sábado, 12 de noviembre de 2011

LA GALA

Confieso que anoche me papeé entera la Gala que ofreció la televisión pública con motivo del sorteo especial de la Once, que ofreció un premio de once millones de euros al mas afortunado de los jugadores, y lo hice con mi cupón en la mano porque, seré sincero, como la mayoría de mis compatriotas tengo una tendencia a criticar de un modo ácido a los ricos, y al mismo tiempo, un deseo subterráneo de convertirme en uno de ellos, sin esfuerzo.

No como Botín que, como buen banquero, prefiere el esfuerzo cotidiano al azar, esa y no otra es la clave del enriquecimiento personal. El lleva años trincando todos los días dinero ajeno para prestarlo y ganar dinero con la diferencia entre lo que paga por el dinero ajeno y lo que cobra a los prestatarios, aunque últimamente lo ha prestado tan mal, como otros de sus colegas, que ha hundido el país.

Sin embargo, a pesar de su ineficiencia en la práctica bancaria, Botín se ha tirado a la pera solo un millón menos que el afortunado poseedor del cupón de la Once, o sea, el equivalente a mas de mil seiscientos millones de pesetas, en concepto de dividendos. Una prueba evidente de que, si quieres enriquecerte, debes confiar mas en el honrado y oscuro trabajo cotidiano que en el azar.

Pero, lo que me dejó atónito no fue el resultado del sorteo, desde aquí felicito al afortunado vecino de Heliópolis que ha pillado los mas de mil ochocientos millones de pelas del premio máximo, sino la gala que televisión española montó en el plató del antiguo Estudio 1, que voy a comentar enseguida.
(...)
Ver actuar, en imagen, a Rocío Dúrcal, Nino Bravo, Antonio Flores,
Celia Cruz, entre otros artistas muertos, acompañados en simpáticos duetos por artistas vivos, me produjo un cierto estado de confusión.

Ignoro de quien ha sido esa ocurrencia, si la tenía preparada para la noche de Halloween, no se la dejaron emitir y la colocó anoche en lo de la Once. Lo cierto es que ese aire de 'Noche de los muertos vivientes' le dio un toque zombi a todo el acto, una pátina funeral absolutamente surrealista, sin precedentes en la historia de la tele pública.

Eché en falta la presencia en el escenario de Elvis, John Lennon y Michael Jackson, el trío de estrellas super famosas muertas mas rentable de la historia de la música, junto a Amy Winehouse, ¿porqué no? esa joven cantante inglesa fallecida recientemente, cantando junto a Estrella Morente, Jorge Drexler, Alejandro Sanz o el presentador del tiempo, y desde luego, me parece inexplicable la ausencia de Camarón.

Menos mal que, hacia el final de la gala, salió el dúo dinámico, ¡vivo!, acompañado de Andy y Lucas, y eso le restó patetismo a toda esa demostración de estética espectral. No obstante, he de decir que de todas esas imágenes de no muertos --al menos en imagen-- me cautivó la de Pitingo vivo, vestido con un traje blanco resplandeciente, que emitía un brillo fantasmal, o si lo prefieren celestial, cantando y bailando, con esa gracia que tiene, un son cubano junto al fantasma de Celia cruz.

Total que, aunque no me ha salido un duro del cupón que compré con la intención de frecuentar el mismo club que Botín, estoy contento porque los once millones de euros han caído aquí, y como le he sugerido a Tony esta mañana, igual el efecto de ese premio se traduce en que el vende mas cafés en la barra de su bar. Ojalá sea así.

En fin. La Gala.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)12-11-11.

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