He bajado al quiosco en este día de difuntos y la quiosquera me lo ha dicho. No ha entrado ni un alma en toda la mañana. Claro, he comentado, ayer, cuando salí del aula de teatro, crucé el centro histórico para tomar el bus
y vi a todos, disfrazados de ánimas, dispuestos a coger una cogorza para pasar la noche de Halloween, y a alguna brujita, muy mona, en la puerta del bar animando a los clientes. A estas horas están todos borrachos, por eso no vienen. No es eso, contestó Pepi, es que están todos en los cementerios.
He escrito Jalogüin en el título porque no se inglés, y de paso le ofrezco este neologismo a la RAE, si lo quieren,
porque si ellos escriben güisqui, cuando quieren decir Whiskey, a ver porqué yo no, eh?.
Mi mujer tampoco sabe inglés, pero mi nieto de cuatro años, cuando le escucha decir Jalowey, la corrige con un acento de inglés de Escocia, y es que a su tierna edad ya estudia idiomas y musica. Tengo para mi que esa generación, la de nuestros nietos, será la del auténtico renacimiento de este pais, porque la de sus padres, lleva camino de perderse en la nada.
Total, que me llevo 'Levante' debajo del brazo y observo un titular en la primera, arriba, a la derecha, que merece un comentario.
(...)
'Valencia frena el plan del Cabañal al aceptar la orden que paró los derribos' Para quien no lo sepa,
esto va de un proyecto municipal que pretendía abrir una arteria nueva en pleno barrio, derribando todo lo que se le pusiera por delante, y que fue interrumpido por la anterior ministra de cultura, Linde, mediante una orden que protegia
el patrimonio que se estaba derribando.
No voy a entrar en el fondo del asunto que, por otra parte, cuando oyes a los partidarios del derribo, dicen que ellos no han aceptado nada, y no renuncian a nada, solo aceptan pequeños retoques. En realidad, lo que ha llamado mi atención de este asunto, es un aspecto puramente formal.
Los redactores del titular, cuando emplean la expresión 'Valencia frena...', se refieren sin duda a un sujeto jurídico,
el Ayuntamiento, que es el promotor del proyecto.
Si querían personalizar el asunto, deberían haberse referido a la oronda, colérica y feroz Rita Barberá, la alcaldesa que es responsable de este urbanismo autoritario, destructor, aunque en páginas interiores lo hacen.
Para cualquiera que resida, o haya nacido aquí, en Valencia, a la que a veces nombro como Heliópolis en el blog, en mi afán de confundirlo y complicarlo todo, es un escarnio confundir Valencia, con Rita Barberá, pues, si bien ha sido legitimada con ciertos votos para gobernar la ciudad, yo jamás la he votado, ni la votaré, por lo que no me parece bien que se confunda la parte con el todo.
Rita solo representa a lo mas reaccionario de la sociedad, aunque sean los que mas le votan y si supiera que eso va a ser siempre así, me marcharía de esta ciudad y me retiraría al monte.
Aparte de visitar mercados y otros populismos de jardinaria y farolas de alumbrado, Rita es una alcaldesa atípica, que necesita dos guardias de vigilancia permanente en la puerta de su casa, para que no le rompan la cara, y que pronto trendrá que dar cuentas al juez, en calidad de testigo dicen, por sus trapicheos con Mr. Urdangarin, aunque me temo lo que va a declarar, yo no se nada, no he firmado nada...
A Rita la sacas de los mercados y el balcón de su ayuntamiento en fallas, y su cercanía con el pueblo es pura leyenda. La he visto alguna vez por las calles, acompañada de una extensa camarilla de los suyos,
y el gesto de su rostro era cualquier cosa menos populista, cercano, porque lo que la define de un modo mas exacto es su condición de animal autoritario.
Por favor, señores redactores de 'Levante', consideren estas cosas antes de confundir la persona de Rita, la alcaldesa, con la ciudad que la sufre. Gracias.
Tengo que dejarles, estoy dando unas puntadas a mi disfraz de esqueleto porque, del año pasado a este, se me queda algo estrecho de la tripa.
Un saludo fantasmal.
En fin. Jalogüin.
LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 1-11-13.
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