martes, 16 de julio de 2013

TODO ESTÁ ANIMADO

Cuesta desprenderse de la solemnidad del lenguaje porque, al hacerlo, sueles usar una expresión solemne. El único modo de hacerlo es el silencio. Aún así, cuando te sumerges en el silencio de un entorno rural aíslado donde, en teoría, todo es la nada, de pronto un ruido ajeno a la palabra, te sobresalta.

Al llegar a la casa, el aleteo de un murciélago golpea las entrañas de la chimenea, cuya boca está cerrada con una persiana. Pongo la radio alta y el aleteo cesa. Al murciélago no le ha gustado Stravinski, prefiere Bramhs, y ha escapado a otros escondites. ¿Una rata alada melómana?. Pues si, claro, el can que tuvimos se relajaba escuchando Radio Clásica, pero a el le gustaban todos los autores, fueran de un siglo u otro.

Se hace el silencio otra vez, hasta que una botella de plástico, medio llena de agua, que tenía algo hundida su superficie, produce un ruido propio al recuperar su forma original, sin que nadie la toque. ¿Objetos inanimados?, que va.

Sales al porche, a disfrutar de un momento contemplativo, tranquilo, y ves el horizonte cubierto por completo por una extensa y activa tormenta eléctrica que, si bien no deja oir su estruendo, emite cada pocos segundos múltiples vibraciones lumninosas que corresponden a una intensa actividad que se prolonga en el tiempo con una energía poderosa.

Todo está animado, si.
(...)
Tan animado está todo, que ayer bajé con €ncarna al pueblo a comprar alguna cosa, vimos por la acera de enfrente a un viejo conocido, Toni, Toni...grité yo, Encarna bajó de la acera para cruzar la calle y se pegó un leñazo que dio con ella contra el suelo. 

Para abreviar, cinco horas de ambulatorio, hospital, ambulancia...y un regreso anticipado a casa con la pierna derecha enyesada. No tiene nada roto, un esguince y la contusión correspondiente, además de unas palabras con la médico de urgencias, que correspondió muy amable a nuestras necesidades. 

Vamos a ver, dije yo, si el sistema sanitario prescinde de sustituir al radiólogo de vacaciones en el ambulatorio del pueblo, y nos hace venir en ambulancia a un hospital distante, lo suyo es que nos devuelva, en ambulancia, al punto de partida. 

Ningún problema, solo un comentario acerca de los traumas banales y a que las ambulancias no están para llevar a la gente a Mercadona. Nosotros solo pedimos que nos lleve adonde nos recogió, y luego, ya nos apañamos. 

Esto de los recortes, es verdad. Un incidente sin importancia que podía haber sido atendido en el pueblo, se ha transformado en una atención hospitalaria para la que han sido necesarias cinco horas y dos traslados en ambulancia. Al final, todo eso cuesta mas dinero que el salario del sustituto del radiólogo.

Todo está animado. 

Si estará animada la cosa que todas las tertulias de la radio repiten lo mismo. De un lado, está el lenguaje solemne de Rajoy sobre la importancia del Estado y la estabilidad política. Rajoy solo habla de instituciones y evita cuidadosamente hablar de personas, no como otros que piden su dimisión porque no pueden ganar una moción de censura.

El argumentario de Rajoy, repetido por sus mas próximos, alude a la legitimidad democrática, lo que es lo mismo que si un primer ministro inglés, pillado en la cama con la señora, o el señor, de otro miembro del parlamento, adujera en su favor los votos recibidos, como si un voto, una vez emitido, legitimara cualquier conducta.

Todos sabemos que Rajoy recibió una mayoría de los votos emitidos en las pasadas elecciones, pero algunos, a estas alturas, tenemos dudas de si esos votos fueron emitidos por los méritos de Rajoy, o por la dudosa madurez mental de esos electores.

Es un hecho que esos votos se contaron y fueron mayoría, aunque comienzan a surgir dudas de si los medios financieros que se emplearon para obtenerlos, fueron tan legítimos como su existencia que ahora se reivindica.

Solo unas elecciones anticipadas, a la vista de lo que ha hecho con esos votos el Partido Popular, podrían dar cuenta de si ese apoyo sigue vigente. Igual si, porque ya se sabe que la debilidad mental no es algo de fácil curación. 

Todo está animado, si, pero los argumentos que se escuchan en las tertulias son, como siempre, demasiado reiterativos, y en la actitud de por lo menos la mitad de los periodistas que intervienen se nota, con demasiada evidencia, que ellos también son destinatarios de los sobres de los que tanto se habla.

En fin. Todo está animado. 

Hola de nuevo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 16-07-13.

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