30.000 AÑOS

Es imposible imaginar como será la vida en el planeta, ni siquiera si habrá algún tipo de vida, dentro de treinta mil años. Ni siquiera los guionistas mas imaginativos de la ciencia ficción sitúan sus historias en horizontes tan remotos. Sin embargo hay una cosa de la que se puede estar seguro. Lo dice Juan .M.Kindelán, --un apellido de resonancias guerreras-- ex presidente del Consejo de (In)Seguridad Nuclear en una reseña que se puede leer íntegra en 'El Escéptico Digital' (?). El núcleo de las actuales centrales nucleares permanecerá radioactivo, aunque se cierren, por unos 30.000 años mas, aunque después da una solución técnica para enterrarlos, que permitirá controlar (parcialmente) ese potencial radioactivo en un milenio.

El origen de mi interés por este asunto está en un artículo que publicó 'El País' el pasado viernes en el que el mismo autor se refiere al movimiento anti nuclear de un modo despectivo 'Ecologistas y ecologeros' dice. Según Kindelán, 'Nunca (…) se ha debatido el problema (de los residuos nucleares) sin apasionamiento y sin prejuicios que identifiquen al sector nuclear como malo en si mismo y sin otro remedio que su inmediato final, todo ello con el afán de alarmar a la opinión pública con el lema de 'cuanto peor, mejor'.

Con la debida falta de respeto a un señor como este, que no merece el menor respeto, por el modo en que se refiere a quienes no piensan como el,'Cuanto mejor, mejor' es lo que realmente pensamos quienes entendemos que la única causa de que exista un debate sobre los residuos radiactivos es que los estados autoritarios, acompañados de tipos como él, introdujeron la tecnología nuclear sin considerar las consecuencias a largo plazo de ese tecnología que, como otras, tiene un origen militar, sin tener resuelto el problema de los residuos .Por tanto, si se hubieran abstenido de esa barbaridad, ahora no tendríamos un debate 'politizado', porque no tendríamos residuos nucleares.

A mi modo de ver, el mejor lugar para almacenar los residuos nucleares, es justo debajo de las nalgas del señor Kindelán, especialista en seguridad radioactiva, entre otras muchas especialidades.

Gracias a la irresponsabilidad criminal de políticos y científicos partidarios de la tecnología nuclear, las generaciones futuras verán pasar la próxima glaciación, serán testigos de cambios en el clima, y tendrán que acomodar su vida, si pueden, a nuevos entornos y circunstancias que ahora no podemos ni imaginar, pero los efectos radiactivos de los núcleos de las actuales centrales nucleares, generados por estos individuos que se quejan de que los debates 'se politizan' seguirán presentes
por 30.000 años más. Lo dice Kindelán.

No formo parte del movimiento anti nuclear, no soy ecologista, ni se lo que es 'ecologero', pero no me gustan los tipos como Kindelán, las resonancias guerreras de su apellido, menos entiendo que un tipo tan pragmático como este, tan contrario a la militancia medio ambiental. esté en el PSOE, si lo que dice la referencia de 'El Escéptico Digital' es cierto, aunque comparto su solución técnica de enterrar todos los residuos nucleares en un lugar adecuado, en lugar de tenerlos por ahí dispersos y con menor control. Su propio culo.

Nada de esto debería ser objeto de debate, ni politizado, ni no politizado, si quienes optaron por aplicar la tecnología nuclear a la producción de energía, hubieran optado por invertir en ciencia lo necesario para obtener energías no radioactivas, pero la lógica de la guerra fría impuso esta modalidad energética como un derivado de la estrategia de la amenaza y el terror.

Que no nos vengan diciendo ahora que los debates sobre las consecuencias de la tecnología nuclear 'se politizan'. Para políticas, las decisiones que condujeron a su implantación irresponsable.

Por lo demás, hasta el momento, no se de ninguna civilización que haya durado diez mil años, con energía nuclear o sin ella. La condición humana no precisa de ayuda externa para cumplir sus propios ciclos. Tengo la esperanza, sin embargo, de que en ese baile de ciclos evolutivos por el que unas civilizaciones desaparecen y nacen otras, emerja al fin algún tipo de ser capaz de vivir en armonía con el mundo, y consigo mismo. Que no se parecerá a Kindelán, me parece seguro.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 8-03-10.