martes, 15 de noviembre de 2011

SENCILLEZ

Ayer me llamó mi amigo M.T. para que le ayude a corregir el libro que está terminando --aunque tiene un corrector del editor-- que cuenta la historia de las salas de exhibición cinematográfica en Valencia. Me dijo que tiene un problema con los tiempos verbales, con la transición entre el tiempo pretérito y el presente, porque su libro trata del pasado pero para interesar al lector debe hacerlo desde la actualidad.

Ambos hemos convenido un lema para realizar ese trabajo, la sencillez. Desescribir es la tarea que vamos a compartir, ese es el único proceso de la creación literaria que conduce a la sencillez. Podar lo que sobra, reducir adjetivos demasiado sonoros, quizás barrocos,que impiden el sonido armónico de la escritura,de modo que al abrir el libro ya editado ningún ruido molesto chirríe entre sus páginas.
(...)
Abro la tapa dura del viejo libro de Juan Ramón Jiménez, que descubrí a una edad tardía, y me asombra la difícil sencillez de ese texto ingrávido que parece flotar por encima de un universo de prosas farragosas que nos envuelve hasta aturdirnos.

Esa prosa etérea me devuelve la preferencia por la sencillez de los colores, los sabores y otros placeres sensoriales, alejados de la falsa complejidad con la que percibimos el mundo. Ahora me parece un entretenimiento estéril pensar en si el mundo cambia, hacia donde debe cambiar, sobre todo porque si el mundo cambia, lo hace sin nuestra ayuda, o quizás lo cambian otros sin nuestro concurso.

La llamada de mi amigo ha sido muy oportuna, me ha alejado del vano propósito de entender el entorno, de fijarme en mezquinos conflictos de poder, tratando de comprender pero, sobre todo, me ha alejado de la pedante intención de explicarlos. Todo lo que no es sencillez, es pedantería. Trataré de recordarlo si alguna vez pongo en orden mis notas para un tratado sobre 'Anatomía de la Pedantería'.

Esta reflexión me ha hecho ver lo farragoso de la entrada de ayer, de la que solo salvaría, si acaso, mi incursión en el mundo vegetal para tratar de explicarme, mas que explicar, la relación entre genética y educación pública.

Además de ocuparme, con mi amigo, de los tiempos verbales, mi asunto con el tiempo es otro. El mio es limitado. Por esa razón, en lugar de la estéril ocupación de pensar si el mundo cambia y hacia donde, es mejor abrir bien los ojos para no perderse nada de lo que en el sucede, en este momento.

En lugar de pensar en falsas complejidades, manipuladas para jorobarnos, quizás sea mejor ocuparse con mas atención de la mitad de la humanidad: Ellas, conocidas, desconocidas, amigas y medio pensionistas, están ahí para compartir el mundo contigo, y no te puedes dar el lujo de ignorarlo, porque tu tiempo es muy limitado.

Aunque, el domingo vi Medea en la filmoteca, y no me pareció el tipo de mujer con la que compartir gratas sensaciones. Esta tarde tengo clase de teatro, le preguntaré al profesor, le pediré indicaciones mas informadas para entender ese carácter femenino.

Respiramos, estamos vivos, tengamos los ojos bien abiertos para no perdernos nada de lo que sucede ahora mismo. Colores, sabores, sensaciones compartidas y, si es posible, sencillez. Y si se puede, 'De cuando en cuando un beso y un nombre de mujer'(M.Machado).

El viernes he de ver a mi amigo M.T., en la tertulia de periodistas a la que últimamente no he asistido. Aprovecharemos para poner en marcha la corrección de su libro. Ahora tengo que dejarles, he de limpiar los boquerones y la sepia, hacer la picada, preparar la ensalada, esas cosas, porque hoy tenemos comida familiar. Una comida sencilla, si.

En fin. Sencillez.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)15-11-11.

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