LLUVIA

"El suave tintineo de las gotas de lluvia sobre la claraboya crea una atmósfera musical en el tranquilo interior de la casa campesina, como si se interpretara un concierto discontinuo. El instrumento luminoso que es la apertura a la luz cenital del techo, devuelve el eco blando de la lluvia en intervalos de veinte minutos, pero en el silencio que sigue a cada interpretación ningún ejecutante sale a saludar. A cada silencio, a cada ausencia, sigue un nuevo y armónico tintineo, como si se celebrara un certamen dedicado al día mundial de la música de lluvia.

Es sábado, y llueve. Pero no es una lluvia violenta y destructiva como la que hemos visto en imágenes en Asturias, sino la versión mas amable y benefactora de ese meteoro que, como algunas conductas humanas, unas veces se muestra destructivo y otras conciliador.

A veces, la destructividad de la naturaleza se acentúa cuando los humanos hacen mal uso del territorio y construyen viviendas, o caminos, en lugares que son del dominio de las aguas. Algo así hemos visto en Asturias. Una carretera construida en una cota inadecuada nos ha mostrado un fenómeno ya conocido en estas tierras cuando se rompió la presa de Tous y una autovía impidió el paso de las aguas, favoreciendo un gran efecto destructor.

Lo de Asturias parece un suceso parecido, aunque en menor escala. Cuando veo algo así, siempre me pregunto porqué los responsables de los proyectos de obras públicas, y de su ejecución, no tienen en nómina un pastor que conozca el lugar donde se van a ejecutar las obras, para que les diga, donde deben, o no deben, ubicar un camino, una carretera, o un grupo de viviendas.

No es que yo crea que el pastor tiene mayores conocimientos de ingeniería, de cartografía, de topografía, de geología, que los equipos técnicos, pero seguro que tiene una memoria hídrica de la que ellos carecen, para saber por donde pasarán las torrentes, las avenidas de agua, en el futuro, antes o después, porque en su larga experiencia pateando los montes lo ha visto todo, y una habilidad para reconocer los espacios ocupados que los técnicos quieren oponer a esos cursos naturales en determinados lugares, como un sitio inadecuado en el que él nunca pondría su cabaña.

Lo malo de todo esto no es que los ingenieros no recurran a los pastores, sino que si alguna vez deciden hacerlo no será posible porque ya no quedará ninguno. El último que quedaba en la aldea, Victor, ya ha desaparecido y sus ovejas ya no triscan el matorral del monte, limpiándolo de maleza. Los enormes recursos que se dedican a la lucha contra los incendios forestales, serían mucho menores si el pastoreo hubiera sido subvencionada a tiempo, para mantener los bosques limpios.

Habremos de acostumbrarnos a los sucesos catastróficos que se repiten de vez en cuando. A las cien mil hectáreas de bosque perdidas el año pasado. A las avenidas provocadas por lluvias torrenciales que invaden caminos, obras y viviendas que nunca se hubieran ubicado en los lugares donde están, si se hubiera preguntado a los pastores si ellos hubieran ubicado allí, o no, su cabaña.

Hay otra lluvia, tibia, blanda, no destructiva, que tintinea armónicamente sobre la claraboya que deja pasar la luz cenital al interior de la casa campesina. Es un sonido suave que, con su repetición,proyecta una sensación relajante sobre sus moradores. Cuando cesa, de tanto en tanto, los ejecutantes de esa música de la naturaleza no salen a saludar."

Es sábado y llueve en la casa de la sierra. Los chubascos intermitentes y dispersos han cesado oportunamente. Ahora nos disponemos a encender la leña para cocinar la comida. Terminada la cocción del arroz, hemos tenido el tiempo suficiente para dejarlo reposar y trasladar la paella al interior de la casa

Llueve, pero con una versión amable, no destructiva, de ese meteoro que, hoy, además, nos ha dejado cocinar al aire libre, antes de seguir con su concierto intermitente. Hay otra versión terrible de la lluvia, en general sus daños están ligados a un uso inadecuado del territorio.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 14-06-10.