He bajado al Maravillas y, entre conversaciones sobre pesca, consumo de tabaco y precios del GLP, mas conocido como gas Butano, que, según Tony, es una materia prima energética prehistórica, que antes recibía subvenciones
y las están quitando de modo gradual, lo que explica que 14 kilos de gas cuesten
como catorce botellas de vino, he visto en las páginas de Levante una expresión que se está poniendo rápidamente de moda. La Casta.
La Casta, junto con La Susana, fueron dos personajes femeninos que estuvieron muy de moda en nuestra zarzuela tradicional, pero ahora ha utilizado esa expresión en sus declaraciones Pablo Iglesias, el rostro visible de Podemos, que ha obtenido cinco escaños en el parlamento europeo, pasando así de la notoriedad tertuliana a la representación legitimada por las urnas para ejercer su opción política.
Iglesias tiene nombre de tipógrafo y un estilo de oratoria, para mi gusto, demasiado retórico y profesoral, pero esta es una objeción estética, no ideológica.
Iglesias utiliza esa expresión, la casta, supongo, inspirado en el sistema social de la India, donde la sociedad está mas compartimentada que en Occidente y, si bien, se puede suponer que lo hace en el sentido de casta dominante, en mi opinión debería haber añadido este calificativo pues, los Intocables, también son en aquel país una casta, a la que ahora se aproxima en España casi un 40 por ciento de la población.
Gandhi, y sobre todo su familia, también formaban parte de una casta dominante, pero se aliaron con los Intocables, temporalmente, para echar de su país a otra casta dominante, la extranjera colonial, a la que sustituyeron enseguida
en el gobierno de la India, y todavía siguen hoy en el Partido del Congreso, mientras que los Intocables han vuelto adonde solían.
....
Esto quiere decir que es complicado que, al cambiar solo la retórica de las castas que gobiernan, en lugar de producir cambios en la realidad, los Intocables, de la India, o de los países del Sur de Europa, noten un cambio espectacular en su situación de clase social deprimida.
Porqué esto suele ser así...no tanto por la postura estética de la casta que gobierna, sino por la cantidad de caspa
que acumulan los políticos que la forman. Veánse aquí Barberá o Cotino. Rita acaba de reconocer que ella no es una rata, que no abandona el barco, sin duda califica así de ratas a los socialistas que han dimitido, pero si se fijan en su imagen, la de Rita, y las cosas que dice, percibirán que rebosa caspa por todo su cuerpo.
Para ser consecuente con mi demanda de precisión en el lenguaje, voy a ver que dice Wikipedia de la palabra caspa.
La caspa es la formación de costras de piel muerta. Algunas personas acumulan cantidades anormales de estas costras.
Imaginen, después de mas de veinte años de ejercicio del poder, casi sin oposición, cuantas costras puede acumular
un político en su estilo de gobierno, por ejemplo Rita Barberá, me viene a la memoria la expresión, tiene mas conchas que un galápago.
Todo esto tiene un sentido, cuando un político se eterniza en el poder, no solo se convierte en miembro de una casta, dominante, sino que acumula en si mismo la evidencia de la caspa, y así como la condición de miembro de una casta se refiere a todos, en la medida que podemos ser Intocables, la acumulación de costras suele afectar mas a quienes se eternizan en el poder.
No tengo mas argumentos, pero, a partir de ahora, ruego a Iglesias que se refiera a la caspa, en lugar de a la casta
porque, cada vez que lo hace, me siento aludido por esa generalización.
En fin. La Caspa.
LOHENGRIN )CIBERLOHENGRIN) 28 05 14.
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