martes, 5 de febrero de 2013

GROUCHO MARX

No recuerdo haber dedicado en el blog homenaje alguno a los Hermanos Marx, los reyes del humor absurdo cuyas descacharrantes películas están entre las mejores de la historia de la comedia de Hollywood.

Lo menos bueno de aquellas películas, en mi opinión, eran las apariciones del galán cantando melodías románticas a la chica, una interrupción inoportuna de los golpes de humor absurdo de los guiones, que los Marx elevaban a la categoría de arte, hasta el punto de que muchas de las frases pronunciadas por ellos han quedado en los anales del periodismo y en la memoria de los espectadores.

Me sorprendió, el otro día, conocer que una de esas frases, atribuida a Groucho, y que se supone grabada en su sepulcro, es solo una leyenda urbana, al decir de quienes lo han visitado. Así, 'Perdonen que no me levante' no sería una última broma de Groucho, sino algo inventado por la imaginación popular, con el curioso efecto de que, durante años, Maruja Torres la haya usado para titular su sección en el suplemento dominical de 'El País', sin duda como homenaje al gran cómico.
(...)
 Hay, sin embargo, otras frases, 'la parte contratante de la primera parte..' 'Y, además, dos huevos duros...' o 'Estos son mis principios, si no le gustan (los cambio) o (tengo otros)...', entre muchas otras, que van camino de sobrevivir ya un siglo a aquellos cómicos sublimes, en la memoria de quienes tuvimos la suerte de disfrutar de su talento para el humor cinematográfico. 

Se sabe que los hermanos Marx fueron cinco, aunque se recuerde sobre todo a tres, Harpo, Chico, y Groucho, pero hoy quiero hacer un juego incluyendo a otro Marx, que no fue su hermano, Karl, pero que, con la distancia del tiempo, podría verse, también, como un bromista.

Karl Marx, economista alemán, escribió El Capital. Pasó media vida calentando un sillón en la biblioteca londinense, analizando las relaciones ente capital y trabajo, el trabajo como mercancía, las relaciones de producción, esas cosas. 

Tanto destripó las interioridades del único sistema de producción vigente en su época, que mucha gente pensó que era posible superarlo, así surgió una revolución proletaria en la Rusia pre soviética, de la que luego se apropiaron los de la Nomenklatura.

Pienso que Karl Marx también fue un bromista, pues sus teorías derivaron en medio siglo de guerra fría y una división de Europa en bloques antagónicos hasta que, a fines de los ochenta, todo se derribó como una escenografía de cartón piedra y el capitalismo volvió a resurgir con vocación de universalidad, como si todo hubiera sido una broma. 

No se si ver a Karl Marx como un bromista será un punto de vista compartido, o no, pero estoy mas seguro de que ver a Mariano Rajoy, y alguien mas de su partido, como la encarnación actual del humor absurdo de los Marx, tiene bases mas que sólidas para poder demostrarlo.

Analicen algunas de sus declaraciones. En Alemania, Rajoy, al ser preguntado por las denuncias de corrupción que afectan a su partido, si la respuesta que he visto en la tele no ha sido manipulada, dijo algo así, 'Todo es falso, excepto algunas cosas publicadas, o sea, todo es absolutamente falso..' mientras sus dedos nerviosos lanzaban un bolígrafo en dirección a Merkel.

Afirmar algo y su contrario, es la esencia del humor absurdo de Groucho, aunque ahora no me viene a la cabeza ningún ejemplo. No es solo Rajoy. Cospedal fue otra maestra del absurdo, cuando dijo, 'No vamos a cerrar los ambulatorios...vamos a cerrar X ambulatorios..' se situaba en la misma onda Marxiana de su jefe, de negar y afirmar a la vez.

En cuanto a Floriano, su insistencia en la obviedad, lo coloca en la línea menos ingeniosa de Chico pero, entre los tres, podrían formar compañía y llevar por los pueblos de España una nueva versión de la comicidad del absurdo. 

Así como Groucho hizo de la elevación de sus cejas postizas un tic que lo identificaba, parece que quienes observan con minuciosidad los gestos de Rajoy, han descubierto un tic, el tic del mentiroso, que activa el movimiento de uno de sus párpados, cuando dice algo que sabe que no va a cumplir.

Digo yo que, con lo bien que lo pasamos con Chico, Harpo y Groucho, ¿no podríamos desdramatizar un poco la tragicomedia que ahora escenifica el PP en la vida pública? Tomarlo con algo mas de cachondeo, sentido del humor, usando el recurso de tomar distancia de los hechos, ese recurso tan Brechtiano, ya que estamos tan jodidos, por lo menos reírnos de ellos, con ellos, con esos actores tan patanes y tan torpes, pero tan graciosos que, vistos con ánimo de broma, nos podrían alegrar algo la vida.

Eso ya lo hacen en el Intermedio, en la Sexta, pero nada impide que lo hagamos también desde nuestra propia mirada personal.

Después de todo, si el marxismo, que parecía ser tan serio, ha resultado una broma histórica, toda esta chapuza del neo conservadurismo a la española, tal como va la cosa, puede acabar como una comedia de los Hermanos Marx, tan parecida, que hasta Floriano la ameniza con palabras ñoñas.

En fin. Groucho Marx.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 5/02/13.

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