TIEMPOS RAROS

Los banqueros ya forman parte, directamente, sin personas interpuestas, de gobiernos no elegidos. Ruiz Zafón presenta otro libro. Carles Recio se inspira, en su artículo de 'Levante' de hoy, en el neologismo 'Teonomía' que usé en la página 'Democracias intervenidas' del 11-11-11, pero llevándolo al terreno del sexo, de un modo mas elaborado, barroco y creativo, mientras la SER y la SEXTA comienzan a hacer uso de la expresión 'La prima de riesgo' con las mismas connotaciones sexistas que yo usé en la página 'La Prima, los Primos, la Lírica' del 10-11-11.

Estas observaciones me inducen a pensar que vivimos tiempos raros, pero al bajar al Maravillas, hoy, 17 de noviembre, en el centro del otoño, llovía. Me ha parecido tan normal esa lluvia, nada melancólica, el brillo de las hojas de los arbustos plantados en los setos, con ese aire tan sano que les da la humedad,la ausencia de tórtolas, esas ratas aladas, las baldosas del camino que conduce al bar, limpias de excrementos de esas aves, y la actividad volcánica en la isla del Hierro, que tose con esa normalidad cíclica y geológica propia de la naturaleza, que me lleva a matizar la rareza de estos tiempos.

El comportamiento de los humanos si me parece raro, propio de un tiempo raro, pero la naturaleza, la meteorología, la geología, se acaban comportando como cabe esperar de los fenómenos naturales, con la cronología y la frecuencia que quienes las estudian conocen bien, por los registros históricos de los signos de su actividad.

Así, parece que los raros somos nosotros, y de esas rarezas me voy a ocupar ahora.
(...)
Es raro, ¿no? que los banqueros, que siempre han preferido ver representados sus intereses en los parlamentos a través de diputados, asesores y otras gentes influyentes en las decisiones políticas, permaneciendo ellos en un segundo y discreto plano de la vida pública, ahora pasen a protagonistas.

El primer efecto de ese cambio de actitud, tan raro, insisto, es dejar sin argumentos a los numerosos partidarios de la teoría de la conspiración que, no hace mucho, han celebrado un simposio para reunir todo el material relacionado con la idea de que el mundo está gobernado por un invisible poder conspirativo. Después de la exposición en la primera línea de lo público de los rostros de los banqueros gobernando la política de las democracias con las finanzas mas maltrechas, la teoría de la conspiración queda vacía de contenido.

Se podrá cuestionar si la designación de banqueros para dirigir los países, al margen de la soberanía popular, es mas o menos democrática, pero como lo hacen a cara descubierta, por favor, olviden, para siempre, el término conspiración.

Otra cosa que me parece francamente rara es que Ruíz Zafón, en lugar de estar en un taller de escritura, dirigido por Eduardo Mendoza, para aprender a usar Barcelona como personaje literario sin metáforas tontas, o en un poblado de Africa, representando a su propia ONG para abrir allí librerías con textos en swahili, tenga la osadía de presentar otra entrega de su literatura tramposa.

En cuanto a lo de Carles Recio, la Ser y la Sexta, me parece menos raro, además está en la línea de lo que vengo defendiendo en el blog desde hace mucho tiempo. La idea de sinergia, algo que según wikipedia es 'resultado de las acciones conjuntas de dos o mas causas, caracterizadas por tener un efecto superior al que resulta de la simple suma de dichas causas'.

Desde que comencé a defender la necesidad de sinergias entre los medios tradicionales e Internet, un poco como reacción a los ataques que leía en los periódicos a la libre expresión en la Red, observo que se han generalizado en los medios audiovisuales y radiofónicos,--menos en los escritos-- los contenidos inspirados, cuando no tomados directamente, de la Red.

Del mismo modo, en mi blog en particular, muchos de sus contenidos tienen su origen en una lectura personal de contenidos de la prensa convencional. Nada tiene de raro, entonces, que, asumida por las partes que en un principio parecían mas hostiles la ventaja de las sinergias para ambas fuentes, veamos de modo cotidiano expresiones o artículos escritos en un soporte que se critican, se completan, se amplían, en otro soporte distinto, porque esa extensión, ese enriquecimiento de la comunicación, al final sirve a la finalidad de
que la oferta sea mas plural y variada, que es de lo que se trata.

Entonces, ¿Vivimos o no tiempos raros? , pues yo diría que en algunos aspectos si y en otros no. Me parece muy raro que los banqueros se hayan despojado de su tradicional discreción y tendencia a la ocultación. Algo muy gordo debe estar a punto de pasar para que hayan descubierto sus rostros.

Me parece igualmente raro que los lectores compren de forma masiva libros de un tipo como Ruíz Zafón, quien, como ya dije en otra ocasión, por la etimología de su segundo apellido, parece un listo que se zafa de las enormes dificultades que plantea la buena literatura y coloca, como un trilero, gato por liebre a los inocentes lectores.

No me parece nada raro, en el ámbito del periodismo, que los iniciales prejuicios sobre la libre expresión en la Red, estén siendo superados por una práctica mas cercana al aprovechamiento de las sinergias entre los distintos soportes.

Finalmente, me parece de lo mas normal que hoy llueva, porque estamos en el centro del otoño, y que la tierra tiemble en el Hierro, porque toca. Si alguna enseñanza puedo sacar de este tonto artículo de hoy es que ciertos comportamientos humanos son mas raros que otros, y que la naturaleza tiene comportamientos cíclicos, pero menos raros que algunos de los nuestros.

Si de este relativismo se puede concluir que vivimos tiempos raros, la verdad, no lo sé.

En fin. Tiempos raros.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)17-11-11.