lunes, 14 de noviembre de 2011

LAS OTRAS CULTURAS

A veces aludimos a las culturas, en plural, cuando nos referimos a países distintos, con comunidades urbanas y rurales distantes. Sin embargo, ayer, viajando en el autobús, y leyendo el periódico, encontré la clara evidencia de que cuando nos referimos a la nuestra, a nuestra cultura, exageramos al atribuirle una madurez, una homogeneidad, que está muy lejos de responder al carácter de nuestros signos culturales grupales, tópicos aparte.

La primera cuestión que me ronda la cabeza desde hace dos días, ¿que es eso de la cultura? no me parece nada sencilla. Intento acotar el concepto, para quitarle complejidad, dejaré aparte la cultura de la farándula, el teatro y esas cosas, la de las editoriales y los premios literarios, no porque crea que no forman parte de la cultura, sino porque ahora me interesa otra cosa, la cultura ciudadana o comunitaria, para no excluir lo rural, que, en principio, no se lo que es, ni si existe.

Todas estas preguntas, estas dudas, tienen su origen en la lectura de un artículo de The Washington Post, firmado por Richard Cohen, cuyo texto traducido figura en la 6 del 'Levante' del domingo, titulado 'Nuestra cultura definitoria', dedicado a un diagnóstico del estado de la cultura del pueblo norteamericano.
(...)
Cohen comienza el artículo citando The Financial Times que publica el reconocimiento de que la industria automovilística alemana ha superado a su homologa USA, después rememora los países que quedaron asolados tras la segunda Guerra Mundial, Japón y Alemania. El hecho de que Japón y Alemania sean ahora potencias automovilistas por delante de USA lo explica Cohen por la cultura. Aunque no la define, como tampoco lo hago yo, dice que es algo dentro de nosotros a nivel individual y algo en el seno de un país o de una población a nivel colectivo. Es lo único que les quedó a Japón y Alemania, dice.

'Las culturas cambian, pero a ritmo glacial', dice Cohen y a continuación señala que no es casual que el sur de Europa, nosotros, Grecia, Italia, Portugal, pidamos como mendigos al norte. Termina, afirmando que la noticia de portada del The Financial Times no tiene nada que ver con coches, tiene que ver con la cultura, la noticia mas importante de nuestro tiempo.

No se si Cohen acierta o no. Estoy convencido de que la cultura ciudadana, colectiva o grupal es un factor esencial en el crecimiento económico, pero sobre todo político, de un país, pero dudo que sea el mas importante, pues siendo USA un país con grandes masas de población que puede calificarse de inculta con los estándares europeos, es una potencia mundial con un PIB que los chinos, que pasan por ser los mas ricos, aún están lejos de alcanzar, a pesar de su ritmo de crecimiento. ¿Entonces?.

Veamos otras fuentes que nos ayuden a entender. En la 40 de 'Levante', un editor da un titular 'La incultura acaba sent molt més cara per a un poble que la cultura.' Diría que está en la línea de Cohen, pero, claro, no hay que perder de vista que se trata de un editor, su profesión es vender libros, y los libros pasan por ser un vehículo de cultura, aunque un ingeniero con quien trabajé se refería a gentes espabiladas de éxito, con la expresión 'eixe es de la escola de la fam', para destacar que habían triunfado sin tener cultura libresca.

Asumiendo que los libros sean cultura, y que las clases burguesas, ricas, tengan mas oportunidades de acceder a la cultura, hay otras dos noticias relacionadas con el asunto.
'El Consell liquida el 'Pueblo de libros' que debía implantarse en Requena'; se informa en la 36 del abandono de un proyecto público de rehabilitación de edificios históricos que se habrían dedicado a actividades relacionadas con el libro.

Está claro que el gobierno del PP en esta comunidad no comparte en absoluto las tesis de Cohen. No llega al extremo de decir, como un jerarca nazi, 'cuando oigo hablar de cultura saco la pistola', pero la deja morir sin remordimientos.

Mas grave me parece la opinión de un ex director de la Bolsa de Valencia, referida a la burguesía, se supone que culta, valenciana. 'La Sociedad valenciana (los mas ricos) no ha hecho lo necesario por su banca'. Veamos, yo no se cual es el grado de cultura, en general, de la ciudadanía de por aquí, pero está claro que los que deciden sobre cultura y autonomía financiera, no son ellos.

