domingo, 7 de marzo de 2010

CENSURA

Apenas se han extinguido los ecos del borrado de Marichalar de las entrañables fotos familiares de la Casa Real Borbónica, cuando el bárbaro, ignorante y embrutecido sujeto ultraderechista que preside la Diputación de Heliópolis, sujeto de una querella por sus insultos a los docentes que utilizan correctamente su propio idioma, se ha permitido descolgar unos fotos periodísticas que no eran suyas, aunque se exhibían en un Museo de su incompetencia, en el marco de una exposición de la Unión de Periodistas, que ha clausurado la muestra como reacción a ese acto de censura.

Al parecer, las fotos desaparecidas mostraban a los mas altos representantes autonómicos y municipales saliendo del juzgado, un mero trámite derivado de las investigaciones judiciales que se intentan seguir, con permiso de la ultraderecha, por las singulares relaciones entre algunos políticos de aquí y de la comunidad de Madrid, con ciertos pícaros lobbistas que han actuado impunemente como tales con la sola licencia que les confería haber asistido a la famosa boda en el Escorial. Sumario conocido como caso Gürtel, que ahora se pretende apañar con la separación del juez instructor.

La airada reacción contra ese acto de censura ha tenido, de momento, dos consecuencias, la voluntad de extender la muestra de la Unión de Periodistas censurada en Heliópolis a otros lugares de España y pedir la dimisión o que se destituya a Rus. Rus, ruso, es un apellido de resonancias estalinistas que evoca otros borrados de fotos mas antiguos, a los que precedía el fusilamiento de los disidentes.

Me parece un error de estrategia política pedir la dimisión o la defenestración de Rus. Cuanto mas comparezca en público, cuanto mas se prolongue hasta las próximas elecciones su mandato, su brutalidad verbal, su naturaleza primaria y su inclinación censora, serán el escaparate que muestre que en este país no hay partidos parlamentarios de extrema derecha, porque sus impresentables postulados han sido acogidos en la derecha confesional que nos gobierna aquí desde hace mas de un decenio. Tal vez esa demostración consiga restar los votos de la derecha mas moderada.

La historia no es algo que se repita, sin mas, como algunos afirman, sino que, según sus estudiosos se parece en su trayectoria a una espiral, porque los gestos autoritarios, censores, reaparecen con un aroma de repetición, pero el contexto social, el ámbito temporal en el que se reproducen, es otro.

Uno de los mas graciosos y conocidos casos de censura cinematográfica fue aquel de la película Mogambo, protagonizada por Clark Gable, Ava Gardner y Grace Kelli, en la que para censurar un adulterio, se transformó la relación adulterina en incesto.

La torpe actitud de Rus en la censura de las fotos periodísticas, es un acto reprobable desde cualquier mínima perspectiva democrática, pero es también un error político de bulto, propio del carácter primario y brutal de alguien que hace gala constantemente de una chulería ignorante, pues lo que hubiera pasado como un acontecimiento mas, sin ningún tipo de repercusión pública mas allá del ámbito doméstico, se ha convertido, gracias a su prepotencia desmedida, en una vergüenza pública para su partido, con una repercusión, como mínimo, nacional.

No me sumo, en absoluto, a las voces airadas que piden su dimisión. Que se quede donde está un poco más, que siga metiendo la pata, haciendo declaraciones extemporáneas, insultando a colectivos, censurando cosas, dedicando recursos a Fundaciones sin actividad conocida, opinando como si fuera un filólogo desde su palmaria ignorancia.

Con esa actitud, sostenida con la consistente tozudez que lo caracteriza, Rus refuerza las todavía incipientes oportunidades de sus oponentes políticos. Desde aquí, le hago llegar mi mas cordial gratitud por ser como es, y manifestarse sin tapujos.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 7-03-10.

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