martes, 29 de junio de 2010

LA NEVERA

“Se estropeó la nevera, pero el viejo recurso del hielo nos permitió enfriar las bebidas y recuperar un menú que aprecio especialmente, pollo frío con champán. El lado incómodo es que estuvimos pendientes todo el día de la llegada del técnico especialista, que no llegó.

Se estropeó la cocina. Renunciamos a la comida caliente y descubrimos nuevas fórmulas de ensaladas frías que, en raciones abundantes, colmaron el hambre desatado por nuestra actividad amateur de pintores murales.

Se estropeó la radio, pero seguimos escuchando la música de unos viejos casettes, porque el reproductor aún funcionaba. La voz profunda y reposada de Mark Nolf (The Wall, Pink Floid), las arias de Tosca, en una vieja versión de Kraus; Joham Sebastian Bach, Conciertos de Brandemburgo, aunque no pudimos escuchar la cinta de Jazz de Nat King Cole, porque un amigo se la llevó la semana pasada, para reproducirla. Descubrirla le causó asombro.

Algunos aparatos, como los de la Tomografía Axial Computerizada, nos pueden salvar la vida ayudando a descubrir tumores embrionarios cuyo desarrollo puede ser letal, otros aparatos nos la complican, aunque parecen estar hechos para nuestra comodidad, a veces condicionan tanto nuestro modo de vida que, sin ellos, nos sentimos desconcertados, incómodos.

El grado de utilidad de los numerosos aparatos que rodean nuestras vidas es variable, desde las diversas generaciones de reproductores musicales o los evolucionados portátiles electrónicos que hacen las funciones del ordenador personal, hasta esos dosificadores de perfume que sueltan una nube de vainilla en el aire cuando entramos en el baño.

El grado de aprecio que hacemos de la enorme gama de aparatos que se nos ofrecen para hacer mas amable la vida, cambia, dependiendo de las circunstancias personales de cada uno.

Los santones que permanecen, medio desnudos, en una actitud hierática, en las calles de Bombay, o los mimos que aparecen, estáticos, en las Ramblas de Barcelona, el rastro madrileño, o la plaza del centro viejo de Benidorm, cubiertos de purpurina, parecen haber simplificado sus vidas, a cambio de sobrevivir con las monedas de aquellos otros cuyas vidas parecen bastante mas complicadas por una sobreabundancia de aparatos, la tele de plasma, el coche, y todo el numeroso censo de aparatos, aparatitos y aparatejos que llenan sus casas y que, a menudo, se rompen.

Lo bueno de las neveras Taber es que son seguras y duraderas. Lo malo de las neveras Taber es que solo puede repararlas un técnico en neveras Taber.

La mujer que comparte la casa aislada de la sierra con este bloguero, después de veinticuatro horas en espera de la visita del técnico, sin que este apareciera, perdió la paciencia y comenzó una serie continuada de llamadas furiosas que, tal como sucedieron después las cosas, fueron el detonante de la actitud desvariada del técnico especialista en neveras Taber.

Cuando por fin apareció por casa, el técnico sacó de la camioneta una escopeta y, sin apenas apuntar, nos derribó de dos escopetazos, decidido a librarse de los dos usuarios de la nevera de su especialidad, que le habían llevado a un estado exasperado, con los treinta avisos sucesivos que el había recibido a través de sus jefes.

Misteriosamente, la nevera, después de que el técnico se marchó por donde vino, sin repararla, volvió a funcionar, pero los usuarios que habían provocado, tal vez sin apercibirse de ello, aquel trágico final, no presentaban ningún signo de estar vivos.

Esta es la razón por la que no he comparecido en la ventana del Blog estos días. Estaba muerto. Ustedes perdonen.”

Hola de nuevo.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 29-06-10.

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