MAFIAS

El pasado viernes, en la tertulia del Mercado de Colón, conversé con Fernando, el ex alcalde, que tiene un nieto estudiando en Sicilia. Me aseguró que en los institutos de enseñanza media italianos se dedican cuatro veces mas páginas que en los de aquí a los hechos de la guerra civil española.

En cambio, en los de aquí, no se explica el fenómeno de la actividad mafiosa, que queda para los titulares de periódico. Siempre que me nombra Sicilia, le digo a Fernando, Sicilia está aquí, pero esta vez ha añadido, en Sicilia, ahora mismo, no se nota la presencia de las mafias, porque están en un periodo de paz interna, al contrario de lo que sucede aquí, a juzgar por los titulares de periódico.

Si quieres escribir algo sobre las mafias, tienes que leer primero a Roberto Saviano. Yo ya había leído a Saviano, Gomorra y sus artículos en El País. Gracias a esas lecturas aprendí que mafia es una palabra demasiado genérica y que sus investigaciones publicadas, que le llevaron a recibir proteccion policial para procurar su supervivencia, se centraron en un grupo mas concreto, la ¨ndranguetta, actor de operaciones con la basura que consistieron, entre otras cosas, en enterrar en los vertederos napolitanos, como si fueran basura, residuos radioactivos que deberían haber sido tratados, pues les pagaban para ello con dinero público.

Lo mas parecido a la ndranguetta que tenemos por aquí, está escrito en los sumarios del caso Brugal, de Emarsa, y en la peculiar redacción del Plan Urbanístico de Alicante. Llamar mafiosos al constructor Enrique Ortíz, a la alcaldesa de Orihuela, a Sonia Castedo, o a los ejecutivos y supervisores de Emarsa, la depuradora de Pinedo, puede parecer excesivo, pero que no se apresuren a ofenderse pues significa, literalmente,¨Hombres de honor¨.

Los valores de la mafia son así, jerarquía, lealtad, silencio, interés del grupo, o mejor de los jefes del grupo, y castigo a quienes conculcan esos valores. La Mafia, así con mayúsculas, no es un fenómeno localista. Hay mafias en todas partes, la Rusa, ahora tan activa en Ucrania, las Tríadas chinas, la Yakuza japonesa, la camorra napolitana, y tantas otras.

Aquí, curiosamente, las actividades criminales, en sentido amplio, de crimen económico, autóctonas, carecen de una denominación específica que las identifique, aunque podemos encontrar su rastro en los titulares de periódico, cualquier día.

Hoy, por ejemplo, en la 39 de Levante, el fiscal compara con atracadores de bancos a los altos cargos de la CAM. La Ministra de Fomento cifra en 8.000 millones los sobrecostes de la obra pública en los ocho años anteriores a diciembre de 2011.

Cómo es que durante años no han salido esos titulares, si ahora es evidente que esas actividades irregulares, mafiosas, ya existían. Cada cual que lo vea como quiera, yo intuyo que fue la aplicación de la omertá, el compromiso de silencio, y la ausencia de guerra entre familias, lo que daba la sensación de normalidad.

Una imágen simbólica de esas actitudes se puede ver en la 3 de Levante de hoy, en la que una foto a un cuarto de página presenta, en primer plano, a cuatro personajes, Sánchez de León, Rita Barberá, Alberto Fabra y Cotino, con una sonrisa beatífica, bajo una lluvia de pétalos de rosa, como si estuvieran en una procesión de una calle de Palermo acompañando a la virgen local, mientras en León, casi al mismo tiempo, se desata una guerra de familias en el PP local que, de momento, deja el cadáver de la Presidenta de la Diputación y de su partido, a manos, presuntamente, de una persona de su propia militancia.

Así, es la guerra entre familias lo que da a conocer, públicamente, la existencia de mafias que, cuando consiguen imponer una largo periodo de paz interna, pasan desapercibidas. A la vista de lo que parece haber sucedido en León, yo sugiero que se suspenda el debate televisado entre Valenciano y Arias Cañete.

El flojo nivel actoral de ambos protagonistas, no puede competir con el impacto drámatico de lo sucedido en León. La guerra entre familias requiere una pacificación previa, en interés del PP.

En fin Mafias.

LOHENGRIN )CIBERLOHENGRIN) 13 05 14.