Sin embargo, hay un aspecto del desarrollo de las comunidades ciudadanas, el civil y político, que requiere un alto grado de cultura cívica, que no se lo que es, pero intuyo que tiene mucho que ver con el grado de madurez democrática y que incluye, sentido crítico, criterio propio y capacidad de selección de los mejores potenciales servidores de los intereses de la comunidad, y en esto, creo que vamos por detrás del muy inculto conjunto de ciudadanos norteamericanos que incluye a las minorías intelectuales y científicas mas avanzadas del mundo, y a los grupos de población mas zoquetes del universo.

Me baso para hacer esta afirmación en dos fuentes, la colección de tópicos extraída de los discursos de Rajoy reproducida por Matías Vallés en su columna Al azar,(44) 'Rajoy tiene un discurso', y el éxito multitudinario de esos discursos vacíos entre la ciudadanía que acudió en masa al mitin de la plaza de toros de Heliópolis y llenó las calles y los autobuses portando emblemas y banderitas del partido que ha ejercido, aquí, el peor gobierno de la historia de la democracia, el mas ladrón, el mas censor, el mas ajeno a la cultura que hemos tenido nunca.

¿Que pasa con la cultura ciudadana, el sentido crítico, la capacidad de elección?, sin duda están condicionados por la mala práctica del socialismo gobernante, pero debe haber algo mas porque, en el autobús, de vuelta a casa de un paseo por el centro histórico, escuché una conversación entre varias personas con banderitas que volvían del mitin de Rajoy, y para ponerme a tono con lo que se decía, hubiera debido extender el brazo y lanzar un vibrante 'Viva Franco, arriba España' en plan de coña, cosa que no hice porque me mujer me lo impidió, y no crean que eran peligrosos militantes de extrema derecha, eran vecinos de mi barrio, votantes del PP, que largaban un discurso filofascista y se lamentaban de que Rajoy no hubiera elegido el estadio de Mestalla para el mitin, porque lo habría llenado.

Si empezamos a llenar estadios con banderitas, esto pronto se parecerá al tercer Reich.
Me pregunto que tienen que ver esas actitudes con la cultura. Recurro a la última cita de 'Levante'. Matías Vallés, en la página cuatro,titula su artículo 'Tanta democracia como dictadura'. Matías, en este caso, no coincido con tus cuentas. Es cierto que los años de democracia y dictadura franquista son periodos temporales igual de duraderos, si, pero si nos vamos mas atrás, desde que se inventó la democracia en Europa, aquí hemos tenido dos siglos largos de regímenes autoritarios con muy breves paréntesis en los que la esperanza de libertades ciudadanas ha sido rápidamente cancelada. O sea, afirmo, cultura ciudadana autoritaria. Punto.

Sigo sin saber que es la cultura. De las personas cultas también se dice que son cultivadas. Ese sinónimo me permite un enfoque vegetal del asunto. Cualquiera puede visualizar un arbolito que crece raquítico y torcido, y los cuidados del jardinero consiguen que acabe en ejemplar fuerte, hermoso, proporcionado, y que de frutos. Pero la cosa no es tan sencilla. En un perdido cercano a la casa de la sierra hay una impresionante encina centenaria que jamas ha sido objeto de los cuidados de jardinero alguno y exhibe un poderío arbóreo que, sin duda ninguna, solo obedece a su dotación genética.

¿Quiere esto decir, como sostuvo el impresentable Rosell, presidente de la patronal, que la genética justifica dedicar menos recursos a la educación, porque es la que determina el talento? No. Quiere decir justo lo contrario. Sin desconocer la importancia de la genética en la condición humana, en su desarrollo futuro, cuantos mas dineros bien gestionados dediquemos al cultivo de los recursos humanos del conjunto de la ciudadanía del país, mas se enriquece la comunidad ciudadana, y con ella, las actividades financieras y económicas que se realizan en su seno. Justo lo contrario de lo que está haciendo el Partido Popular aquí. Hay deudas. Claro. Pues se aplazan, en un plan razonable que permita digerirlas, sin menoscabo del desarrollo humano de la población.

La amenaza real de un giro bárbaro a la derecha, sumergida bajo las promesas tópicas de los discursos de Rajoy, nos aproxima, de nuevo, a las viejas etapas autoritarias que los nostálgicos vuelven a celebrar, y no son militantes de la extrema derecha, son nuestros propios vecinos que no se quitan aún la costra de siglos de autoritarismo.

En fin. Las Culturas.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)14-11-11.

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