jueves, 4 de julio de 2013

LA PLAZA

Hoy es jueves, día par, bueno, pues a pesar de eso no me siento nada lúcido. Se ve que la lucidez es cosa de sabios, místicos o iluminados. He bajado al quiosco bar, que todavía no ha sido traspasado, he tomado un café fresquito de botella de plástico y al llegar el repartidor de la prensa he cogido un ejemplar de 'Levante' que olía a pan caliente.

La espectacular foto de la primera ofrecía una panorámica llena de gente en silencio de la plaza Tahir. Eso me ha parecido en un primer momento, hasta que he reparado en que es una plaza nuestra y que la enorme cantidad de personas que estaban allí, desbordando la plaza y llenando las calles adyacentes, acompañaban con su presencia silenciosa el homenaje a las víctimas del accidente del Metro, a estas alturas, todo el mundo sabe de que Metro hablamos y cuando sucedió.

No asistí a esa concentración porque a la misma hora acudí a escuchar una conferencia que daba un amigo mío sobre la historia de las salas cinematográficas en Valencia. Quien leyó el currículo del conferenciante, afirmó que, entre otros títulos, era licenciado en Políticas y Económicas. No sabía que yo fuera licenciado en políticas, porque estudiamos exactamente lo mismo, al mismo tiempo. Mira por donde, me he enterado de que soy licenciado en Políticas. Que bien.

Lo cierto es que he asistido a esa plaza otras veces, a diversos actos, civiles o religiosos, a los religiosos desde una cierta distancia, como observador, y en esas circunstancias siempre me ha parecido observar un cierto grado de histeria colectiva alrededor de la imágen que da nombre a la plaza, unas veces por la forma temeraria en que lanzan a los niños por encima de la multitud, otras por los rostros crispados por la expresión irracional de unos actos que sobrepasan lo que entendemos por normalidad.

He usado una lupa para analizar la foto de hoy, y solo he encontrado expresiones de silencio y respeto, de una calma cívica que contrasta fuertemente con los otros actos colectivos que se celebran allí.
(...)
El titular en la parte superior de la foto 'Los programadores de las balizas son los responsables...' va entre comillas, lo que indica que no es de los redactores de la noticia, sino una cita de la Asociación de Victimas, y es un homenaje del periódico abstenerse de titular, y reproducir esa voz.

Solo así se entiende el tenor literal de esas palabras, pues ese periódico ha estado publicando en días anteriores pruebas gráficas y declaraciones que indican que la lista de responsables de una mala práctica en relación con ese suceso, es alargada.

Desde los responsables del Consell de entonces, los ejecutivos de FGV, pasando por todos los que estuvieron implicados en la farsa de las declaraciones amañadas por una consultoría, la burla que supuso lo que sucedió en una Comisión Parlamentaria, que nos dejó el sabor de que nuestro Parlamento, y sus Comisiones, son una casa de lenocinio, hasta los supuestos responsables directos que hoy aparecen en el titular, son inocentes, según la justicia, lo que viene a indicar que nuestra justicia, en ese suceso, prevaricó ostensiblemente, como si en vez de habitar un estado de derecho, estuviéramos en un harén del Islam.

La Asociación de Víctimas, consciente de esa prevaricación, ha estado luchando en solitario durante años, dicen que siete, y esa convicción consecuente en su razón, esa pelea infatigable sin respuesta, ha obtenido, por fin, la retribución  de una plaza indignada, pero silente, que se ofrece solidaria a acompañar el dolor de las víctimas. 

Es la foto mas emocionante que he contemplado en los últimos años, porque, además del consuelo que supone para las personas que han sido objeto de homenaje, es una demostración de la potencia cívica de una parte creciente de la población, que respeta las reglas democráticas, conoce el valor del voto, pero no considera que la democracia efectiva deba detenerse ahí, sino ir mas allá, para mostrar las sevicias, poner en evidencia conductas culpables, aunque no hayan sido reconocidas así por las maniobras trileras, incluido el robo de pruebas, los libros de averías no aparecieron, que lo han evitado.

Ignoro si a estas horas el presidente egipcio se ha visto obligado a dimitir por la presión de los reunidos en la plaza Tahir. 

Sospecho que aquí, muchos que deberían dimitir, no se van a dar por aludidos. Si es así, queda la alternativa de seguir insistiendo con las movilizaciones, concentraciones y protestas, hasta que esa parte de la verdad que ha sido escamoteada, prevalezca, y los que han prevaricado, mentido, y se han burlado de todos, queden inhabilitados de por vida para el ejercicio de cargos públicos.

En fin. La plaza.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 4-07-13.

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