LA PESTE

He intentado documentarme un poco antes de afrontar la entrada de hoy que, como otras veces, parte de una palabra que me rondaba la cabeza, y esto es lo que he encontrado en mi viejo Espasa. La peste, además de una enfermedad contagiosa que causa gran mortandad entre los hombres, es también una corrupción de las costumbres, cualquier cosa de mala calidad que puede ocasionar daño grave.

También he encontrado que, en la peste negra, las ratas fueron los agentes mas activos en su contaminación y, esto es curioso, o a mi me lo parece, que la navegación contribuyó a difundir el morbo.

En cuanto a Wikipedia, mas precisa en lo que se refiere al relato histórico, la peste negra fue la pandemia mas devastadora en la historia de la humanidad, que afectó a Europa en el siglo XIV y que alcanzó su punto máximo entre 1347 y 1353, se estima que fue causa de muerte de 25 millones de personas tan solo en Europa.

Sorprenden las semejanzas entre los orígenes, los medios de transmisión y las consecuencias de aquella epidemia que asoló Europa, y algunas de las causas y consecuencias que podemos atribuir a la peste económica y social presente ahora en los países europeos, en unos mas que en otros.

Para empezar, fue una subespecie de roedores la portadora de la contaminación de la peste en época medieval, mientras que ahora, otra subespecie, del homo capitalista en este caso, los brokers y agentes financieros, fueron los que incubaron el virus de la crisis y lo lanzaron al sistema.

Ha sido la cibernavegación la que ha propiciado la extensión rápida de la pandemia, por medio de sus paquetes de hipotecas basura, de modo semejante a como lo hizo entonces la navegación marítima, portadora de las ratas que infectaron a cada país al recalar en sus puertos.

En cuanto a la dimensión de sus consecuencias, ya que no a su naturaleza mortal, es curioso que en la Europa de entonces fueran 25 millones las personas afectadas, según se estima, mientras que ahora el número de desempleados afectados por la crisis en Europa alcance una cifra igual, 25 millones.

No quisiera que quedara la sensación con estas semejanzas de que la historia se repite, una hipótesis que nunca he compartido, pero si que el tiempo histórico parece moverse siguiendo un modelo en espiral.
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En aquella crisis europea del siglo catorce hubo dos protagonistas, los muertos y los médicos. Al parecer la medicina aprendió mucho de aquella experiencia, que la peste bubónica es, en ciertos casos, curable, mientras que contra la peste pulmonar no existe auxilio alguno, que su contaminación se verifica por contacto humano, o con ropas, mercancías, o animales portadores del bacilo de Yersin, y que las ratas son los agentes mas activos de contaminación. 

Los avances en la higiene pública y la medicina preventiva han erradicado la plaga de la peste en Europa, pero, no hace tanto, ha habido testimonios literarios de los últimos brotes que hubieron en Venecia, y la película que recogió el relato de Thomas Mann, 'La muerte en Venecia', mostraba las actitudes de los hosteleros venecianos, sacando los cadáveres por la puerta de atrás, para impedir la huida masiva de sus huéspedes. 

Este testimonio refuerza la idea de que las crisis, pese a los avances médicos, no desaparecen del todo, sino que vuelven de un modo recurrente. Si la crisis económica y financiera actual estuviera en manos de los médicos, podíamos tener alguna esperanza de una solución rápida, a la que siguiera un impulso de renacimiento, pero estando, como está, en manos de políticos, financieros y economistas, que no forman un único cuerpo doctrinal, sino que cada uno tira por su lado, dentro de cada país,y que los países, a su vez, tienen ideas divergentes sobre las soluciones a la pandemia, entre otras razones, porque su grado de afectación es variable respecto de otros, no es descabellado pensar que la espera para las soluciones terapéuticas que a nosotros nos importan, va a ser larga.

En cualquier caso, mas larga que lo que predice en sus discursos nuestro voluntarioso presidente de gobierno, incluso mas larga de lo que dicen las autoridades europeas con la boca pequeña, o grande. ¿Que conclusión podemos obtener de todo esto? No se. 

Quizás que debemos prepararnos para una larga travesía, en la que la solidaridad inter personal y familiar se convertirá en uno de los valores sociales mas importantes para reducir el número de víctimas. De momento, son 25 millones en toda Europa, eso es una muestra de la dimensión epidémica del problema.

En fin. La Peste.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 25/02/13.