Mientras ojeo un libro de Baudelaire encuentro, en la página 251, un poema que parece dar a entender que su autor fue bipolar. Digo parece, porque solo los médicos del cuerpo y del alma están autorizados para dar opiniones
sobre los síndromes que padecemos y, aún así, no creo que ningún galeno fuera capaz de acertar sobre el alma de Baudelaire leyendo solo una de sus páginas.
Reproduzco a continuación la traducción del poema, y luego daré mi opinión, un poco mas extensa, y recabaré la de ustedes.
(....)
CANTO DE OTOÑO
'Pronto nos hundiremos en las frías tinieblas;/¡Adios, vívida luz, de tan breves estíos!/Oigo ya como cae, con sus fúnebres golpes/en empedrados patios la leña resonante.
A mi ser va a tornar todo el invierno: cólera/ horror, odio, temblor, forzado y duro oficio, / y, lo mismo que el sol en su infierno polar/será mi corazón un bloque helado y rojo.
Escucho estremeciéndome cada leño que cae;/no tiene ecos mas sordos un cadalso que alzasen/Mi espíritu parece la torre
que el ariete, con embates pesados e incesantes derriban.
Me parece, acunado por los golpes monótonos,/que un ataúd clavasen deprisa en algún sitio./¿Para quien?--¡Ayer era verano; hoy es otoño!/Suena ese extraño ruído igual que una partida.'
(Las Flores del Mal, Charles Baudelaire, Cátedra, Edición bilingüe de Alain Verjat y Luis Martínez de Merlo)
No se que les sugiere a ustedes la lectura de este texto, pero a mi me parece, desde los primeros versos, la expresión de un terror irracional al cambio estacional.
Algo que, de modo recurrente, experimentan aquellas personas que han sufrido alteracionas graves del ánimo relacionadas
con cambios estacionales, algo que se llama, a veces, ciclotimia o bipolaridad.
Aventuro esta hipótesis sobre la condición de bipolar de Baudelaire porque, al leer su poema, he reconocido ese pánico a la llegada del otoño que, en épocas lejanas, yo también sufrí, y del que hace décadas que me he librado porque, precisamente la repetición de las crisis en las mismas fechas permite prevenirlas, controlarlas y vivir con ellas sin que prácticamente causen problema alguno.
Con el tiempo, llegas a darte cuenta de que, si el propio otoño es cíclico, si la naturaleza misma es bipolar, esos fenómenos que antes alteraban tu ánimo y te producían temor, pueden observarse con cierta distancia, relativizarse
sin que te impidan llevar una vida ordinaria, aunque hay que decir que no a todas las personas su bipolaridad les afecta de la misma manera. Unos viven con entera normalidad, otros no lo consiguen.
Para eso están los galenos a los que me refería al principio, para consultarles. Si siente usted un pánico irracional ante la llegada del otoño, porque su llegada es sinónimo para usted de crisis de ánimo, hágalo, consulte y le ayudarán a solucionarlo.
Respecto a si Baudelaire fue bipolar, o no, lo dejo a su criterio, después de todo, murió hace mucho tiempo, nos queda su obra, que no es poco.
En fin. Canto de Otoño.
LOHENGRIN CIBERLOHENGRIN) 27-11-13.
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