jueves, 28 de junio de 2018

LA VIDA

"La vida, dulce o amarga, ácida o salada, silenciosa o sonora, es mejor que la no vida. Lo digo desde la perspectiva de los setenta y cuatro añazos que ya he gastado de la mía, sin saber, claro, lo que queda.

Mi percepción de la vida, hoy, es anormalmente optimista, ignoro si se trata de una percepción derivada de un eventual episodio de euforia a causa de mi más o menos controlada bipolaridad --espero que no, pues la doctora Palop me confirmó el otro día que, según la última analítica la cantidad de carbonato de litio en mi sangre es óptima, ni demasiado baja sin efectos terapéuticos, ni demasiado alta con riesgo de toxicidad, o sea, bien.

Mi optimismo, creo yo, se deriva más bien de que hemos planificado las actividades semanales, adecuadamente. La asistencia a tres conciertos, el de anoche sensacional, dieciocho mujeres a los instrumentos de viento, cuerda, percusión, con un trompetista y director de la Big Band y una cantante sensacionales, en una sesión musical que incluyó algún tema de Ray Charles,y una apoteósis final, con todo el público coreando y bailando al ritmo de la orquesta, en un entorno ajardinado que nos permitió, antes de iniciarse el concierto, cenar la tortilla de patatas que llevábamos en el tapper y alegrarnos el gaznate con una cerveza.

Un concierto magnífico, incluso con el detalle cómico del caprichoso viento que se llevó volando las partituras de los músicos, que eran tan buenos que siguieron, sin partituras, y no se notó.

El próximo viernes, acudiremos a la plaza del Barón de Cortes, donde actúa la Orquesta Sinfónica de Russafa, en la que Carlos Andrés toca el saxo, y sus hijas la cuerda, además de otros cuarenta? intérpretes, entre los que se incluyen músicos de otras orquestas de primer nivel.

Y el sábado, ya para redondear, hemos quedado con Lola y Antoni, que nos acompañaron en el concierto de ayer, para asistir al concierto en el Paseo Marítimo, luego tomar algo por allí, y echar una partida de Rummy en la terraza de su casa del Cabanyal.

Hay otro elemento que me mueve al optimismo. Después de haber escrito lo de 'la muerte dulce', la eutanasia, tuve una rara ocurrencia, es la segunda vez que lo hago desde que escribo en el blog. Publicar una página, 'Silencio', seguida de un contenido en blanco, la firma y la fecha. ¿Se pueden creer que esa página, sin contenido, ha sido visitada?

Me he sentido, por un momento, como un pintor minimalista que exhibe un lienzo en blanco y despierta múltiples comentarios entre los visitantes a su exposición. En realidad, al publicar esa no página, pensaba que me podría servir para reflexionar sobre lo que he escrito estos días , también porqué no, para que quienes la visitan tengan otro punto de vista sobre lo que han leído aquí o en otra parte, y, finalmente, para intentar convertir la no escritura en un estímulo para salir ahí fuera y disfrutar de la vida, dulce o amarga, ácida o salada, de un modo más activo, porque no tenemos otra."

Para ser consecuente con lo dicho, dejo la escritura, nos vamos a la playa, Encarna y yo, a disfrutar activamente de las muchas cosas buenas que ofrece la vida, y dejo la publicación de esta página para otro momento.

En fin. La Vida.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN) 28 06 18.

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