domingo, 24 de noviembre de 2013

UN PAÍS HONRADO

Estoy seguro de que González Pons, Vicesecretario de no se que del Partido Popular, quien parece una persona leída, estaba pensando en el discurso de Marco Antonio ante el cadáver caliente de Julio César, cuando se dirige a los romanos afirmando con énfasis que su matador, Bruto, es un hombre honrado, cuando dijo que ellos, los dirigentes de su partido, son tan honrados como los de cualquier otro partido.

Si aceptamos esta premisa, el discurso de González Pons tiene una doble dirección, una dirigida al público en general, que proclama la honradez de la política, otra a sus adversarios políticos, en la que recuerda que los demás partidos son tan delincuentes como ellos.

Así, la honradez no sería un valor absoluto y podemos decir, sin temor a equivocarnos que, en general, nuestros partidos políticos son honrados, pero unos son mas honrados que otros, lo que se puede confirmar contando con los dedos, de las manos y de los pies, los asuntos que tiene en sede judicial cada uno de ellos.
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Aceptando un cierto relativismo en el concepto de honradez, conviene saber que es esto de la honra, algo tan antiguo que deviene casi extinguido. Voy a buscarlo en mi viejo Espasa. 

Una cosa curiosa que se cita en la palabra honra es esta expresión, 'honra y provecho no caben en un saco' que enseña que regularmente los empleos de honor y distinción no son de mucho lucro, lo que explicaría que tantos hombres ilustres abandonen la honra para dedicarse a la política, de la que no se dice que no sirva para llenar el saco propio.

En cuanto a la honradez, se relaciona con la probidad. Calidad de probo. Proceder recto, propio del hombre probo, y no voy a dar la vara ahora buscando que es eso de probo. 

Abandono el Espasa, y me centro en los datos objetivos que inciden en la condición de honradez que González Pons reclama para los dirigentes del Partido Popular. 

En primer lugar, ¿que dirigentes?, ¿los que han ocupado cargos relevantes y ahora están sometidos a causas judiciales? Se basa González Pons en la longitud de esa lista, para, comparada con la de otros partidos, atribuirse esa honradez tan cínica que proclama? ¿Acaso habla de otra honradez, así, en abstracto, la que podría deducirse de un recto proceder de su partido, así, en conjunto?.

¿No desmiente  el incumplimiento radical de su programa electoral ese recto proceder? ¿Un partido que ha engañado a todos los electores, los que le votan y los que no, cómo puede atribuirse una condición que, con independencia de los que han metido la mano en la caja, es incompatible con el recto proceder que define la honradez?.

El cinismo culto de González Pons no ve uno que utilidad tiene para su partido, aunque si para quienes observamos desde fuera de la arena política los movimientos de los toreros cómicos, nos da para una página antes de salir a tomar el sol entre las gentes, esas si, mas o menos honradas, que de todo hay. 

En fin. Un país honrado.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24-11-13.

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