JORGE JAVIER

"He bajado al Maravas, después de darme una ducha muy estimulante. Ayer me corté las uñas de los pies después de remojarlas durante un rato, porque en el paseo por el mar, descalzo, me dí cuenta de que habían alcanzado una dimensión de personaje de cuento, de ogro o algo así, pues alguna tenía ya forma helicoidal.

Después de tomar un café con hielo y limón, un agua de Vichy catalán --perdón por lo de catalán-- y un ron quemado --3,40, todo-- y comentar algunas tonterías, como las cuatrocientas pelas que me costó, hace treinta años, un café en Florian, en la plaza de San Marcos veneciana, o el ambiente hippi que encontré en mi primera visita a Ibiza, cuando los patriarcas barbudos descendían las escaleras en el barrio de Sa Penya como auténticas divinidades, mientras en el puerto, los que se quedaban despedian a los que se iban a bordo del barco, sosteniendo rollos de papel higiénico de diversos colores, cuyo extremo quedaba en manos de los de a bordo, y al separarse el barco de su amarre, ese papel de colores creaba una atmósfera mágica.

Luego de ese paseo por el pasado he vuelto a la realidad, bueno, al relato de la realidad, al comprar 'Levante' en el kiosko, aunque, antes de ojearlo, mi mujer me ha sumergido en el otro relato de la realidad, el de la radio, que ella frecuenta más que yo, con el tema de la Manada, que hoy prevalece sobre cualquier otra noticia.

La puesta en libertad provisional, con medidas cautelares, de esos presuntos delincuentes sexuales ha puesto en alerta a todo el mundo, a quienes comparten la decisión de los jueces, a los que no, a quienes se van a manifestar, enseguida, contra la decisión judicial.

No soy jurista, el único derecho que estudié, cuando hice Económicas, fué el Mercantil, pero tengo alguna experiencia sobre conductas humanas, en particular, la mía, y, desde mi desconocimiento, por los relatos que me han llegado del asunto, estimo que este es un caso más para los expertos en psicopatías, que para los jueces.

Un psicópata, o un grupo de psicópatas, no es previsible que cambien sus actitudes y conductas, en ausencia de un tratamiento clínico que reduzca sus tendencias a lo tolerable socialmente, por lo tanto, el poder judicial no está capacitado para tomar decisiones en un caso así, si no están avaladas por los especialistas.

Claro, esta es una opinión que carece de valor, porque se basa en una interpretación subjetiva de los relatos de la realidad, que suelen llegar a nuestos ojos y oídos, incompletos, es decir, que nos falta información para opinar, por mucho que las emisoras de televisión hayan insistido hasta la saciedad en el mismo tema.

Sucede lo mismo con los personajes que conocemos a través de la tele. Es el caso de Jorge Javier Vázquez , de quien había oído hablar por su condición de presentador de 'Sálvame', un espacio televisivo calificado unánimemente por todos sus críticos de basura, y es curioso, hace unos días, cuando asistí con Encarna a una función teatral en el Olympia, cuando salí a fumar allí estaba Jorge Javier, en la acera del teatro, donde representa una obra, Grandes Exitos, esperando un coche que venía a recogerlo, y me pareció un tipo de lo más normal, sin maquillar, sin su vestuario habitual.

La última de 'Levante' lleva hoy una entrevista a Jorge javier, en la que dice un par de cosas: 'La belleza del teatro es que en cada función naces y mueres', 'Para mi el teatro no es un trabajo. Cuando lo vives con tantísima pasión no puede serlo'.

Unas opiniones que comparto y que demuestran, a mi parecer, que no podemos juzgar a la gente por los falsos estereotipos que suele ofrecer el relato televisivo de la realidad.

En la primera, 'Levante' insiste en el tema del día, 'Indignación por la libertad bajo fianza de 6.000 E para La Manada', aunque también incide, con letras mas grandes, en el nuevo espacio de negociación que se abre entre el gobierno central y el autonómico, una vez que la otra manada, la del PP, ha caído en desgracia."

Esto es todo, por ahora.

En fin. Jorge Javier.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 22 06 18.