martes, 22 de noviembre de 2011

AUSTERIDAD

El Estado español inyecta (en vena?) 3.000 millones en el Banco de Valencia, para recapitalizarlo y encontrar comprador. Va en la primera de 'Levante' de hoy.Es verdad que el Banco de España, nuestro banco 'clínico' es quien ha recomendado inyectar al paciente, destituyendo de paso al consejo directivo. Tres mil millones de Euros no parece una cantidad tan alarmante, en comparación con otras magnitudes, la deuda, el déficit, pero si hacemos el estéril ejercicio de traducirla a pesetas, por aquello de refrescar un poco la memoria monetaria, resulta que este tratamiento al enfermo terminal alcanza la nada despreciable magnitud de cerca de medio BILLÓN de las antiguas pelas.

¿O sea, los tipos que dirigían ese banco han fundido todo ese dinero que ahora debemos pagar entre todos para que un futuro comprador se lleve la entidad en condiciones de equilibrio patrimonial, y solo los han despedido?

¿Recuerdan la fianza millonaria que tuvo que depositar Matas, el hombre del P.P. en Baleares, para que no lo metieran en la trena? La pagó el Banco de Valencia, mediante el oportuno crédito.

¿Recuerdan algunas aventuras inmobiliarias y parque temáticas del gobierno del partido que con tanto entusiasmo han votado la mayoría de ustedes hace dos días? Las pagó el Banco de Valencia.

No me parece mal que se reflote el Banco de Valencia, pero el dinero para esa operación que se lo pida el Estado a los votantes del P.P., no a mí.
(...)
De entre todas las adicciones que circulan por el mundo, la de vaciar bancos para que luego los rescaten con el dinero de los primos, es la que está mas de moda desde hace unos cuatro años.

He buscado los nombres de los directivos despedidos, pero solo he encontrado el de J.L.Olivas, un zoquete metido a banquero, de cuya permanencia en órganos directivos de diferentes entidades avisé hace tiempo en el blog en la página 'Culos Calientes', sin que al parecer Fernández Ordóñez haya tenido tiempo de echarlo hasta después de los desastres que ha dejado por donde ha pasado.

Se da la circunstancia de que tanto Matas, como Olivas, como Rajoy, son del mismo partido. Ese partido vitoreado en las últimas elecciones, tras el triunfo de Rajoy, quien hizo un discurso basado en la Austeridad. Lo escribo con mayúsculas porque la cosa tiene cojones.

Cuando oigo hablar de Austeridad, no saco la pistola, porque no soy partidario de las armas, pero inmediatamente pienso, --Tu puta madre. Saben porqué? Porque los mismos que nos piden austeridad andan hundiendo bancos por ahí que han de ser reflotados con el dinero de todos, cuando los que los han fundido son solo unos pocos. La CAM y el Banco de Valencia son testimonios de la veracidad de lo que digo. Por no hablar de la captura por el capital financiero madrileño de una institución centenaria como Bancaja, ahora en manos de Rato, que casual, otra vez el P.P.

Estoy hasta los huevos de leer en los periódicos cómo se saquea, un día si y otro también, el dinero público, y sus señorías tienen la desfachatez de pedirnos Austeridad.

La Austeridad se la pides a tu madre. Ya soy mayor para los viajes a ultramar, en caso contrario mañana mismo sacaba un pasaje y me largaba de la mierda de país donde mis vecinos se dejan robar cada día y encima aplauden a quien les roba, aunque hay que suponer que una parte de esos vecinos se están beneficiando, de algún modo, de tanta desvergüenza, porque si no, no encuentro explicación a este clima de abuso permanente.

El otro día vi a un personaje del P.P., Rus, que preside la Diputación, jactarse de haber prometido a sus vecinos de Xátiva --una comarca interior-- llevarles la playa. A continuación añadió, --y son tan burros que me han votado. Ignoro si se trata de un montaje manipulado, o si lo dijo de verdad, pero, dada la catadura del personaje, no me parece raro que lo dijera.

La Austeridad del futuro gobierno de mayoría absoluta del P.P., debería empezar por librarnos de todos los chorizos que ya están empapelados por los jueces, luego pueden sacar de los consejos de administración de las entidades bancarias a todos los inútiles que no se que hacen allí, después, podrían proponer una ley de adelgazamiento, no solo de las administraciones que sobren, sino de los sueldos y dietas de los muchos diputados improductivos que solo van --los que van-- al parlamento para hacer bulto, sin que el diario de sesiones haya recogido nunca una intervención suya.

Son numerosas las empresas públicas creadas para servir de pesebre y agradecer servicios prestados a los de la misma cuerda que las crearon, que deben ser, simplemente, clausuradas, pues nada justifica su existencia. Hay mas, pero no quiero cansarme. Cuando hayan hecho todo eso, y algo mas, podemos empezar a hablar de austeridad. Es cierto que todos tendremos que ser mas austeros, no parece haber otra opción. Pero los que mas derrochan, los que mas roban, que prediquen con el ejemplo.

Me ha salido así.

En fin. Austeridad.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 22-11-11.

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