domingo, 24 de junio de 2018

EL CURA

"He bajado a La Fuente a las ocho de la mañana, después de un sueño reparador, pese al escándalo de la música fallera que se oía desde la calle y a las altas temperaturas nocturnas, pese a esas molestias que cualquier otra noche nos habrian mantenido insomnes, el cansancio de nuestro paseo por la noche de San Juan, por Blasco Ibáñez y alrededores --en particular por la Plaza del Cedro, nunca había visto, ni en Rusaffa siquiera, tal concentración de público en las terrazas de los bares, habian puesto teles en la calle y la gente estaba viendo el mundial, Alemania, al parecer, al final se salvó-- para luego volver al Cabanyal, después de cenar, y desde la terraza de Lola y Antoni contemplar las nubes de humo de las hogueras de las muchedumbres que aparecen hoy en la 25 y 26 de 'Levante' y, después de perder una partida al Rummy, que ganó Lola, volver a casa en transporte público, con una sensación de cansancio acumulado que nos llevó, enseguida, a un sueño reparador.

En una sociedad cada vez más indiferente a los mitos religiosos, con un distanciamiento secular ahora más vinculado a los nuevos mitos tecnológicos, me parece una paradoja que la orgía de diversión ácrata, que 'Levante' califica en la 25, al pié de una foto espectacular, como 'Los excesos de la noche más corta', se haga bajo la advocación de un Santo.

No conozco la historia de San Juan, porque mi relación con la Iglesia, sobre todo en mi infancia, fué prácticamente inexistente. Supongo que fuí bautizado, a lo mejor porque la fé de bautismo en los años cuarenta era un requisito para acceder a los comedores sociales, pero no me acuerdo de nada.

A diferencia del bebé que nos mostró el otro día la tele, en una iglesia de Francia, que no olvidará el guantazo que le dió el cura, porque no se estaba quieto y callado, en el rito de su bautismo. Un sacerdote, cuentan, de 89 años, cuya paciencia con los bebés estaba extinguida, como extinguida ha quedado su función sacerdotal, después de que los medios han divulgado su impresentable interpretación de la caridad cristiana.

No obstante el hecho de que nunca asistí a un colegio religioso, nunca me confesé, ni siquiera en el acto protocolario de mi boda, ya de mayor he tenido ocasión de conocer otros aspectos de la Iglesia.

Cuando ejercí de asesor económico de un sindicato anarco sindicalista, tuve el privilegio de conocer a un cura libertario obrero, Eutiquio, que de día era secretario de un sindicato, de noche conducía un camión de basura, y entre horas era un activista social que vivió, durante años, y aún vive, en el Barrio del Cristo, ha viajado a Latinoamérica por cuestiones socio religiosas y ha montado aquí cosas como el Rastrell, para dar trabajo a la gente con cosas recicladas.

Todavía comparto con Eutiquio y otros amigos algunas veladas anarcogastronómicas y estoy encantado de haberlo conocido.

No puedo decir lo mismo de Cañizares, cardenal y arzobispo de València,o de aquellos tipos de la conferencia episcopal que financiaban una emisora de televisión, desde la que se lanzaban los más atroces improperios contra la democracia y contra el laicismo, con el dinero que los tontos les daban marcando una X en la casilla de la declaración de IRPF que no tocaba.

Desde un punto de vista neutro, puedo entender el fenómeno religioso, pues, si te paras a pensar, los misterios de la vida, y de la muerte, son tan sobrecogedores que es humano que muchos busquen respuestas a algo que no comprenden, pero esto explica, en mi opinión, la naturaleza del sentimiento religioso, pero no autoriza, para nada, que a costa de esos misterios, los hijos de puta con sotana, camuflados bajo el aura divina, tengan comportamientos tan deplorables como el de Cañizares, la conferencia episcopal, o el cura casi nonagenario de la bofetada al bebé."

Es una opinión, supongo que no compartida mayoritariamente, que le voy a hacer, solo es fruto de mis experiencias, no del análisis de una cuestión previo estudio de la misma.

Es domingo, y nos vamos enseguida a Ciutat Vella, a dar un paseo y tomar unas cervezas. Chao.

En fin. El Cura.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 24 06 18.

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