ENGAÑADOS

Queipa Barberá, después de una noche insomne y cargada de güisqui, supongo, ha lanzado una arenga triunfalista en la SER esta mañana que me ha parecido excesiva, como todo lo que hace, y dice, esta señora. 'Vencido y desarmado el ejército rojo, las tropas nacionales se disponen a entrar en el Cabanyal --donde también hemos ganado-- para iniciar una operación de derribo, que no va a dejar piedra sobre piedra', algo así es el espíritu de lo que ha dicho, no la expresión literal.

No es para tanto, si bien el PP tendrá mayoría absoluta en el Ayuntamiento y las cortes autonómicas de Heliópolis, Queipa Barberá (Levante) ha recibido 26.000 votos menos que en los últimos comicios y Camps 36.000 sufragios menos, han perdido las municipales en Mislata y en otros enclaves locales, en algunos tan importantes como Benidorm, los pactos les impedirán gobernar. Sin embargo, está claro que han ganado las elecciones.

Las ha perdido Alarte, que también ha engañado a la ciudadanía, como el PP, luego me extenderé en esta consideración, pues en 2.008 prometió dimitir si perdía las elecciones y ahora ha declarado que piensa continuar.

Otro que miente ha recibido su castigo electoral. Juan García, de coalición Valenciana, quien afirmaba hace unos días en una página pagada de 'Levante' que tenía el respaldo de 500mil, así lo escribía, valencianos, resulta que no ha alcanzado los diez mil votos. Antes de este descalabro, contestaba en una columna de 'Levante' a mi denuncia, citando a los 600mil, así lo escribía, parados de la comunidad valenciana, con un sentido patrimonial del desempleo, como si fueran suyos, vamos, de su propiedad, los votos de los parados. En este caso, las urnas le han dado su merecido.

El engaño del PP a sus electores, a quienes le han votado, y no tardarán en arrepentirse, ha consistido en la ocultación permanente, y durante la campaña también, de la desesperada situación financiera de las cuentas autonómicas, de la falta de recursos y de capacidad de endeudamiento, que va a bloquear cualquier acción política de peso, por falta de recursos para su realización material, y limitará la acción de gobierno a la demagogia de las meras palabras sin contenido,
salvo algunos retoques en el ruinoso edificio de las finanzas públicas, las suyas, pero también las nuestras, como apunta Gregorio Martín en su artículo de hoy (Levante).

Esto en el plano autonómico, en el municipal, el reflejo de la acción del 'ejército triunfante', ya se puede ver en la escuela infantil de Cuatre Carrers, financiada por el gobierno central, que Queipa Barberá ha esperado a inaugurar en vísperas de la campaña electoral. El cartel anuncia que la matrícula es gratuita para los niños de 0 a 3 años, pero la letra pequeña aclara las cifras --imposibles para algunos-- que tendrán que pagar las madres para llevar a sus hijos a esa Escoleta privatizada.

Anoche dijo Ana Mato en televisión que había ganado las elecciones el Proyecto del PP.¿Que proyecto? Ningún proyecto ha sido explicado por el PP a sus electores, fuera de vagas promesas sin fundamento sobre un vuelco en la situación económica. La realidad es que el PP hará lo de siempre, lo que mejor sabe hacer, arruinar lo público --para muestra la Generalitat-- y potenciar lo privado, dejando la salud y la educación públicas hechas unos zorros.

Esto no es lo peor, la gente informada, lo sabe, lo peor es que podrán seguir haciendo todo esto con mayoría absoluta. Personalmente, prefiero las mayorías relativas, aquellas que permiten el juego de mayorías y minorías, de modo que los acuerdos parlamentarios reflejan mejor el pluralismo de la ciudadanía.

La mayoría absoluta, aunque sea parlamentaria, tiene todos los inconvenientes del absolutismo, la ausencia de oposición priva del necesario equilibrio a las decisiones de gobierno, y solo una parte de la ciudadanía, la que ha propiciado con su voto ese monopolio partidario del poder, se sentirá representada.

Entre las minorías, estas elecciones han hecho surgir a un tercera fuerza, Compromís,
a la que, como diría el Borbón, 'me llena de orgullo y satisfacción' haber votado.
Ya lo hice en otra consulta y enseguida tuve que recriminar su incongruencia, porque el compromiso se deshizo en cuestión de días. Esperemos que en esta ocasión, dado el sólido apoyo que han recibido, que garantiza su presencia en las cortes autonómicas,
la cosa dure mas, y sus propuestas sean escuchadas.

La duda es si esos electores que le han dado la mayoría absoluta al PP en muchos municipios y en la Generalitat han sido realmente engañados, o si se han dejado engañar a sabiendas, y si la ocultación de la situación real por la que atraviesan nuestras agonizantes instituciones autonómicas es un engaño, o solo eso, una ocultación.

¿Permitirá la nueva legislatura que esa ocultación salga a la vista de todos? ¿El PP de Heliópolis va a continuar con esa ocultación, y se va a limitar a insistir en su demanda de elecciones anticipadas, endosando al gobierno central no solo la crisis económica, sino la causa de su gestión incompetente? No se vayan, enseguida vamos
a verlo, solo hay que estar atentos a los mensajes que vamos a comenzar a recibir, en cuanto los elegidos retomen sus cargos.

En fin. Engañados.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 23-05-11.