martes, 19 de noviembre de 2013

EL TRIO CALAVERAS

Los que tenemos una cierta edad, o sea, hemos consumido un tiempo que ya no tenemos, nos acordamos no solo de Los Panchos, un trío musical famoso de la cultura latino mexicana, sino de otro anterior, el Trio Calaveras, aún mas antiguo.

Ignoro por que misterios de la memoria, y de la asociación espontánea de ideas, ha venido a mis recuerdos, viajando desde mis tiempos mas remotos, ese par de palabras, Trio Calaveras, pero aún me sorprende mas que venga asociado a otro trío, Zaplana, Camps, Fabra dos, que nos han gobernado en los últimos quince años, mas o menos, el último de ellos aún nos gobierna, aunque no se sabe por cuanto tiempo.

A cualquiera que le digas que a una comunidad con lengua propia le pusieron de candidato a presidente a un murciano que habla panocho y salió elegido, se partirá de la risa cuando lea en los periodicos locales esas cosas de la identidad, la historia y demas zarandajas mas o menos nacionalistas, que parecen cosas de minorías estudiosas pero, a juzgar por las realidades electorales, son residuos del pasado, sin ninguna implantación en la conciencia ciudadana, en general, quiero decir, la mayoritaria.
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Zaplana, que gobernó aquí hasta que lo promocionaron a Ministro de Trabajo del gobierno central, fue el primer goliardo de ese trío al que aludo, y sus méritos venían de la Alcaldía de Benidorm, un lugar donde se practica el transfugismo con la mayor naturalidad, y que tiene un busto dedicado a Julio Iglesias en un parque, trabajado en un bronce que le da un aire de Julio César, pero al evocar al primer espada de este trío, quiero aprovechar para desmentir un bulo que circula desde hace años y le atribuye a Zaplana una frase que no pronunció. Lo de 'Yo estoy en política para forrarme...' no lo dijo el, esa grabación que salió a conocimiento público cuando el sumario del caso Naseiro, --jo, hay que ver la de años que hace que los tesoreros del PP trincan-- en aquel asunto salieron en los medios conversaciones grabadas que luego fueron desestimadas por el juez, o sea, que todo quedó en nada, pero se de fuente segura que aquello no lo dijo el murciano, lo dijo otro colega suyo. 

Para que luego digan que en Internet se difama a la gente. Esta es una prueba de rigor periodístico contra la difamación. Además, puestos a difamar, tiene mas morbo difamar a Camps, el curita, que sucedió al murciano en este patio de Monipodio que ha resultado ser la Comunidad Valenciana, a la que acostumbro llamar Heliópolis, no me pregunten porqué. 

Por mucho que en la égida del curita se hayan concentrado la mayor parte de las operaciones dudosos que ahora están en sede judicial, Gürtel, Noos, no se que Sunnit, visita del anterior Papa, (hay que ver lo lejos que queda al escuchar al Papa actual y su reparto de Misericordina) no se puede negar a Paco Camps un valor a toda prueba, pues tuvo que enfrentarse a la inquina del murciano que, aunque alejado de aquí, por su ministerio madrileño, no dejó de hacerle la puñeta por mano interpuesta de sus partidarios, lo que podría explicar los descuidos de Camps con el dinero público, ocupado como estaba en un combate a muerte con el otro mosquetero del trio. 

Tanto Zaplana, como Camps, como luego Fabra, comieron con frecuencia con las autoridades eclesiásticas de aquí, comer con el Arzobispo era una práctica obligada y parece evocar mas que al Trío Calaveras, a los Tres Mosqueteros, que a su vez mantuvieron, en la ficción, una relación fluida con el Cardenal Richelieu, lo que parece indicar, tanto en la ficción, como en nuestra realidad autonómica, que la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado nunca ha sido una realidad desde que el franquismo impuso el nacional catolicismo, como confirman ahora las declaraciones de Rouco Varela sobre asuntos terrenales, muy alejados de sus competencias espirituales. 

El tercero del trío, Fabra dos, ha llegado aquí en paracaidas. Lo han dejado caer desde su partido en el sillón presidencial de una Comunidad Autónoma que desconoce. El alcaldito, le llama alguna colega suya, y la llamada sociedad civil de por aquí no conecta con este señor que ha venido de un mundo ajeno a las realidades, necesidades y aspiraciones de una comunidad en crisis que hubiera preferido a otro candidato, mas imbricado, mas comprometido con nuestras realidades. 

Desde que ha venido, este señor no ha parado de hacer bellos discursos, pero ha mostrado una incompetencia memorable para abordar los muchos problemas que permanecen sin solución. Financiación. Agua. Infraestructuras ferroviarias, entre otros, y cuando se ha enfrentado a un conflicto, ¿que hacer con RTVV?, ha optado por la peor de las soluciones posibles.

Tiene fama de dócil ante sus jefes de Madrid, hasta le han llamado gobernador civil, porque gobierna a las ordenes de otros, en fin, es el que está menos tiempo gobernando en esta comunidad, pero está a punto de superar a Zaplana y Camps en la lista de los peores gobiernos que ha tenido este territorio en los últimos veinte años. 

¿Trio Calaveras?. Si, pero no en el sentido de juerguistas divertidos, sino como la premonición a través de sus huesudas calaveras, de la situación de esta comunidad. Renta per cápita de los valencianos al nivel de 1999. Indicadores de bienestar un 14% inferior al resto de España, un 20% por debajo del europeo, aumento del desempleo un 229% desde 2007. (Catedrático J. Maudos, hoy, en la 39 de 'Levante').

¿No es esto una calaverada? 

En fin. El Trio Calaveras. 

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 19-11-13.

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