Hoy no he bajado al Maravillas, no se porqué. Tengo que ir al Banco, he de pagar el importe de una excursión prevista para el próximo miércoles, y no tengo un duro. Una cosa local, el Museo de la Huerta en Torrent, creo, otra visita en Aldaya, no estoy muy seguro, y de lo que no tengo duda es de que se comerá en Meliana, en una barraca tradicional.
Cosas de la profe de Medios de Comunicación, que cada día está mas buena, y siempre está organizando excursiones para sus decrépitos alumnos, entre los que me cuento. Pues si que empiezo bien el día, falta de rigor en la descripción de los lugares emblemáticos de los pueblos de L'Horta, expresiones machistas, a ver si van a tener razón los de 'El País' y esto de los blogueros es un caos.
La cosa es que ayer por la tarde echamos unas manos al Continental –gané-- y las tres mujeres presentes se pusieron a hablar de los viejos verdes, o sea, de los varones participantes en la partida. Yo aventuré la hipótesis, sin tener ni puta idea del asunto, de que el sexo reside en el cerebro y por eso, aunque los genitales de los ya viejos estén casi siempre de vacaciones, la cabeza no para.
Luego, no se porqué, nos pusimos a hablar de que Mercadona es noticia, su modelo empresarial, en concreto su política de personal, es objeto de estudio en una universidad norteamericana, porque la productividad de ese grupo alimentario supera con creces la de sus homólogos del sector. Alguien dijo que eso se debe a la formación polivalente que reciben sus empleados, al hecho de que lo mismo están en la caja, que reponen, o se ocupan de la logística del almacén, con lo que no hay tiempos muertos en su prestación laboral. O sea, que curran como cabrones.
Salió el tema de los sindicatos, que siempre se han opuesto, sobre todo en la función pública, a que un trabajador realice tareas diversas que no cuadran con el carácter estático de las categorías laborales. Surgió un ejemplo cercano, dos modelos distintos en actividades de imagen. Mi hijo menor trabajó con un fotógrafo haciendo fotos para catálogos comerciales. Cuando iban a un mueblista, el curro era, mayormente, trasladar pesados muebles para preparar el set. Mi otro hijo, que trabaja en la televisión pública autonómica, recriminaba al menor por realizar tareas que no le correspondían a su condición de fotógrafo, con el argumento de que en su trabajo técnico, cuando hay que mover un foco se llama al foquista. Todo esto lo relataba mi mujer a mis amigos presentes.
Llegados a este punto, yo, que podía haber permanecido callado, hice un chiste que aludía a que hasta en la televisión pública autonómica se practica la multifunción, y puse el ejemplo de las jóvenes periodistas que, además de cumplir con su tarea informativa, cuando las hacían pasar al despacho de Vicente Sanz se dedicaban a otros menesteres. Lo dije con palabras mas gruesas y enseguida me tildaron de viejo verde.
Ahora estoy purgando ese desliz verbal y en lugar de estar leyendo el 'Levante' en el Maravillas, he preparado una cafetera, he liquidado la fregada de ayer, y aquí me tienen, poniendo chorradas caóticas en el Blog pues, al no disponer de noticias impresas en papel, los blogueros, que, como todo el mundo sabe, solemos presentar un encefalograma plano, no podemos escribir de nada que no hayamos leído previamente en 'El País', 'El Mundo', 'La Gaceta', La Razón', y demás periódicos que son un modelo de rigor comunicacional, y sin los que este país no podría sobrevivir, no digamos la tan manida libertad de expresión, que algunos editores consideran que se refiere solo a ellos.
Total que, cumpliendo mi rito de contrición, me abstengo del vicio de bajar al Maravillas, y ayudando en las tareas domésticas, creo que he purgado mis excesos verbales machistas de la tarde de ayer, que fueron convenientemente reprimidos por las mujeres presentes.
Libre de esa carga, me voy a poner unos pantalones ceñidos de esos que se atan en la cintura y te marcan el paquetito, una camiseta azul celeste con letras blancas en inglés que no se lo que significan y, bien afeitado y peripuesto, me voy a lanzar a la calle con la sana intención de ejercer de viejo verde todo lo que pueda. Al cabo y al fin, son dos días. Ciao.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-06-10.
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