jueves, 11 de marzo de 2010

CASA CARMINA

Ayer fui invitado, por una celebración familiar, a comer en Casa Carmina, en el poblado de El Saler, un lugar frecuentado, según me cuentan, por el escritor Ferrán Torrent y algunos políticos locales.

Tras una fachada pintada de azul y blanco, con algún aplique de inspiración marinera, se encuentra un comedor sencillo, sin aparentes pretensiones, pero la luna de la puerta que da acceso al comedor está repleta de pegatinas que dan cuenta de los muchos prestigios gastronómicos que han querido asociarse a este establecimiento.

Todas las mesas disponibles estaban ocupadas, unas cuarenta personas, lo que da una idea del aprecio que se hace de este lugar, incluso en un día como ayer, un miércoles cualquiera ajeno al calendario festivo.

La especialidad de Carmina son los arroces. Puedes elegir entre los arroces melosos, de bogavante, de rape y setas, de fesols o naps (así lo ponen ellos en su web, o naps, no i naps); seco con sepia y alcachofas, y si lo encargas previamente, el de conejo con caracoles, o a banda de lubina salvaje, además de otros que no cito.

Nosotros nos decantamos por el arroz meloso de fesols i naps, que es un arroz muy potente que incluye entre sus ingredientes la morcilla y el pie de cerdo.

Mientras esperábamos la cocción del arroz solicitado, nos hemos entretenido con unas cuentas delicias que merecen ser descritas.

El pan con tomate, para abrir boca, la ensalada con tomate y atún escabechado por procedimientos caseros, que resultó de un punto exquisito, sin exceso de acidez, y muy aromático, una anguila crujiente realmente perfecta en su sencillez, y un bacalao en tempura muy ligero, acompañado de croquetas de bacalao y un ajoaceite al estilo ibicenco, elaborado con tres partes de leche entera y una de aceite, muy suave de textura y sabor.

Una cucharada del arroz que vino después depositó en nuestros paladares una complejidad armónica de sabores que solo se me ocurre asociar a las elaboradas piezas sinfónicas de la música barroca, pues la misma variedad de elementos que intervienen en la música y producen en el oyente una sensación de unidad en la percepción de la belleza, intervienen en la elaboración de este plato que produce en el gusto esa misma sensación de equilibrio unitario, cuando está bien elaborado.

En medio de la somnolencia que me ha producido la comida, mientras tomaba café, me ha parecido percibir que se acercaba a mi una persona con el cabello encanecido y acento de Sedaví,

--Vosté es Lohengrin?

--¿Ferrán Torrent, supongo?

Al despertar de la breve ensoñación, me he dado cuenta de que ese encuentro no se había producido sino que era producto de la modorra de la digestión, y del comentario que me había hecho mi anfitriona,

--¿Sabes quien estaba aquí, cuando vine a hacer la reserva? Ferrán Torrent, acompañado de un político a quien reconocí pero cuyo nombre no recuerdo.

Cuando salí a fumar fuera, --dentro se puede fumar, pero prefiero no hacerlo-- hacía un frío de cojones, así que al acierto en la elaboración de las viandas que probamos, hay que añadir la sensación cálida, amable y doméstica que nos ha producido esta primera incursión en Casa Carmina.

En Fin. Casa Carmina. En la web del mismo nombre pueden encontrar la carta completa. Abren de martes a domingo, solo para dar comidas. Un lugar que conviene visitar. Yo espero repetir, cuando tenga algo nuevo que celebrar

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM) 11-03-10.

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