todavía no se ha manifestado en toda su crudeza. Las reacciones de los partidos parlamentarios ante la protesta que habita las plazas del país, ha ido desde el desconcierto inicial, a intentar sacar tajada partidaria de esa caldera en ebullición que son las protestas callejeras.

En la tertulia de la Sexta me sorprendió enterarme de que la famosa Jornada de Reflexión que ha motivado una prohibición de la Junta Electoral cuyo alcance aún no ha sido suficientemente analizado, es un invento carpetovetónico, que un tertuliano calificó de paternalista, que no existe en ningún otro país europeo. El Tribunal Constitucional, al parecer ya se ha pronunciado otras veces en defensa del derecho a manifestarse, que está por encima de una supuesta protección al votante que, en su condición de persona adulta y madura, no precisa que nadie le proteja.

Dado que la aplicación de esa decisión central está en manos de las juntas provinciales, habrá que ver como se lleva a la práctica en cada sitio. En Heliópolis, (Levante) los del 15-M dicen que se manifestarán y harán alguna ocupación. Los ojos del mundo, de la prensa mundial, están puestos en los acontecimientos de estos días en España, hay medio centenar de corresponsales esperando a ver que pasa para contarlo.

Hay que desear que los responsables del orden público no cometan la torpeza de excederse en sus funciones. Los manifestantes, por su parte, que también tienen un servicio de seguridad, tendrán que emplearse a fondo para librarse de provocadores y oportunistas. Este es un movimiento pacífico, en las formas y los métodos, pero, no nos engañemos, sus objetivos, de ser escuchados y aplicados, acabarían con la hegemonía de los políticos parlamentarios en la sociedad, tal como hoy la conocemos.

Me cuesta creer que tal cosa suceda, pero deseo fervientemente que las reivindicaciones de nuestros jóvenes universitarios desempleados sean escuchadas y atendidas, hasta llegar al máximo límite de lo posible.

Pensaba hablar de los efectos de este factor espontáneo, surgido en medio de una campaña anodina, en las expectativas de voto de los partidos, pero, ahora mismo, no me apetece. Eso lo dejo para los analistas profesionales.

En fin. Organizados.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 20-05-11.