He bajado al Maravillas a la hora justa en que había mas concurrencia de clientes. Estaba Pepe, el tramoyista jubilado, en su silla de ruedas, al parecer con su salud muy quebrantada pues, uno de sus hijos, maldecía en la barra, antes de que el llegara, por la mierda de familia que tiene, decía, pues al parecer los llamaba desde el móvil para interesarse por el estado de sus padres y no se ponía nadie.
Eran las 8,30h, tampoco es para tanto.
Luego, la reina de las mercheras se ha acercado a mi y, con una elegancia exquisita, me ha dicho lo de siempre...Caballero, tiene un cigarrillo...Hoy es Lucky, le he contestado, mientras le ofrecía el paquete. Me encanta la perfecta educación cívica con la que la reina de las mercheras me pide un cigarrillo, no como la joven que está siempre tirada en un banco cerca de La Fuente, que cuando me coge un cigarro me deja con la sensación de haber sufrido un asalto a mano armada.
He dejado el Brooklyn porque ayer, en La Fuente, mientras hablaba con Velarte, el fontanero y constructor dueño de los bajos del edificio donde vivo, que iba en uno de esos vehículos motorizados que se ven en Benidorm y nunca sabes si los ocupan personas con problemas de movilidad, o es que van a comprar a Mercadona, extrajo del bolsillo un envase mínimo conteniendo cinco delgados cigarrillos que apenas contenían alquitrán.
Me indujo a leer la letra pequeña de mi paquete y vi que llevaba 10 milígramos. Me asusté.
Por eso, hoy he sacado de la máquina Lucky, en lugar de Brooklyn, pero, una vez leída la letra pequeña, resulta que lleva, también, 10 mgm. de alquitrán, y 10 de monóxido de carbono, como los Ducados, por cierto, según me ha mostrado otro cliente del Maravillas.
O sea.
Después me he centrado en ojear los periódicos del lunes, para apartar la siniestra idea de que, con tanto alquitrán, mis pulmones deben estar mejor pavimentados que la red de carreteras del estado, ejem... Los periódicos, ambos dos, dedicaban sus contenidos de hoy, en un setenta por ciento, al deporte y al sexo. Sexo y Deporte son, en la actualidad, dos actividades que requieren un análisis matizado. A ver si lo estiro para que me de para la entrada de hoy.
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Empezaré por el sexo. Las páginas que lleva Levante llenas de sugerencias, direcciones y directamente prostíbulos, mas o menos lujosos, son una risa al lado de lo que te sale en el margen de la pantalla cuando pones en la barra de direcciones, en un momento aburrido de la tarde, Maduras Italianas.
Los anuncios, a la derecha, con un texto que se mueve para acentuar su potencial de atracción, te incitan a follar ya, sin mas, y añaden, tu mujer no se enterará. A quienes ya hemos doblado la curva peligrosa de los setenta, eso de follar ya, sin una preparación mental previa de varios días, para conseguir la elevación de la materia dormida,
nos suena a ciencia ficción.
En cuanto a lo de, tu mujer no se enterará, lo veo mas plausible, pues es normal que la capacidad amatoria disminuída por el paso del tiempo, y por la adicción al tabaco, porqué no decirlo, ya lo dicen ellos en los paquetes, cuando pintan en el envase un cigarrillo arrugado junto a la palabra impotencia, haga que tu mujer ni se entere de lo
que tiene encima, o dentro, sobre todo si haces caso al anuncio, follar ya, sin una preparación previa.
Dejemos la escatología del sexo, ahora, y vamos a lo fundamental, el Deporte, así con mayúsculas.
Uno, que ha visto mucho cine inglés, asocia el deporte a esa actividad de gentlemans sin ánimo de lucro, que dicen que inventaron los ingleses, que en todas las películas de época salen jugando al polo.
Algún erudito ha aludido a que hay precedentes mas antiguos de la práctica deportiva,
citando a alguna civilización de mesoamérica, cuyos príncipes gustaban de pelotear con las cabezas de sus enemigos decapitados al pie de sus pirámides.
Ni una ni otra referencia sirve ahora para entender la esencia de la máxima expresión del deporte en
nuestro tiempo, el fútbol.
Gracias al Mundial de Brasil gozamos ahora de una presencia permanente del fútbol en pantallas de televisión y periódicos del lunes, casi todos los días hay partido, el último, que yo no ví, el R.Madrid Valencia, en el que los de aquí metieron dos goles
al Dream Team, en su casa, pero la noche del domingo, Évole, desde Salvados, destacó un aspecto del fútbol, el financiero, que define mejor la naturaleza de ese negocio, que llaman deporte para despistar, cuando uno de sus entrevistados declaró que un famoso del fútbol tenía una pasta en bancos de Suiza, que deja en ridículo el asunto Bárcenas.
Por no hablar del culebrón de la venta del Valencia C.F., cada día nos hablan de los exóticos compradores potenciales, unos de Oriente Medio, otros, capitalistas rusos, o de la mediación, o metidas de pata, según se mire, del político Rus en este negocio, que debería ser una simple operación de bolsa, sin tanto aparato de declaraciones obscenas.
Encima anda por medio Aurelio Martínez, quien empezó de profesor de Estructura Económica y ahora con su presencia en este negocio confirma, por si hubiera dudas, que el fútbol es, antes que otra cosa, un asunto económico financiero, de bolsa, holdings, operaciones inmobiliarias y hasta secuestros, véase el presuntamente inducido por Juan Soler, a su sucesor en la presidencia del Valencia CF.
Conclusión. El fútbol profesional, el amateur, no, mi nieto de 8 años juega en infantiles, es, ahora mismo, un asunto mas escatológico que el sexo que figura en las páginas del Levante de los lunes.
En fin. Periódicos.
LOHENGRIN )CIBERLOHENGRIN) 5 05 14.
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