martes, 15 de junio de 2010

LIDERAZGOS

He bajado al Maravillas, con ciertas dificultades locomotoras, las suelas de los zapatos se me quedaban pegadas al suelo, cubierto por una espesa capa de frutos aplastados de las moreras que embellecen el barrio, que los equipos municipales de limpieza no consiguen erradicar. Un suceso puntual, cuyos efectos la lluvia benefactora acabará por eliminar, que no invalida el título de mejor mujer de la limpieza que ostenta la alcaldesa Rita Barberá desde hace quince años, y quien sabe si es el soporte de su liderazgo, porque otras cualidades democráticas yo no acierto a percibir en su personalidad autoritaria. El liderazgo es una función que, quienes no somos líderes, no alcanzamos a entender en toda su complejidad.

'Levante' lleva hoy, entre otras cosas, dos noticias buenas y una mala, desde mi peculiar visión subjetiva. La mala aparece en la página 35. Cuenta JLZ, quien quiera que sea, que en Heliópolis el indicador contribuyentes/perceptores del sistema de seguridad social estaba a finales de abril en 1'38. Después, para hacer mas inteligibles esos dígitos, aclara que por cada tres que cotizan,hay dos que cobran paro o jubilación.

Una imagen que puede competir con ventaja con las de la mejor película de terror. A mi no me cuadra una cosa con la otra, si no se ha recurrido al redondeo pesimista. El pesimismo es la sal con la que condimentamos ahora todo lo que escribimos. Es como una moda, por eso es muy gratificante leer, de vez en cuando, una noticia tratada con un enfoque positivo.

En la página 37 va una buena noticia de Agencia, de Europa Press, que dice 'El litio puede cambiar la guerra' 'Se estima que Afganistán puede albergar las mayores reservas del mundo de litio, un mineral básico para la industria moderna (…)”. Olvida el redactor de la noticia un aspecto fundamental del litio, el carácter terapéutico del carbonato de litio, que se usa como estabilizador del ánimo en el trastorno bipolar, desde que las técnicas analíticas han permitido medir su contenido en sangre con precisión, controlando así la dosis terapéutica para evitar sus efectos tóxicos, y el efecto benéfico que causaría en el gobierno del mundo su administración a los muchos líderes políticos que están dictando por decreto unas políticas bipolares que desestabilizan las sociedades que pastorean.

El estado anímico de los líderes que nos gobiernan es motivo de observación y comentario por un antiguo presidente de gobierno y un experto periodista, que nos cuentan públicamente sus impresiones. En la página 34, Europa Press, “González: Al presidente le ha golpeado la realidad de la crisis” (se le nota físicamente). Civera, en 'Las Migas' se extiende sobre la creciente levedad del liderazgo del muy inefable Camps después de la pérdida del poder autónomo en las instituciones financieras de Heliópolis. En estos dos liderazgos atacados de fragilidad, el del presidente del gobierno central y el del autonómico, de partidos diferentes, yo veo signos de progreso, aclararé porqué.

En primer lugar, no se los han comido, aún, los miembros de sus tribus. Al parecer hubo una época, en los albores del neolítico, en la que los jefes de los grupos tribales eran nombrados por sufragio universal, como ahora, pero cuando el jefe se desviaba de la voluntad grupal, lo echaban al caldero y se lo comían. Después, los miembros de la tribu permanecían veinticuatro horas en cuclillas alrededor del caldero en el que solo quedaban los restos óseos del antiguo líder y, mientras lo digerían, deliberaban sobre quien estaría mas capacitado para representarles en un próximo mandato.

Solo después del rito de la cagada colectiva de la horda (Grass), en el que el líder disoluto había sido reducido a puro excremento, el haya tritetuda de la tribu examinaba esos residuos y, en base a su color y textura, que eran un indicador de la salud de los candidatos, decidía la terna de la que debería salir el nuevo jefe de la tribu.

Hay otra razón para que la debilidad de los liderazgos me parezca un progreso. Mis raíces familiares libertarias han inducido en mi modo de pensar el concepto de que la anarquía es la ausencia de jerarquía –no el anarquismo histórico de pistoleros de la patronal que indujo la aparición de sus homólogos de la FAI-- basado a su vez en una visión positiva del hombre como sujeto que, cuando alcanza una madurez cívica suficiente, no precisa de jefes para cumplir con sus obligaciones sociales.

Puesto que vivimos en una sociedad planetaria de líderes, no de anarquía, hay que suponer que las tribulaciones que empujan ahora mismo al mundo conocido al pesimismo, tienen su origen en el mal uso del poder otorgado a esos líderes, especialmente a los financieros. Ya no está de moda que nos los comamos, pero sería inteligente aprovechar esa debilidad de los liderazgos, para imaginar otras estructuras de poder en las que la auténtica voluntad de los miembros de la tribu estuviera mejor representada. Es posible, hay lugares y tiempos históricos, breves y reducidos, generalmente,en los que la organización de los asuntos públicos se ha llevado a cabo con liderazgos compartidos.

Lo complicado es extender esas experiencias limitadas a una dimensión global. Puede que todavía no haya llegado el tiempo de la madurez cívica y el liderazgo compartido, pero si, de momento, no nos los comemos cuando abusan de su liderazgo, eso ya es un progreso, o no.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 15-06-10.

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