sábado, 16 de febrero de 2013

DETECTIVES

Crecí con las novelas de Christie, Conan Doile, Simenón, y, sobre todo, Chandler, ya mas mayorcito me aventuré en las de Vázquez Montalban, y llegué a trabar una cierta amistad cotidiana con los personajes de todos ellos, Poirot, Holmes, Maigret, Marlowe y Carvalho, por lo que no debería sorprenderme la presencia de detectives o comisarios en la vida real, en cualquier época.

Es mas, cerca de mi barrio hay una tienda de cacharros electrónicos que se llama 'La Casa del Espía', donde cualquiera puede comprar dispositivos de escucha para husmear en conversaciones ajenas, o aparatos para ver a distancia sin ser visto.

Por eso me sorprende mi propia sorpresa al leer en un titular la noticia --o la insidia, pues se trata de un periódico de la muy extrema derecha-- de que unos Convergentes, o Psocialistas, han espiado a otros de su mismo partido. Según estos señores del periódico, muy pasados de moda, no solo unos partidos han espiado a otros, sino que se espían a si mismos.

Acabo de leer en Facebook que no todos los partidos son iguales, y que los miembros de un mismo partido tampoco son iguales entre sí. Estas diferencias, que podemos aceptar como ciertas de un modo razonable, podrían explicar este presunto afán de saber unos mas de los otros, será para conocerse mejor, digo yo.

Nadie ha calculado, que yo sepa, la cantidad descomunal de dinero público que se mueve alrededor de las decisiones políticas, sean estas municipales, autonómicas, o nacionales; adjudicaciones, conciertos, contratos, concesiones, planeamientos, recalificaciones, y no debe ser muy difícil.

Si conocemos el porcentaje del PIB que se lleva el Estado, para sus diversas administraciones, centrales, autonómicas o locales, y restamos los gastos corrientes de funcionamiento, lo que queda debe ser una cifra astronómica que cualquiera que tenga algo de paciencia podrá calcular si se mete en las páginas del BOE.

O sea, estamos hablando de dinero, a gran escala. Está claro que quien controle la decisiones relacionadas con esas operaciones, tiene el control de esa masa monetaria que debe tener incontables novios, empresarios, industriales y constructores, beneficiarios de esas contrataciones.

Sorprende que entre los casos de espionaje de los que se habla, no haya ningún trabajo encargado por quienes mas se benefician del asunto. Es el clásico argumento de novela policíaca, cuando los detectives, o comisarios, buscan al autor de un delito, siempre se preguntan ¿a quien beneficia?.

Por eso tengo la sensación de que nos están entreteniendo con esto del espionaje entre políticos, yo lo que quiero que me cuenten es quien ha espiado a los políticos cuando una gran adjudicación, un negocio de grandes dimensiones, estaba en juego, cuantos de estos contratistas que se han beneficiado, han conocido con antelación los contenidos de las plicas de sus competidores, cuantos han espiado a un político para conocer sus debilidades antes de intentar comprarlo, en fin, entre las cuentas de resultados de las agencias de detectives, que peso tiene el espionaje entre políticos del que ahora nos hablan, y cual el de las grandes empresas de todos los sectores a las que han hecho trabajitos.

Lo digo, porque no lo sé, pero aplicando la simple lógica de Poirot, Holmes, Maigret, Marlowe o Carvalho, se llega a la hipótesis de que el posible beneficio que haya procurado a los espías políticos su presunta actividad, es una gota de agua en medio del océano de intereses privados que pulula alrededor de las cuentas del Estado.

Si esto fuera así, si esa hipótesis se pudiera demostrar razonablemente, las facturas que han comenzado a salir a la luz por espionaje político, serían poco menos que una tomadura de pelo de ciertos medios, al lado de los silencios clamorosos sobre los trabajitos encargados a las agencias por las grandes empresas y grupos de empresas que son, es una intuición, los primeros clientes de los servicios de espionaje privados.

Claro, todo esto parece una novela, ya lo sé, y en alguna medida lo es, pero cuando hay un delito, novelesco o no, siempre hay que mirar hacia el máximo beneficiario de ese delito.

Si se quiere ir hasta el fondo, no se debe detener uno en la investigación echándole la culpa al mayordomo. Eso nunca lo harían Marlowe, o Maigret.

En fin. Detectives.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16/02/13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios