Llamo a este guisote patatas con costillas porque en su composición entran mas patatas que costillas. Lógico, ¿no?. La cosa es que, Encarna, antes de ir al mercado con unos amigos, y luego a gimnasia, que hay que ver como está física y animícamente, me lo ha dicho.
Ocúpate tu hoy de la comida, en la nevera encontrarás las sobras de las costillas del arroz al horno del otro día, convenientemente descongeladas, pelas unas patatas --acuérdate de cortarlas rompiéndolas, para que espesen el caldo-- añade lo que quieras, pero esmérate, que no tengo otra cosa si la cagas.
Lo primero, claro, ha sido la planificación. Puesto que solo hay media docena de trozos de costilla y mucha patata, habrá que hacer algo para disimular ese desequilibrio, me he dicho. Entonces se me ha ocurrido hacer una picada como la que suelo emplear para los platos de pescado, ajo, almendras tostadas, perejil, una rodaja de pan duro frita, pimentón, todo machacado en el mortero, ninguno de esos ingredientes le molesta a un guiso con carne, digo yo.
Además, una vez sofritas las costillas con un diente de ajo, he añadido media cebolla picada y una carlota en finas rodajas, en este caso, un detalle procedente de la receta del rabo de toro. Ya se ve que este plato, por lo dicho hasta ahora, se puede calificar como se quiera, pero no se puede negar que es ecléctico, es decir, una síntesis de filosofías
diferentes.
(...)
Una vez peladas y troceadas las patatas, picada la cebolla y cortada la carlota, he sofrito
las costillas con un ajo, he añadido una docena de almendras crudas y una rodaja de pan duro que he sacado enseguida
para ponerlas en el mortero donde había machacado un ajo y el perejil, también he añadido pimentón y he dejado la picada amalgamada en el mortero, en espera de ser utilizada.
Una vez doradas las costillas, he añadido la cebolla y la carlota, y al final media cucharada de harina (otra recomendación de Encarna, para que el caldo espese), enseguida he añadido la picada, la he revuelto en la cazuela, y luego he añadido las patatas, después de sazonarlas con sal y pimentón.
A continuación he puesto el agua en la cazuela metálica de borde bajo donde he improvisado el guiso.
Naturalmente, he puesto agua mineral, siempre lo hago, aunque en este caso Encarna, que ya ha vuelto a casa cuando escribo estas líneas, me reprocha que la he gastado toda, dejándola a ella sin su provisión.
Cuarenta y cinco minutos de cocción y voilá, ya están las patatas con costillas, de las que solo puedo decir, por la cata que he realizado, que están bien, pero no se si gustarán a los demás, porque aún no hemos comido.
Pues nada, a continuación resumo los ingredientes utilizados.
-COSTILLAS SOBRADAS DEL ARROZ AL HORNO (6 TROZOS)
-CUATRO PATATAS MEDIANAS
-DOS AJOS SECOS (UNO PARA EL SOFRITO, OTRO PARA LA PICADA)
-SAL, PIMENTÓN
-UNA DOCENA DE ALMENDRAS
-UN RAMITO DE PEREJIL
-UNA LONCHA DE PAN DURO
-ACEITE DE OLIVA (PARA CUBRIR EL FONDO DE LA CAZUELA)
-MEDIA CEBOLLA
-UNA CARLOTA
-AGUA MINERAL (DE MEDIO A UN LITRO, SEGÚN),(SI SE DISPONE DE CALDO DE CARNE, MEJOR)
Se me olvidaba, una hoja de laurel, si, he puesto laurel. Desde que me disfracé de griego con una sábana y una ramita de laurel, nunca prescindo de ese elemento de la cultura greco latina en los guisos.
Tengo que dejarles, ahora hay que calentar y servir la comida.
En fin. Patatas con costillas.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 11-11-13.
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